Una velada con aroma a gran festival

Canet de Mar emana aroma a festival en cada esquina. En las terrazas no cabe un alfiler y las tradicionales paradas de embutidos y bisuter¨ªa a lado y lado de la riera Sant Dom¨¦nec, se ti?eron este s¨¢bado de camisetas de grupos y de referencias al festival Canet Rock. En una de las mesas, unos j¨®venes venden pulseras hechas a mano mientras tararean la letra de Una lluna a l¡¯aigua, una de las canciones que abanderan el ¨²ltimo disco de Txarango, sin duda uno de los cabeza de cartel.

Se acercan las seis y empiezan las procesiones de asistentes que enfilan la cuesta hasta la explanada donde se celebra la cuarta edici¨®n del festival des de que se recuper¨®. A las puertas del recinto, Lola y M¨ªriam esperan sentadas en un lado para reunirse con el resto del grupo. Es el primer a?o para estas dos peque?as seguidoras de los valencianos Zoo. Enfrente se encuentra el grupo de Alex, cerveza en mano. ¡°Es un festival diferente. Lo pueden disfrutar j¨®venes y familias por igual¡± asegura.

En el interior, el p¨²blico se dispersa en peque?os grupos que ocupan la gran explanada de c¨¦sped. En uno de los puntos m¨¢s altos del recinto, con vistas al mar y sobre un pareo esperan Marc y Marina. Este joven ha venido expresamente de T¨¤rrega (L¨¦rida) enfundado en una t¨ªpica barretina catalana para asistir al Canet Rock. ¡°Al caer en s¨¢bado y durar solo un d¨ªa he podido escaparme del trabajo¡±, explica Marc. La concentraci¨®n de grupos en una ¨²nica velada tambi¨¦n es una de las razones que han convencido a Mar¨ªa para estrenarse en el festival. ¡°Es econ¨®mico, una noche de desenfreno y diversi¨®n. Este a?o tocaba apuntarse¡±, se?ala.

Los primeros curiosos se acercan a las numerosas paradas de comida. La oferta va desde smothies y batidos hasta churros y cocina mexicana. Incluso hay una parada donde sirven tostadas de jam¨®n con tomate. Una de las m¨¢s concurridas es el puesto de raviolis. Mariona y Jordi hacen cola mientras sus dos hijas peque?as, Bruna y Elna, corretean al ritmo de la m¨²sica. ¡°Es un festival m¨¢s para p¨²blico adolescente y no est¨¢ del todo adaptado para ni?os¡±, asegura Jordi. Aun as¨ª, esta pareja celebra un programa que promueve la ¡°cultura catalana¡± y esperan poder aguantar hasta el concierto de Sopa de Cabra.

El ritmo de la percusi¨®n y la batucada del grupo Hora de joglar parece surgir un efecto im¨¢n en el p¨²blico que poco a poco se empieza a congregar a los pies del escenario. Los sobreros de paja se multiplican por momentos y las banderas empiezan a ondear, celebrando quiz¨¢s que la lluvia a¨²n no ha hecho acto de presencia a pesar de los pron¨®sticos.

La atm¨®sfera cambia completamente con la salida al escenario de La iaia. Al comp¨¢s de una guitarra ac¨²stica y con una delicadeza especial, el tr¨ªo de Manresa ha mostrado el repertorio de su ¨²ltimo trabajo Tornar a ser u. El sonido org¨¢nico marca de la casa fusionada con ritmos el¨¦ctricos especialmente bailables hacen las delicias de un p¨²blico especialmente entregado. Les sigue Gossos que repasan los temas de su trabajo Oxigen. Un buen inicio para una velada que promete ser intensa.