La tregua de la Merc¨¨

Pod¨ªa pasar algo. Una bandera inc¨®moda, un abucheo, la plaza de Sant Jaume coreando alguna consigna... De hecho, todo el mundo lo tem¨ªa. A siete d¨ªas del 1 de octubre y tras una convulsa semana de manifestaciones por la ofensiva del Gobierno espa?ol para frenar el refer¨¦ndum independentista, la fiesta mayor de Barcelona, La Merc¨¨, es un escaparate para cualquier reivindicaci¨®n. Pero ha resultado una tregua al complicado momento pol¨ªtico que viven Catalu?a.

Con la que ha ca¨ªdo, ayer, durante la misa de la Merc¨¨, en el primer banco de la bas¨ªlica se sentaron y se dieron la paz, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el delegado del Gobierno en Catalu?a, Enric Millo; el inspector general del Ej¨¦rcito de Tierra, Fernando Aznar; y el consejero de Interior, Joaquim Forn. Minutos antes, el arzobispo Joan Josep Omella hab¨ªa pedido ¡°cordura¡± a los pol¨ªticos. ¡°Tenemos que evitar la confrontaci¨®n, a violencia y el menosprecio de los otros¡±, dijo.

En la calle, donde se les suma la alcaldesa Ada Colau y habitualmente las autoridades forman corrillos antes de recorrer a pie las calles hasta el Ayuntamiento, ayer posaron con cara de circunstancias. Se les uni¨®, adem¨¢s, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, en un seguici con mucha menos gente de la habitual. Y muchos menos gritos por parte del p¨²blico, que lanzaron alg¨²n t¨ªmido ¡°votarem!¡± y ¡°President!¡±. El puente y la manifestaci¨®n convocada por las entidades independentistas a la misma hora en la plaza de la Universidad vaciaron el centro. De hecho, el gobierno municipal y las entidades pactaron que las movilizaciones no afectaran los escenarios del programa de la fiesta mayor.

M¨¢s all¨¢ de grandes pancartas colgadas en fachadas, tampoco la defensa del refer¨¦ndum ha irrumpido en la plaza de Sant Jaume. Ni el s¨¢bado ni ayer, atestada de p¨²blico que quer¨ªa ver castells, la gente no core¨® consignas m¨¢s all¨¢ de unos instantes. El momento pol¨ªtico y la pregunta m¨¢s repetida ¡ª¡°?Qu¨¦ crees que pasar¨¢?¡±¡ª s¨ª capitaliz¨® las conversaciones en los balcones y salones de la Casa Gran.

Colau, que el viernes durante la lectura del preg¨®n llam¨® a la ¡°responsabilidad¡± y a ¡°respetar todas las ideas¡±, celebr¨® ayer que en la ciudad hayan convivido ¡°el derecho a la protesta con el derecho a la fiesta, desde el respeto¡±. ¡°Quiero felicitar a los barceloneses por su comportamiento¡±.

El concejal de Cultura, Jaume Collboni, se felicit¨® tambi¨¦n por la ausencia de incidentes y celebr¨® que la fiesta ha cumplido con sus dos objetivos: descentralizar el programa con nuevos escenarios y garantizar la seguridad y la normalidad. Se refer¨ªa tambi¨¦n Collboni al dispositivo de seguridad extraordinario que se ha dise?ado teniendo en cuenta que la ciudad est¨¢ en nivel 4 de alerta terrorista tras el ataque yihadista del pasado 17 de agosto.

Desde la oposici¨®n, el PDeCAT y ERC celebraron tambi¨¦n el normal desarrollo de la fiesta y las reivindicaciones. Por su parte, los grupos municipales de Ciutadans y el PP acusaron a Colau de ¡°paralizar la instituci¨®n¡± con decisiones ¡ªtambi¨¦n de los partidos independentistas¡ª como aplazar comisiones o el pleno que estaba previsto para el pr¨®ximo viernes. Carina Mej¨ªas, de Ciutadans, acus¨® a Colau de ¡°silenciar la oposici¨®n¡±. Y Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz (PP) de ¡°suspender la actividad municipal mientras critica la suspensi¨®n del autogobierno de Catalu?a¡±.