El ¡®chemsex¡¯ llega al hospital
El Cl¨ªnic de Barcelona har¨¢ una encuesta para conocer la dimensi¨®n del fen¨®meno y el Vall d¡¯Hebron estudia crear circuitos asistenciales
La atenci¨®n al fen¨®meno del chemsex ¡ªacr¨®nimo de la expresi¨®n inglesa chemical sex¡ª y sus consecuencias para la salud ¡ªpuede extender las infecciones de transmisi¨®n sexual (ITS) y generar dependencia a sustancias t¨®xicas¡ª han llegado a los hospitales. Hasta la fecha, eran los centros comunitarios los que, por su proximidad al colectivo que m¨¢s lo practica ¡ªhombres que tienen sexo con hombres¡ª, detectaban las consecuencias de este fen¨®meno, que se caracteriza por consumir varios tipos de drogas con el objetivo de mantener relaciones sexuales durante un largo per¨ªodo de tiempo. Aunque sigue siendo un fen¨®meno residual entre el grupo de mayor incidencia, los hospitales tambi¨¦n se han puesto en alerta. El Cl¨ªnic ha comenzado a hacer encuestas a los pacientes con sospecha de practicar chemsex para conocer la dimensi¨®n del fen¨®meno y en Vall d¡¯Hebron est¨¢n estudiando crear un circuito asistencial para dar una atenci¨®n multidisciplinar a estos casos.
¡°Nosotros vemos los casos cl¨ªnicos y eso es solo la punta del iceberg¡±, apunta el doctor Josep Mallolas, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Cl¨ªnic. Ellos solo atienden a pacientes que han tenido una ITS o una intoxicaci¨®n por el consumo de alguna sustancia vinculada, por ejemplo. Pero, en realidad, se desconoce la incidencia de esta pr¨¢ctica porque tampoco todas las personas que practican chemsex desarrollan una problemas asociados. ¡°Cuando pasas de practicarlo de forma espor¨¢dica a que sea algo com¨²n es cuando hablamos de dependencia a ese tipo de relaciones sexuales¡±, agrega el psiquiatra de Vall d¡¯Hebron, Jos¨¦ Antonio Navarro.
Infecciones disparadas
Los registros de enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS) llevan a?os desbocados en Catalu?a. "Se ha producido un aumento importante en la declaraci¨®n de todas las infecciones", alertaban las conclusiones del informe anual del Sistema de Vigilancia Epidemiol¨®gica de la Generalitat (con datos hasta 2015). Aunque el propio informe precisaba que parte de este aumento se debe a una mejora en la detecci¨®n y comunicaci¨®n de los casos registrados, tambi¨¦n destaca que se han producido "cambios en las conductas sexuales" ¡ªen su mayor parte entre los hombres que mantienen relaciones con otros hombres¡ª que facilitan la transmisi¨®n de enfermedades.
Seg¨²n el informe, la incidencia de la s¨ªfilis se ha multiplicado en Catalu?a en pocos a?os. Si entre 2006 y 2009 mantuvo una tasa relativamente estable de entre 3,2 y 5,2 casos por 100.000 habitantes, las cifras empezaron a dispararse a partir de 2010 hasta alcanzar los 18,5 casos por 100.000 habitantes en 2015. La pr¨¢ctica totalidad de ese incremento se ha producido entre hombres, entre los que la incidencia ha pasado de 5 a casi 35 casos por 100.000 habitantes.
El crecimiento de la gonorrea ha sido a¨²n m¨¢s importante y ha pasado de entre 5 y 6 casos por 100.000 habitantes entre 2006 y 2009 a 25 casos en 2015. Aunque en mayor medida que con la s¨ªfilis, tambi¨¦n en esta dolencia la mayor parte del incremento se ha producido entre los hombres.
Otras enfermedades que hasta hace poco eran pr¨¢cticamente desconocidas han irrumpido con fuerza en los ¨²ltimos a?os, especialmente en Barcelona. El caso m¨¢s destacable es el del linfogranuloma ven¨¦reo, que en 2012 protagoniz¨® un importante brote que llev¨® a la Agencia de Salud P¨²blica a lanzar una alerta a los centros sanitarios.
En el caso del VIH, aunque la cifra de nuevos diagn¨®sticos (unos 800 casos al a?o) se mantiene estable desde hace casi una d¨¦cada, esta desciende entre todos los colectivos excepto entre los hombres que mantienen relaciones con otros hombres.
