Un documental celebra el esp¨ªritu de Eina en su 50? aniversario

La escuela Eina, una de las referencias internacionales del dise?o en Catalu?a, naci¨® de la rebeli¨®n y la dignidad, como reacci¨®n a un acto de censura y un despido. Lo cuenta la interiorista italiana Anna Maio, gerente de Eina entre 1992 y 2011, al comienzo de la pel¨ªcula de Poldo Pom¨¦s, Eina, el esp¨ªritu contempor¨¢neo, cuyo estreno ha puesto el broche de oro a los actos para el 50? aniversario de la escuela. El documental, que se present¨® en la noche del martes en el Museu del Disseny de Barcelona, recorre medio siglo a trav¨¦s de los recuerdos de dise?adores, arquitectos, artistas, docentes y alumnos de todas las generaciones, desde que Maio y los artistas Rafols Casamada y Mar¨ªa Girona fueron a ver la torre antigua en las afueras de la ciudad que se convertir¨ªa en uno de los signos de identidad de Eina.

¡°Ten¨ªa una magia como de isla, como de faro alejado de la ciudad, donde se encontraba una extraordinaria concentraci¨®n de talentos, un colectivo amplio y heterog¨¦neo de profesionales del dise?o, artistas visuales, fot¨®grafos, que cuando no estaban all¨ª estaba ejerciendo su oficio¡±, explica el exalumno Juli Capella, uno de los dise?adores de referencia de la transformaci¨®n de Barcelona en los a?os 90. No es el ¨²nico que destaca la peculiaridad de la escuela: un cuerpo docente formado no s¨®lo por profesores universitarios, sino por los mejores profesionales de cada ¨¢mbito, que trabajan en un marco de total libertad, ajenos a constricciones burocr¨¢ticas y acad¨¦micas en un constante cuestionamiento de la realidad.

Plasmar el esp¨ªritu de Eina y transmitirlo en 40 minutos ha sido el reto de Pom¨¦s, que ya hab¨ªa cosechado dos ¨¦xitos sonados con los documentales dedicados a Jos¨¦ Coderch y a Miguel Mil¨¢, cuyo testimonio tambi¨¦n aparece en esta obra. ¡°Yo no fui a la universidad, pero este trabajo me dio ganas de apuntarme¡±, confiesa Pom¨¦s, que ha rescatado del ba¨²l de los recuerdos algunas de las fiestas y las legendarias acciones de Eina, como el proyecto de transformaci¨®n del jard¨ªn. Tambi¨¦n le ha ayudado el material documental recopilado a trav¨¦s del proyecto ? la recherche..., una reuni¨®n de antiguos alumnos que proporcionaron fotograf¨ªas y memorias de aquellos a?os. El documental incluye los 50 logos creados para el aniversario por dise?adores como Am¨¦rica S¨¢nchez, autor tambi¨¦n del primer logotipo, Mario Eskenazi, Enric Satu¨¦, Claret Serrahima y Pati Nu?ez, entre otros.

¡°Es una pel¨ªcula de autor, no una obra promocional¡±, asegura Oriol Pibernat, comisario del programa Eina50anys. ¡°He trabajado con total libertad y de hecho no hay s¨®lo celebraci¨®n, sino tambi¨¦n unos apuntes cr¨ªticos¡±, confirma Pom¨¦s, que se encontr¨® frente a la ardua tarea de elegir los entrevistados en la largu¨ªsima lista de profesionales vinculados a la escuela. ¡°Relacionar sus nombres significa tomar conciencia de la huella y la importancia de Eina en la historia de la ciudad y el pa¨ªs¡±, asegura Pom¨¦s, que no oculta los momentos dif¨ªciles de la historia de la escuela.

El golpe de Bolonia

Es el caso del golpe asestado por la implementaci¨®n en 2010 del europeo Plan Bolonia, que restringi¨® la posibilidad de emplear docentes dedicados a otras actividades profesionales, poniendo as¨ª en entredicho sus premisas fundacionales. ¡°Eina ha tenido que enfrentarse a las nuevas normas burocr¨¢ticas y ahora se encuentra frente a otra encrucijada: la presencia del arte. Al principio se llamaba escuela de arte y dise?o, luego se invirtieron los t¨¦rminos, y esta fue perdiendo importancia¡±, indica el artista Jordi Colomer, que represent¨® a Espa?a en la ¨²ltima Bienal de Venecia, fue alumno y profesor de Eina y ahora forma parte del patronato. Colomer, que en el documental aparece con los artistas Sergi Aguilar y Jordi Fulla, el cr¨ªtico Joan Minguet Battlori y el director de la Virreina Valent¨ªn Roma, lamenta las excesivas presiones de una ense?anza demasiado reglada. Entre el aplauso un¨¢nime solo un apunte cr¨ªtico: ¡°una vez m¨¢s la proporci¨®n de mujeres entrevistadas no refleja la realidad¡±, asegura la artista Francesca Llopis.