El retraso de la Generalitat en preparar el refer¨¦ndum amenaza su celebraci¨®n
Los expertos cuestionan que se puedan organizar todo el dispositivo en los cinco meses que faltan
?A la presi¨®n judicial y las desavenencias pol¨ªticas a prop¨®sito del refer¨¦ndum se ha unido ahora un nuevo elemento: el tiempo. El reloj corre tambi¨¦n contra los intereses del Ejecutivo de Carles Puigdemont, que ha reiterado su intenci¨®n de celebrar la consulta a finales de septiembre ¡°como muy tarde¡±. Mientras, el independentismo insisti¨® ayer en reclamar el refer¨¦ndum y rest¨® importancia a la encuesta de EL PA?S, en la que una mayor¨ªa de catalanes piden incrementar el grado de autonom¨ªa como alternativa a la independencia. ?
Faltan, pues, cinco meses, un margen de tiempo que responsables pol¨ªticos, expertos en log¨ªstica electoral y personal que estuvo involucrado en la jornada de participaci¨®n del 9-N consideran ¡°insuficiente¡±. La Generalitat, explican esas fuentes, ya ¡°va tarde al refer¨¦ndum¡± o, al menos, llega ¡°muy justa¡± si quiere que se celebre con todas las garant¨ªas.
La lupa judicial no ayuda, porque paraliza cualquier iniciativa en ese sentido: la fiscal¨ªa de Catalu?a mantiene abierta una investigaci¨®n y estar¨¢ al quite ante cualquier indicio que apunte a la preparaci¨®n del refer¨¦ndum. Las fuentes consultadas explican que, para preparar una votaci¨®n de esas caracter¨ªsticas, se precisan ¡°al menos seis meses¡±. Hay que activar mecanismos propios de las elecciones (censo, colegios electorales) pero tambi¨¦n espec¨ªficos, ya que se trata de un proceso ¡°singular y no automatizado¡±.
¡°Sorprende que a¨²n no hayan empezado los trabajos, porque en estas situaciones se requiere un m¨ªnimo de tres meses para implementar y probar la aplicaci¨®n inform¨¢tica, por lo que en mayo o junio tendr¨ªan que dar el contrato¡±, explicaron fuentes de una empresa con experiencia en la preparaci¨®n de consultas.
Artur Mas anunci¨® la fecha de la convocatoria de la consulta sobre la independencia del 9 de noviembre de 2014 con 11 meses de antelaci¨®n. El Tribunal Constitucional la prohibi¨® y se reconvirti¨® en una ¡°jornada de participaci¨®n¡± con voluntarios. Cinco d¨ªas antes, el Constitucional la volvi¨® a prohibir, pero el Gobierno catal¨¢n la celebr¨® igualmente y votaron 2,3 millones de catalanes.
El proceso judicial que se inici¨® por ello ha acabado con la condena por inhabilitaci¨®n contra el expresident y tres consejeros de su gobierno. A diferencia del refer¨¦ndum prometido por Puigdemont, la consulta originaria del 9-N se trabaj¨® a conciencia. Los preparativos comenzaron a?o y medio antes por el departamento que dirig¨ªa la consejera de Gobernaci¨®n y vicepresidenta, Joana Ortega. Cuando el Constitucional la prohibi¨® se redefini¨® el dise?o inicial y la Generalitat dej¨® para el ¨²ltimo momento los contratos a empresas privadas.
Las urnas, fabricadas en las prisiones catalanas, fueron presentadas en mayo de 2014, pero el sistema de recuento no fue encargado hasta octubre, mientras que la adquisici¨®n de los 7.000 ordenadores necesarios para el escrutinio se efectu¨® mediante contratos-programa con empresas que ya exist¨ªan con anterioridad.
El problema no es solo log¨ªstico, sino tambi¨¦n pol¨ªtico. Da la impresi¨®n de que ninguno de los actores implicados est¨¢ poniendo toda la carne en el asador para que el refer¨¦ndum salga adelante, pase lo que pase y pese a las amenazas judiciales. La velocidad con la que se gestiona la organizaci¨®n de la consulta ha generado una cadena de reproches entre Esquerra, responsable de efectuar los trabajos para hacerlo posible, y el PDeCat.
Los exconvergentes cuestionan que el equipo que depende de Oriol Junqueras haya sido diligente en la organizaci¨®n y consideran que no ha hecho lo que ser¨ªa necesario. El vicepresidente catal¨¢n, en cambio, sostiene que esos preparativos estar¨¢n listos cuando sea necesario.
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