Un Francis Bacon desconocido en la Fundaci¨®n Bancaja de Valencia
El centro cultural expone medio centenar de dibujos del artista que supuestamente no sab¨ªa dibujar
La planta cuarta del Centro Cultural Bancaja de Valencia est¨¢ desde este jueves llena de dibujos de Francis Bacon, el artista nacido en Dubl¨ªn en 1909 y fallecido en Madrid en 1992 que supuestamente no sab¨ªa dibujar. Las obras, en las que el pintor utiliza el l¨¢piz, las ceras y el collage, reflejan dos de sus grandes obsesiones, el cuadro del papa Inocencio X de Vel¨¢zquez y las crucifixiones. Junto a ellas se exponen autorretratos y los dibujos que hizo de uno de sus amantes.
En una entrevista realizada por el periodista y cr¨ªtico brit¨¢nico David Sylvester, en los a?os sesenta, Bacon afirm¨® que no realizaba dibujos ni bocetos preparatorios para sus cuadros. Una interpretaci¨®n equivocada de aquellas palabras hizo que se extendiese la leyenda ¡ªuna "anomal¨ªa historiogr¨¢fica", en palabras del comisario de la exposici¨®n, Fernando Castro¡ª de que Bacon no sab¨ªa hacerlo.
El medio centenar de dibujos colgados sobre fondo negro en el Centro Cultural Bancaja desmienten aquel mito. Y resultan ser no "material preparatorio para cuadros, sino obras en s¨ª mismas, y algunas de ellas verdaderas obras maestras", afirma Castro.
Las obras, que se expusieron recientemente en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, pertenecen a un fondo de m¨¢s de 600 obras que Bacon regal¨® al periodista italoamericano Cristiano Lovatelli Ravarino, que fue su amigo y amante. Las obras salieron a la luz en los a?os noventa y se vieron de inmediato envueltas en la pol¨¦mica.
A finales de la d¨¦cada de los 40, en Roma, Bacon descubri¨® el retrato del papa Inocencio X que Vel¨¢zquez pint¨® en torno a 1650. El artista irland¨¦s no se atrevi¨® a subir a ver el cuadro, expuesto en la Galer¨ªa Doria Pamphilj, sino que cogi¨® una postal y trabaj¨® obsesivamente sobre aquella imagen en las d¨¦cadas siguientes.
En muchos dibujos de Bacon el papa Inocencio X tiene la boca abierta y parece gritar con todas sus fuerzas. El pintor, recuerda Castro, dec¨ªa que aspiraba a "pintar un grito como Monet pintaba las puestas de sol".
Fotograf¨ªas y recuerdos
La renuencia de Bacon a ver el cuadro de Vel¨¢zquez no fue un caso aislado. Al pintor "no le gustaba pintar a los muertos ni a la gente que no conoc¨ªa". "Pero tampoco le apetec¨ªa enfrentarse a los que conoc¨ªa, en un ejercicio agotador de escrutinio", se?ala Castro. Como modelos prefer¨ªa las fotos, las postales y los recuerdos.
Bacon vivi¨® en Londres, pas¨® muchas noches en Montecarlo jugando a la ruleta, se estableci¨® en Roma, Bolonia y Madrid, bebi¨® como un cosaco y sol¨ªa pintar por las ma?anas, bajo el peso de la resaca. Pero no dej¨® de ser irland¨¦s. La influencia de la educaci¨®n cat¨®lica se manifest¨® en su inter¨¦s por temas religiosos, que abordaba desde un enfoque desacralizado. Sus crucifixiones, por ejemplo, son de "hombres calvos y gordos".
Cuando Ravarino hizo p¨²blico que ten¨ªa 600 dibujos de Bacon, los herederos del artista denunciaron que eran falsos y acusaron al periodista de haberlos fabricado. El proceso penal se inici¨® en 1997 y termin¨® en 2004. Un tribunal italiano concluy¨® que una parte de las obras era con toda seguridad de Bacon, porque su firma hab¨ªa sido autentificada, ha explicado en Valencia Umberto Guerini, abogado de Ravarino y presidente de la Francis Bacon Collection, la entidad que administra los dibujos y que ha continuado recabando pruebas sobre la autor¨ªa.
Los dibujos fueron expuestos por primera vez en 2009, en un acto paralelo a la Bienal de Venecia.
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