En un mundo de hombres, el fot¨®grafo era ella
Una exposici¨®n y un libro recuperan el trabajo de Joana Biarn¨¦s, la primera fotoperiodista espa?ola
Su padre ya era fot¨®grafo, por lo que parec¨ªa que Joana Biarn¨¦s (Terrassa, 1935) lo tendr¨ªa f¨¢cil para hacerse un hueco en este mundo. Pero en la Espa?a de los a?os sesenta que una mujer aspirara a hacer algo m¨¢s que cuidar de su casa, de su marido y de sus hijos no era nada f¨¢cil. Pese a todo, Biarn¨¦s lo consigui¨® y tras unos primeros trabajos relacionados con las tristes inundaciones del Vall¨¨s de 1962 le ofrecieron trabajar en Pueblo, el diario madrile?o de referencia de la prensa vespertina. ¡°Los comienzos no fueron f¨¢ciles. Despu¨¦s de hacer las fotograf¨ªas de las inundaciones tuve que hacer autoestop para poder revelarlas. Salieron en televisi¨®n y fueron las im¨¢genes de esa desgracia¡±, recuerda esta mujer de 82 a?os que muestra una gran vitalidad, y sobre todo una gran memoria. En Pueblo trabaj¨® 22 a?os. ¡°Cuando llegaba a los sitios me preguntaban, ?d¨®nde est¨¢ el fot¨®grafo? y yo respond¨ªa: el fot¨®grafo soy yo, porque nadie entend¨ªa que yo, que estaba de buen ver, me pudiera dedicar a hacer fotograf¨ªas en un mundo de hombres¡±. La particular mirada de la primera fotoperiodista espa?ola que siempre fue a contracorriente, realizando im¨¢genes de deportes: ¡°La primera vez que sal¨ª a un campo la grada me gritaba: ¡®?A fregar platos!, ?qu¨¦ pasa, buscas novio?¡¯. El ¨¢rbitro vino y me pregunt¨® qu¨¦ hac¨ªa ah¨ª y le dije que fotos¡±. Tambi¨¦n reportaje social, cat¨¢strofes, accidentes o ¡°artisteo¡±,como ella misma califica sus fotograf¨ªas de artistas y personajes importantes de los a?os sesenta y setenta, son las protagonistas de una exposici¨®n y un libro que se han presentado esta semana en el Palau Robert de Barcelona.
La exposici¨®n re¨²ne 90 fotograf¨ªas de los cientos que ha realizado durante su dilatada vida Biarn¨¦s, como las im¨¢genes que realiz¨® a los Beatles cuando vinieron a actuar a Barcelona en 1965. ¡°La de ellos bajando las escaleras no est¨¢ porque esa la hizo todo el mundo. Siempre he luchado por hacer im¨¢genes diferentes. ¡®La foto¡¯, como me dijo mi padre¡±. Solo ella se col¨® en el avi¨®n que los trajo de Madrid y en la habitaci¨®n del hotel Avenida Palace donde estuvo con ellos tres horas, proporcionando im¨¢genes ¨²nicas. Entre las fotograf¨ªas de ¡°artisteo¡±, las de casi todos los famosos de la ¨¦poca, desde Marisol hasta Lola Flores, pasando por Roc¨ªo Durcal, Roc¨ªo Jurado, Massiel y su inolvidable La La La de Eurovisi¨®n de 1968. ¡°Yo le acompa?¨¦ a comprar el vestido a Courr¨¨ges de Par¨ªs con el que cant¨®¡±. Momentos impagables como las im¨¢genes del ¡°partido entre folcl¨®ricas y finolis¡±, de actores y directores, como Lucia Bos¨¦, Luis Bu?uel (¡°no le gustaba nada que lo fotografiaran¡±), Orson Wells (¡°era como un toro bravo¡±), o pintores, como Dal¨ª, del que fue una gran amiga y al que fotografi¨® en varias ocasiones en Portlligat. Durante a?os fue la retratista oficial de Raphael y tambi¨¦n accedi¨® al poder como muestran las im¨¢genes de un desfile de moda de caza, en el que la maniqu¨ª pasea su modelo, que incluye una escopeta, ante Carmen Franco, su hija y su nieta, o la sala vip de espera del aeropuerto de Madrid con la reina Sof¨ªa, sus tres hijos y los de los reyes de Grecia.
Pero tambi¨¦n, sobre todo en el libro Joana Biarn¨¦s. Disparando con el coraz¨®n, que tambi¨¦n se present¨® esta semana, pueden verse otra im¨¢genes menos glamurosas de la Espa?a gris y triste del franquismo, que languidec¨ªa a finales de los sesenta. Chema Conesa, comisario de la exposici¨®n, resalt¨® la estrategia de la fot¨®grafa: ¡°Se acercaba mucho a los personajes, hablaba con ellos y de alguna forma constru¨ªa su mundo. Era casi imposible resistirse, decir que no a una mujer tan cercana¡±. As¨ª retrat¨® a gente an¨®nima, en sus quehaceres diarios, o a famosos como Joan Manuel Serrat, que disfruta de una pl¨¢cida siesta en un sof¨¢ delante de la carta de ajuste o la familia Bos¨¦ al completo comiendo ante Biarn¨¦s, sin que les importe que los fotograf¨ªe.
En 1985 dej¨® la c¨¢mara, ante la irrupci¨®n de los paparazzi y se instal¨® en Ibiza donde abri¨® un restaurante que se convirti¨® en punto de referencia. Despu¨¦s de otros 20 a?os se jubil¨® y se traslad¨® a Viladecavalls, donde vio c¨®mo su olvidado archivo empez¨® a ser reconocido. Fue otro fot¨®grafo de Terrassa, Crist¨®bal Castro, preparando una exposici¨®n del 50 aniversario de las riadas del Vall¨¦s, quien se encontr¨® con el excepcional trabajo de Biarn¨¦s. Un documental en 2015, la exposici¨®n que se inaugur¨® en Madrid, y que tras verse en Zaragoza llega ahora a Barcelona, y el libro, son la culminaci¨®n de esta recuperaci¨®n de Biarn¨¦s convertida ya en referencia del fotoperiodismo espa?ol.
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