No nos hagamos trampas al solitario
Sobre el manifiesto de juristas a favor del refer¨¦ndum catal¨¢n
Al d¨ªa siguiente de la presentaci¨®n, en el marco solemne del Patio de Columnas del Colegio de la Abogac¨ªa de Barcelona, del manifiesto de juristas catalanes en defensa del Estado de Derecho, el imperio de la Ley y el respeto a las decisiones de los tribunales (El Derecho al Servicio de las Libertades¡±, o Llibertats), se hizo p¨²blico otro manifiesto, tambi¨¦n suscrito por juristas catalanes, en este caso en defensa de la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum en Catalu?a. Sin entrar a valorar la intenci¨®n de los promotores y firmantes de este ¨²ltimo, lo cierto es que los medios de comunicaci¨®n han hecho de ¨¦l una suerte de ¡°contramanifiesto¡± o de r¨¦plica al manifiesto de Llibertats. Los mensajes de uno y otro son claros pero, como promotor y firmante del primero de ellos y miembro de la plataforma Llibertats, no puedo dejar de llamar la atenci¨®n sobre algunos aspectos del texto que vio la luz el pasado d¨ªa 22 de marzo, en apoyo de la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum. Aspectos que podr¨ªan, a priori, pasar desapercibidos tras el tono aparentemente amable de su redactado.
En primer lugar, se hace referencia en el mismo al ¡°derecho a decidir¡±. Es este un t¨¦rmino repetido hasta la saciedad en el debate p¨²blico en Catalu?a en estos ¨²ltimos a?os, y ha sido obviamente acu?ado por expertos en mercadotecnia, en ning¨²n caso por juristas. En t¨¦rminos jur¨ªdicos, ¡°derecho a decidir¡± puede significar tantas cosas, y tan diversas, que t¨¦cnicamente no significa nada en concreto. A lo que se refiere el texto que comentamos cuando habla de ¡°derecho a decidir¡± es a lo que propiamente se conoce como derecho de secesi¨®n, y en contra de lo que se afirma en el manifiesto, ning¨²n ordenamiento jur¨ªdico de nuestro entorno en el marco de la Uni¨®n Europea lo reconoce como tal. Para intentar obviar tal evidencia, se hace referencia en el texto al caso escoc¨¦s. Como todos los firmantes del mismo saben, la apelaci¨®n al caso escoc¨¦s es jur¨ªdicamente insostenible, de la misma forma que la estructura jur¨ªdico pol¨ªtica del Reino Unido deviene un caso singular, y no es en ning¨²n caso equiparable no solo a la espa?ola, sino tampoco a ninguna de las de los restantes pa¨ªses de nuestro entorno.
En segundo lugar, se afirma que el refer¨¦ndum que propugnan tiene cabida en el marco constitucional espa?ol. Sorprende en primer lugar que tal afirmaci¨®n se realice sin matices, ya que como postulado general, los propios firmantes son conscientes de que la inmensa mayor¨ªa de la doctrina cient¨ªfica, tanto catalana como del resto de Espa?a, sostiene exactamente todo lo contrario. En realidad, la afirmaci¨®n se realiza de manera deliberadamente equ¨ªvoca, por la forma y el contexto en que se ubica.
Un posicionamiento as¨ª en un texto donde tambi¨¦n se hace referencia al refer¨¦ndum escoc¨¦s, lleva a pensar al lector que se est¨¢ hablando de una consulta sobre la secesi¨®n de Catalu?a, en la que votar¨ªan solo los ciudadanos catalanes, y con efectos jur¨ªdicos vinculantes. Todos los firmantes del manifiesto saben perfectamente que tal opci¨®n en ning¨²n caso cabe en el marco jur¨ªdico constitucional espa?ol actual (ni en el de ning¨²n otro de los pa¨ªses de nuestro entorno, recu¨¦rdense las resoluciones sobre el V¨¦neto o Baviera). Solo cabe entender, pues, que a lo que pretenden referirse es a una consulta no vinculante que, de evidenciar una amplia mayor¨ªa a favor de la independencia, llevar¨ªa a plantear una reforma constitucional de gran calado que permitiera, entonces s¨ª, plantear un refer¨¦ndum de secesi¨®n. Lo curioso en que el independentismo catal¨¢n, en todos estos a?os, en ning¨²n momento ha planteado ni se ha referido a esta posibilidad. Simplemente, bajo el lema ¡°o refer¨¦ndum o refer¨¦ndum¡±, ha intentado imponer una v¨ªa unilateral de imposible encaje jur¨ªdico.
Pero lo que, a mi entender, no tiene en ning¨²n caso cabida en un manifiesto de juristas es la referencia (punto 5? del manifiesto) a que la no aceptaci¨®n de sus tesis (que ya hemos visto que son, como poco, altamente discutibles) por parte del Estado, ¡°¡legitimar¨ªa abrir otras v¨ªas para que la ciudadan¨ªa de Catalu?a expresara c¨®mo quiere decidir su futuro¡¡±. En primer lugar, la contraposici¨®n ¡°Estado¡± versus ¡°ciudadan¨ªa de Catalu?a¡± es falaz y, por qu¨¦ no decirlo, perversa. Y en segundo lugar, en el contexto en que se ubica, tal afirmaci¨®n solo cabe interpretarla como una forma de justificar la ruptura del marco jur¨ªdico vigente, con todo lo que ello supone. No, se?oras y se?ores, no. Hasta aqu¨ª pod¨ªamos llegar. Sabemos que el Estado no va a permitir tal escenario de ruptura. Pero no le echen otra vez la culpa al Estado. La mayor¨ªa de los catalanes tampoco vamos a permitirlo.
Eloy Moreno Tarr¨¦s es abogado y firmante del ¡®Manifest Llibertats¡¯.
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