Los datos m¨¢s recientes reflejan que la tendencia al alza, lejos de contenerse, a¨²n fue m¨¢s marcada en 2016. El Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), que gestiona el 80% de los centros de atenci¨®n primaria de la comunidad y ocho grandes hospitales p¨²blicos, detect¨® el a?o pasado 10.519 nuevos casos de infecciones de transmisi¨®n sexual, un 29,75% m¨¢s que en 2015.
Los casos de clamidia aumentaron el 67% en un a?o, los de gonorrea el 65,5%, los de s¨ªfilis el 34%, las verrugas genitales el 18%, los herpes genitales el 38% y los casos de tricomoniasis el 13%.
Lo que s¨ª han constatado los expertos, no obstante, son los riesgos para la salud de este fen¨®meno. Un estudio del centro comunitario BCN Checkpoint ha confirmado que el riesgo de infecci¨®n de VIH entre los hombres gais que practican chemsex es tres veces mayor, aunque apostillan que los resultados no son extrapolables a toda la poblaci¨®n homosexual. Tambi¨¦n tiene sus riesgos psicosociales, como dependencia a sustancias o problemas de salud mental.
El Cl¨ªnic ha puesto en marcha una encuesta interna y an¨®nima para conocer el fen¨®meno, todav¨ªa incipiente. ¡°Queremos ver d¨®nde estamos¡±, explica Mallolas, pues la detecci¨®n de pacientes con consumo problem¨¢tico de chemsex ¡°es anecd¨®tica¡±. ¡°No se vive como un problema, as¨ª que no se consulta. Si los detectamos es porque vienen con otro problema m¨¦dico, como lesiones perianales, ITS, intoxicaciones¡ Cuando hay dependencia a alguna droga tambi¨¦n hay posibilidad de desarrollar un problema psiqui¨¢trico, como depresi¨®n o un brote psic¨®tico¡±, se?ala. La encuesta, que es an¨®nima y voluntaria, permitir¨¢ ¡°identificar la magnitud del problema¡± y, seg¨²n los resultados, crear nuevas redes asistenciales en las que implicar tambi¨¦n a psic¨®logos y psiquiatras.
El hospital Vall d¡¯Hebron, por su parte, tambi¨¦n se ha puesto las pilas para atender los casos problem¨¢ticos de chemsex. ¡°Hace unos a?os que constatamos que existe. Nosotros vemos las consecuencias f¨ªsicas del chemsex: las ITS, las patolog¨ªas¡±, se?ala la doctora Mar¨ªa Jes¨²s Barber¨¤, coordinadora de la unidad de ITS del hospital. Hay dos v¨ªas de acceso al sistema hospitalario, apunta Navarro: ¡°A trav¨¦s de urgencias, porque llega con un problema f¨ªsico y luego surge el tema de forma espont¨¢nea porque de entrada les resulta dif¨ªcil de explicar; o por contacto por alguna ITS¡±. El psiquiatra matiza que no solo se dan casos entre el colectivo gay, sino tambi¨¦n entre personas bisexuales y heterosexuales.
En cualquier caso, el abordaje, coinciden los m¨¦dicos, no es exclusivamente cl¨ªnico. ¡°Nosotros somos m¨¦dicos cl¨ªnicos que tratamos la infecci¨®n pero estos casos tienen un contexto complejo y somos conscientes de que debemos coordinarnos con otros especialistas¡±, admite Barber¨¤. La doctora ha iniciado conversaciones internas para poner en marcha un circuito con otros especialistas del hospital ¡°para abordar el chemsex de una forma m¨¢s dirigida¡±.
Por su parte, centros comunitarios como BCN Checkpoint, pioneros en detectar el auge de esta problem¨¢tica, celebran el paso delante de los hospitales pero piden coordinaci¨®n con los centros de proximidad. ¡°Es bueno siempre y cuando los pacientes sean tratados de forma que corresponde, sin moralismos. Hay que ayudar, no juzgar. Las actitudes paternalistas no tienen mucho sentido¡±, advierte Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint. Barber¨¤ coincide. ¡°Si el paciente lo formula le ofrecemos ayuda y hacemos uso de los centros comunitarios. Nos apoyamos en las ONG porque la ventaja que tienen estos centros es la proximidad, el trabajo entre iguales y tenemos que recurrir a ellos¡±, apunta.
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