Reflexiones posteriores al 21-D

Octubre de 2017, aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n Espa?ola a Catalu?a por parte del Estado de Espa?a: intervenci¨®n del r¨¦gimen auton¨®mico de la primera.Esta aplicaci¨®n ha producido, entre otros efectos, el sometimiento de Catalu?a a la tutela jur¨ªdica del Estado. Un ejemplo: el control del Ministerio de Cultura sobre el departamento de la misma denominaci¨®n en lo relativo a los procesos judiciales sobre las obras de arte de Villanueva de Sijena.

No escondamos lo sucedido: la declaraci¨®n unilateral de independencia y la proclamaci¨®n de la Rep¨²blica catalana han causado ese efecto temporal y dirigido al restablecimiento de la legalidad constitucional y estatutaria. Era uno de los sistemas europeos de autonom¨ªa pol¨ªtica mas generosos de Europa.

Los resultados electorales del 21-D, no son determinantes, especialmente si persisten los actuales empecinamientos. La victoria, en esca?os, m¨ªnima de los independentistas, producto de una norma electoral antidemocr¨¤tica, no acompa?ada con la de votantes, no da para independencias ni rep¨²blicas a no ser que se pretenda reincidir en tensiones, riesgos y castigos.

Los pol¨ªticos independentistas han de reflexionar acerca de si una parte del voto de ese signo les ha sido otorgado para que sean ellos y no otros los que reconduzcan la situaci¨®n con olvido de toda clase de utop¨ªas.

?Que hacer? Con buena voluntad, sentido com¨²n y realismo pol¨ªtico, alcanzar un acuerdo legal a partir de la experiencia adquirida: los unos, que los caminos y m¨¦todos utilizados hasta el momento no son viables y los otros, que Catalu?a ha de ser tratada con afectuosa cordialidad dentro de la Constituci¨®n, con la finalidad de lograr la reconciliaci¨®n civil, o al menos, la conllevancia.

De inmediato y para ya, hay que afrontar la situaci¨®n procesal penal de los investigados, con imaginaci¨®n ¡ªas¨ª, incluso los residentes en B¨¦lgica han sufrido, de facto, limitaciones jur¨ªdicas¡ª y generosidad revisando, en lo posible, su situaci¨®n ponderando con la m¨¢xima amplitud y aunque sea a t¨ªtulo provisional los hechos imputados as¨ª como las circunstancias en que se han producido, como es obligaci¨®n de los jueces. El cumplimiento, importante, desde luego, de las normas penales no agota el problema: existen otros derechos, ilusiones y esperanzas de muchos ciudadanos merecedores de consideraci¨®n. Las responsabilidades han de ser decididas en la sentencia final del proceso y no, anticipadamente, con la adopci¨®n de medidas cautelares

Por ¨²ltimo, si se me permite, una recomendaci¨®n: recordar los a?os de la historia de Catalu?a de 1640 a 1659, desde el Corpus de Sang y la Guerra dels Segadors hasta la Paz de los Pirineos, en los que, con un terrible coste, los catalanes fuimos: Espa?a, Francia y protectorado franc¨¦s para terminar siendo, otra vez Espa?a, y eso que, entonces, contamos con la ayuda de Portugal, Francia, Arag¨®n, Valencia, Navarra y Vizcaya. Aleccionador. La historia, como tantas veces, maestra de vida.

?ngel Garc¨ªa Fontanet es magistrado jubilado.?