La concejal del PP Ram¨®n-Llin afirma que no control¨® Emarsa pese a generarle sospechas
"Parec¨ªa que no se estaba gastado correctamente", afirma la responsable de Medio Ambiente con Rita Barber¨¢


El Ayuntamiento de Valencia tuvo sospechas desde 2009 acerca del destino de los fondos p¨²blicos que gestionaba la Empresa Metropolitana de Aguas Residuales Sociedad An¨®nima (Emarsa), pero pese a ello no extrem¨® los controles sobre la entidad. Lo ha reconocido este jueves en su declaraci¨®n como testigo en el juicio por el saqueo de Emarsa Mar¨ªa ?ngeles Ram¨®n-Llin, que era entonces concejal de Medio Ambiente en el Consistorio que dirig¨ªa la popular Rita Barber¨¢.
Emarsa era propiedad de una asamblea metropolitana (Emshi) de la que formaban parte una treintena de municipios. Valencia ten¨ªa el mayor porcentaje de voto, pr¨®ximo a la mitad.
Durante al menos una d¨¦cada, seg¨²n ha revelado el sumario de la macrocausa de corrupci¨®n y han confesado en el juicio una decena de acusados, la empresa p¨²blica fue objeto de un gran desfalco que la condujo a la quiebra y disoluci¨®n en el a?o 2010 tras descubrirse un agujero de 17 millones de euros. Sus responsables, seg¨²n estos testimonios, se repart¨ªan mensualmente hasta 300.000 euros, hicieron pagar a la empresa numerosos servicios y suministros falsos y viajaron y comieron por todo lo alto a costa de la sociedad.
Ram¨®n-Llin ha reconocido que el funcionamiento de la empresa, que administraba la depuradora situada en Pinedo, pedan¨ªa del sur de Valencia, le gener¨® sospechas, pero que lo atribuy¨® a la "mala gesti¨®n, nunca a actuaciones il¨ªcitas". "Ves cosas que ocurren", "parec¨ªa que no se estaba gastando correctamente", ha declarado.
La principal sospecha, ha afirmado, proced¨ªa del hecho de que Emarsa parec¨ªa un pozo sin fondo: sus directivos estaban pidiendo siempre "m¨¢s financiaci¨®n". "Pero no establecimos ninguna f¨®rmula de control". Ram¨®n-Llin pens¨® que esa labor correspond¨ªa a la entidad de saneamiento de la Generalitat, Epsar, cuyos dos m¨¢ximos responsables del momento se sientan tambi¨¦n en el banquillo de los acusados.
La edil, imputada en el caso Taula por los supuestos delitos de blanqueo de capitales y financiaci¨®n irregular del PP, ha admitido que recibi¨® obsequios de Emarsa: "Acept¨¦ los regalos que me correspond¨ªan". Y ha considerado que cumpli¨® con su labor: "Mi trabajo era escuchar atentamente a los directivos y t¨¦cnicos de la empresa, que nos informaban de que todo era correcto".
A la concejal le han preguntado si no detect¨® falta de competencia en el entonces gerente de la planta, Esteban Cuesta, enfermero de profesi¨®n y defraudador confeso, que ha admitido ante el juicio que no ten¨ªa "ni idea" de gesti¨®n econ¨®mica ni de depuraci¨®n de aguas. Ram¨®n-Llin ha dicho que no: "Por las explicaciones que nos ofrec¨ªa en el consejo de Administraci¨®n daba la sensaci¨®n de bastante solvencia y credibilidad".
"Parec¨ªa socialista"
La edil ha afirmado que cuando fue consciente de la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica de Emarsa, se lo traslad¨® a la alcaldesa Barber¨¢, se entrevist¨® con el entonces consejero de Medio Ambiente, Juan Cotino, y se mostr¨® partidaria de llevar el asunto a la justicia. "Yo insist¨ªa en presentar una querella, y el presidente [del consejo de administraci¨®n de Emarsa, Enrique Crespo, entonces alcalde de Manises con el PP y hoy acusado en el juicio], me dijo que parec¨ªa socialista".
Despu¨¦s de la concejal ha declarado como testigo Ram¨®n Mar¨ª, regidor socialista de Albal, que en el momento de los hechos era vicepresidente de Emarsa y denunci¨® el caso a la fiscal¨ªa en 2010. Mar¨ª ha afirmado que durante a?os Crespo y Cuesta ocultaron datos al consejo de administraci¨®n. "Se limitaban a decir que la empresa era deficitaria porque la Epsar (la entidad de saneamiento de la Generalitat) no daba dinero suficiente para sufragar todos los gastos que ten¨ªan".
Durante los ¨²ltimos meses de Emarsa, ha a?adido Mar¨ª, se dedic¨® a reclamar datos y lleg¨® a la conclusi¨®n de que Crespo y Cuesta "ment¨ªan y enredaban". El alcalde de Albal tambi¨¦n ha afirmado que trabajadores de la planta le advirtieron de que los directivos se llevaban documentaci¨®n "en cajas" que cargaban en sus coches por las tardes, y que lo denunci¨®.
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