La propietaria de un herbolario, acusada de secuestrar a su marido para que no se operara un c¨¢ncer
La sospechosa, seguidora de la medicina natural, se enfrenta a una petici¨®n de ocho a?os de prisi¨®n
Francisco Manuel Crespo recibi¨® en abril de 2008 el mazazo de su vida. Ten¨ªa un tumor letal en el cerebro que deb¨ªa extraerse con urgencia. Pero le entr¨® el p¨¢nico a pasar por el quir¨®fano. As¨ª que decidi¨®, de la mano de su mujer, propietaria de una herborister¨ªa en Alicante y firme defensora de la medicina alternativa, pedir el alta voluntaria en el hospital y explorar las v¨ªas de la homeopat¨ªa y la naturopat¨ªa. La herbolaria, Clara In¨¦s Ibarra, ha sido juzgada este mi¨¦rcoles -y se enfrenta a una posible condena de ocho a?os y medio de prisi¨®n- por mantener supuestamente secuestrado a su marido en casa y someterle a un trato degradante a fin de impedir que se operara.
Francisco fue rescatado el 23 de febrero de 2009 por su familia y la polic¨ªa local del cautiverio que seg¨²n la fiscal¨ªa padec¨ªa. En un apartamento de la playa de San Juan propiedad de la madre de ¨¦l, donde el matrimonio y sus dos hijos menores se hab¨ªan refugiado meses atr¨¢s para buscar algo de sosiego ante el trance de la enfermedad. El paciente super¨® semanas despu¨¦s la temida operaci¨®n, pero el c¨¢ncer se le reprodujo y acab¨® con su vida el 8 de mayo de 2013, a la edad de 49 a?os.
Clara In¨¦s niega que retuviera a su marido y llegara incluso a restringirle ¡°la alimentaci¨®n al m¨¢ximo en calidad y cantidad¡±, como sostienen las acusaciones. O que lo aislara por completo de sus familiares y amigos, aunque todos ellos manifiesten lo contrario: que el contacto era nulo y ni su madre, Estefan¨ªa, ten¨ªa permitido entrar en su propio piso.
Seg¨²n la acusada, todo son ¡°mentiras, falsedades y calumnias¡± que le han ocasionado un ¡°da?o irreparable¡±. ¡°Yo me cas¨¦ con mi marido para estar con ¨¦l en las buenas y en las malas. Estuve en las malas incondicionalmente y por eso estoy hoy aqu¨ª. No me arrepiento de haberle cuidado como le cuid¨¦ porque lo hice con todo el amor del mundo¡±, proclam¨® ante el tribunal que le juzga haciendo uso de su derecho a la ¨²ltima palabra.
La herbolaria sostiene que Francisco nunca abandon¨® el tratamiento m¨¦dico convencional ni dej¨® de ir al hospital a las revisiones. Seg¨²n su versi¨®n, los productos naturales que tomaba eran ¨²nicamente ¡°complementarios¡± y ¨¦l mismo, ¡°por iniciativa propia¡±, decidi¨® explorar la medicina alternativa. La pareja inici¨® un periplo por cl¨ªnicas homeop¨¢ticas de Madrid, Valencia o Pamplona en busca de una posible cura.
Pero el tumor iba creciendo y la presi¨®n que ejerc¨ªa en el cr¨¢neo del paciente aumentaba d¨ªa a d¨ªa, provoc¨¢ndole frecuentes ataques de epilepsia y fuertes dolores de cabeza. Un amigo de C¨®rdoba al que visit¨® lo encontr¨® ya muy deteriorado en el verano del a?o 2008: ¡°Estaba como ausente y ten¨ªa la cara deformada¡±.
Los meses fueron pasando en una lenta agon¨ªa hasta el 22 de febrero de 2009, cuando el enfermo dijo basta, cogi¨® el m¨®vil de su mujer y envi¨® un sms pidiendo auxilio a su mejor amigo. Su madre y un t¨ªo se presentaron al d¨ªa siguiente en el apartamento de la playa y, esta vez s¨ª, lograron acceder al interior. Estefan¨ªa se enfrent¨® cara a cara con su nuera y se neg¨® a marcharse sin ver a su hijo. La mujer asegura que Clara In¨¦s le hab¨ªa llamado el d¨ªa anterior para decirle, ¡°ri¨¦ndose¡±, que no iba a volver a ver a Francisco. ¡°Cuando entr¨¦ en la habitaci¨®n estaba en un colch¨®n, desnudo, solo con un pa?al y lleno de manchas de orines¡±, relat¨® la madre en el juicio. Otro amigo del paciente respald¨® su versi¨®n: ¡°Estaba destrozado, con la cara desfigurada y cuando sali¨® de all¨ª se ech¨® a llorar como un ni?o¡±.
El enfermo apenas pod¨ªa moverse de la cama, pero dijo a los agentes que se presentaron en su domicilio que estaba retenido en contra de su voluntad y quer¨ªa marcharse con su madre. Algo a lo que su mujer se negaba en rotundo, seg¨²n el atestado policial. Tras abandonar el apartamento, Francisco denunci¨® a su esposa porque cre¨ªa que hab¨ªa intentado ¡°matarle¡± y apoder¨® a su madre para pedir por ¨¦l el divorcio, un proceso en el que logr¨® la custodia de sus dos hijos.
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