La Modelo, a la luz del ¡®proc¨¦s¡¯

El proc¨¦s est¨¢ generando escuela historiogr¨¢fica. En ella se contraponen las virtudes de una Catalu?a en armon¨ªa frente a los vicios del conflicto. En este imaginario catal¨¢n, la naci¨®n es la gran s¨ªntesis superadora de tensiones sociales. Como ejemplo ah¨ª est¨¢ la exposici¨®n La Model ens parla. 113 anys, 13 hist¨°ries, que se puede visitar previa cita hasta el 26 de noviembre en la vieja penitenciaria de Barcelona. Pues bien, recorriendo las 13 historias que propone el Departamento de Justicia de la Generalitat, se ve claramente que el anarquismo y la CNT fueron apenas un accidente y que la II Rep¨²blica y el PSUC ¡ªque no es mencionado ni una sola vez en la muestra¡ª no existieron.

Hace unos d¨ªas, entidades de represaliados por el franquismo visitaron la exposici¨®n. Los viejos inquilinos de esas instalaciones desplegaron ante el pan¨®ptico del viejo centro penitenciario fotograf¨ªas de Miquel N¨²?ez, Numen Mestre, Joan Garc¨ªa-Oliver, Joaquim Puig Pidemunt, Luis Andr¨¦s Edo, los hermanos Rafael y Salvador G¨®mez Tal¨®n¡­ comunistas y anarquistas con el denominador com¨²n de ser los grandes ausentes de la muestra. Y es que la doctrina procesista ha arrojado a las tinieblas exteriores a quienes defendieron con tes¨®n los derechos de los trabajadores y lucharon contra el franquismo. Los ex presos de la dictadura militar leyeron en el pan¨®ptico una carta enviada por el dirigente comunista Alfonso Carlos Com¨ªn a su familia, con motivo del s¨¦ptimo cumplea?os de su hija mayor. Com¨ªn estaba preso en La Modelo. Tambi¨¦n se hicieron eco del olvido en que cae la exposici¨®n sobre su etapa como prisi¨®n de mujeres (1955-1965), cuando las monjas carceleras decidieron vender los terrenos de la vieja prisi¨®n de Les Corts.

Y es que la exposici¨®n es un c¨²mulo de desprop¨®sitos. As¨ª, en la celda n¨²mero 1 Ramon Alb¨® es protagonista: no por inquilino, sino por su contribuci¨®n a poner en pie La Modelo. Este gran catal¨¢n y gran cat¨®lico, que cuando estall¨® la sublevaci¨®n franquista se pas¨® con armas y bagajes al r¨¦gimen de Burgos, hab¨ªa sido destituido de sus cargos por la ministra Victoria Kent al negarse a aplicar la reforma penitenciaria republicana. Alb¨® fue de los impulsores de la doctrina de redenci¨®n de penas por el trabajo que se aplic¨® con fervor mariano durante el franquismo. Adem¨¢s, ocup¨® la vicepresidencia del Patronato de Protecci¨®n de la Mujer, que presid¨ªa do?a Carmen Polo de Franco. Este organismo velaba por la moralidad femenina e impon¨ªa multas a las que se atrev¨ªan a vestir desafiando la moral y las buenas costumbres. En fin, durante los a?os cuarenta el pr¨®cer catal¨¢n tambi¨¦n presidi¨® el Tribunal Tutelar de Menores, siendo pues corresponsable de la desaparici¨®n y deportaci¨®n de ni?os, hijos de republicanos, en los primeros a?os de la posguerra. Pero todo su historial se silencia en favor de su servicio penitenciario a Catalu?a.

Hay otra celda estelar: la dedicada al Complot de Garraf, en el que miembros de Estat Catal¨¤ intentaron matar a Alfonso XIII en Barcelona. He ah¨ª el tu¨¦tano de la historiograf¨ªa procesista: lucha armada contra el Borb¨®n. ¡°La oposici¨®n a la dictadura [de Primo de Rivera] fue encabezada por grupos independentistas, republicanos y anarcosindicalistas¡±, reza la exposici¨®n que recuerda a Jaume Compte y Marcel¡¤l¨ª Perell¨®, integrantes de La Bandera Negra de Estat Catal¨¤. Un no atentado que, al parecer, supuso un gran hito en la historia de Catalu?a.

Sigue el recorrido y entre los represaliados y los m¨¢s de 1.700 fusilados por los franquistas en el Camp de la Bota, la figura es Josep Fortuny, militante de Esquerra Republicana y alcalde de Mollet del Vall¨¨s hasta el fin de la Guerra Civil. Otro pelda?o nacional.

Los libertarios de la exposici¨®n llegan de la mano de Francesc Ferrer i Gu¨¤rdia, fusilado en Montju?c y designado chivo expiatorio de la Semana Tr¨¢gica de 1909 por las autoridades espa?olas con la aquiescencia de grandes prebostes de la Lliga (lo que se silencia). Salvador Segu¨ª, el Noi del Sucre, tambi¨¦n se halla presente en la muestra gracias a que su abogado fue Llu¨ªs Companys. Una celda, tipo museo de cera de madame Marie Tussaud, muestra una mesa de caf¨¦ (debe ser el Tostadero Americano de la plaza de la Universitat, camino del que fue asesinado por los pistoleros de la patronal) y recuerda que ambos eran amigos desde la infancia y de Tornabous (Urgell). Salvador Puig Antich, ¨²ltimo ejecutado al garrote vil, cierra el cupo libertario. Anarquistas, pues, a granel y muy escogidos.

Globalmente el relato es grotesco, tendencioso y lamentable. Es una Catalu?a sin molestos obreros, ep¨ªgonos de anarquistas y comunistas. En fin, si se dan prisa podr¨¢n recibir un curso de inmersi¨®n en corrientes historiogr¨¢ficas procesistas hasta el 26 de noviembre.