En el coraz¨®n del ¡®sanchismo¡¯ de Barcelona
La militancia del distrito de Sant Mart¨ª, en la que vota Miquel Iceta, se vuelca con Pedro S¨¢nchez
Santos P¨¦rez Lamb¨¢n tiene 83 a?os y es militante socialista desde 1977, antes de que naciera el PSC. Con EL PA?S bajo el brazo acude a votar a la agrupaci¨®n del PSC del distrito de Sant Mart¨ª, en Barcelona, la que cuenta con m¨¢s militantes de las diez que tiene el partido. Despu¨¦s de cumplir con el ritual confiesa que ha votado a Pedro S¨¢nchez, como ya hizo en las primarias de 2014.
"Pedro ha podido cometer alg¨²n fallo, como todos, pero el partido necesita cambios. Creo que est¨¢ muy preparado, pero de Susana me gusta que representa el liderazgo de las mujeres en pol¨ªtica", explica este jubilado que fue obrero de la Seat y que a¨²n cotiza tambi¨¦n a la UGT.
Su inclinaci¨®n por Pedro S¨¢nchez no es anecd¨®tica. Refleja el sentir muy extendido de los 296 militantes del PSC de esta agrupaci¨®n, casi todos ellos con m¨¢s de 60 a?os, la m¨¢s numerosa de Barcelona. En la sede del partido solo se distingue por su acreditaci¨®n un apoderado de la candidatura de Susana D¨ªaz. Es Rodrigo Carrasco, de origen chileno, de 43 a?os, ch¨®fer profesional, quien asegura que D¨ªaz tiene un discurso "coherente" e ideas ganadoras, adem¨¢s de la frase recurrente de que "en Andaluc¨ªa le sac¨® 10 puntos al PP y es la ¨²nica capaz de ganar a Rajoy".
La pareja de Carrasco Meritxell Cabez¨®n, promesa del PSC de Barcelona que admite estar en minor¨ªa pero nada inc¨®moda por su presencia en la mesa electoral rodeada de sanchistas. En la agrupaci¨®n no se ha presentado ni un apoderado de la candidatura de Patxi L¨®pez.
Quien s¨ª lo hace a la hora prevista es Miquel Iceta. Aplausos al entrar, visita a la cocina de la agrupaci¨®n donde est¨¢n las papeletas, fotograf¨ªas y atenci¨®n a los periodistas. "He votado lo que he votado pero no lo dir¨¦", explica el l¨ªder del PSC para resaltar a rengl¨®n seguido que se ha mantenido fiel a su promesa de neutralidad en este proceso.
Hace tres a?os, el de Iceta fue uno de los 2.168 votos que cosech¨® el candidato de Izquierda Socialista Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapias en Catalu?a. Hace tres a?os, Pedro S¨¢nchez (3.648) qued¨® en Catalu?a por detr¨¢s de Eduardo Madina (3.946) en aquellas primarias del PSOE, pero desde hace tres a?os han pasado muchas cosas, tambi¨¦n en Catalu?a.
La m¨¢s trascendente desde el plano socialista es que PSOE y PSC han vivido la peor crisis de sus relaciones y que estuvo muy cerca de hacerse realidad la tentaci¨®n de expulsar a los socialistas catalanes del proceso para elegir al secretario general del partido hermano. Este domingo nadie duda que Pedro S¨¢nchez arrasar¨¢ en Catalu?a y sus seguidores afirman que puede superar los 9.000 votos de un censo total de 14.322.
En la agrupaci¨®n socialista de Sant Mart¨ª la militancia lo tiene claro. "Yo lo he votado por su integridad, por su amplitud de miras y porque tiene una alternativa para Catalu?a, mientras que Susana hace lo mismo que el PP", relata Mar¨ªa Jos¨¦ del Ca?o, de 63 a?os, socialista desde la clandestinidad.
Es la agrupaci¨®n del PSC de Sant Mart¨ª ya gan¨® Pedro S¨¢nchez en las primarias de 2014. Francisco Narv¨¢ez, teniente de alcalde de Barcelona cuando gobernaban los socialistas, fue entonces uno de sus m¨¢ximos defensores y lo sigue siendo ahora. ?l no duda del triunfo del exsecretario general del PSOE. Seguramente para hablar de ese escenario y de otras cosas, Narv¨¢ez acompa?a a Iceta al salir de la agrupaci¨®n del partido para tomar un caf¨¦.
"Si alguien acaba pensando que la democracia interna de un partido es perjudicial saldremos perdiendo todos los ciudadanos que lo que quieren es m¨¢s trasparencia", dice tambi¨¦n Iceta. "Al ganador le pido que sea consciente de su enorme responsabilidad y le pido que sea capaz de reunir a todos los socialistas para levantar el proyecto del PSOE. Le pido mucho, pero le ofrezco de entrada el total apoyo del PSC, sea quien sea", remata.
En el caso de los socialistas catalanes la lealtad de la que habla Iceta est¨¢ m¨¢s que demostrada, pese a los riesgos que corrieron cuando se plantaron en la investidura de Mariano Rajoy.
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