¡°?Por qu¨¦ dicen que soy mayor?¡±
Save the Children trabaja en crear un ¡°asesor¡± que garantice los derechos de los menores extranjeros no acompa?ados
Youssouf responde con frases cortas. Este guineano lleg¨® a Espa?a hace cuatro meses. Dice que tiene 15 a?os, pero un Fiscal de menores lo niega. Vino a trabajar, a buscar un futuro mejor que el que dej¨® en casa de su madre, pero una prueba de edad lo aleja del sistema de protecci¨®n que la Generalitat prev¨¦ para los menores extranjeros no acompa?ados (MENA). Youssouf no entiende su situaci¨®n. ¡°No conocen mi historia¡±, dice. ¡°?Por qu¨¦ dicen que soy mayor de edad?¡±, repite en dos ocasiones. ¡°Nunca mentir¨ªa sobre mi edad¡±. Seg¨²n su abogado, Albert Par¨¦s, el chico lleg¨® con una partida de nacimiento que acredita la edad que dice. El joven entra ahora en un proceso judicial para demostrar su edad, que se puede alargar hasta el a?o.
Save the Children se?ala que esta es solo una de las vulneraciones de los derechos que sufren los MENA. Emelie Rivas es responsable de pol¨ªtica de infancia de la ONG en Catalu?a y explica que, nada m¨¢s llegar, las autoridades no escuchan a los chicos, no les informan y tampoco se les presta un representante legal. Son derechos, dice, que recoge el Convenio sobre los Derechos del Ni?o. ¡°No entienden por qu¨¦ est¨¢n en Fiscal¨ªa y no hablan castellano¡±, se?ala.
Desde la ONG trabajan en el dise?o de la figura del ¡°asesor¡±, que acompa?ar¨ªa a los j¨®venes desde que llegan a Espa?a para seguir su itinerario hasta los 21 a?os, cuando finalmente logren emanciparse. Youssouf ha encontrado una salida temporal en la Fundaci¨®n La Vinya que, junto a C¨¢ritas, le ofrecen un piso en L¡¯Hospitalet de Llobregat. Ignasi Escudero es su educador social. A su lado, ayuda a explicar la historia de este chico que estudia castellano por las tardes y quiere hacer un curso de electricidad.
Seg¨²n los datos de la Direcci¨®n General de Atenci¨®n a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), los menores extranjeros vienen de Marruecos, ?frica subsahariana y el Magreb y tienen entre 15 y 17 a?os cuando llegan solos a Catalu?a. En 2016 llegaron 684 menores no acompa?ados a Catalu?a y en 2017 la cifra se dispar¨® con 1.489 llegadas. Cuando se detecta a un posible menor en las calles, se le conduce a la comisar¨ªa de los Mossos d¡¯Esquadra. All¨ª se le pide la documentaci¨®n, si lleva, y es conducido a un centro de la DGAIA. D¨ªas o semanas despu¨¦s se les hace la radiograf¨ªa para determinar la edad que, seg¨²n Save the Children y Par¨¦s, tienen un margen de error de dos a?os y ¡°est¨¢n pensadas para hombres de raza blancaoccidental¡±. La ONG y este letrado desde la asociaci¨®n Noves Vies, denuncian que la Fiscal¨ªa realiza la prueba de manera ¡°indiscriminada¡±, aun cuando sus pasaportes se?alan que son menores.
Rivas pone el foco en este ¡°asesor¡± para que tambi¨¦n agilice los permisos de residencia y trabajo a los MENA desde el momento que ingresan en los centros. Desde la DGAIA aseguran que el Gobierno hace un uso ¡°muy estricto¡± de la Ley de Extranjer¨ªa y no permite que estos permisos se empiecen a tramitar hasta los nueves meses del ingreso. ¡°Con 16 a?os no pueden trabajar, cuando un chico catal¨¢n s¨ª puede¡±, critica Rivas. Fuentes de la DGAIA explican que hay chicos que cumplen 18 a?os y al no tener documentaci¨®n, un NIE, no pueden cobrar las prestaciones que contempla el sistema ante la imposibilidad de abrir una cuenta corriente.
Nuevas plazas para atender a los menores
Desde un c¨¦ntrico local de Barcelona, Abdoluie Camara muestra sonriente su permiso de residencia temporal. Tiene 19 a?os y hace unas semanas, el juez le dio la raz¨®n y confirm¨® la validez de su pasaporte que certificaba los 17 a?os que ten¨ªa. La Fundaci¨®n Cepaim le ha facilitado una habitaci¨®n y, gracias a ella, ha aprendido castellano y se ha formado en una empresa de pintura.
Desde Save The Children, Rivas describe a este ¡°asesor¡± como una figura que aglutine las funciones que tienen los directores de centros, la DGAIA y los educadores. El objetivo es que los chicos tengan siempre un acompa?ante, ya que, seg¨²n Rivas, llegan a tener hasta cinco educadores diferentes durante su recorrido. Su modelo de referencia es Holanda, donde un trabajador social con formaci¨®n jur¨ªdica decide a qu¨¦ casa o qu¨¦ familia (no existen centros).
La DGAIA cre¨® 600 plazas nuevas en 2017 para atender la llegada de estos menores extranjeros. El colapso de la Generalitat se puso en evidencia el noviembre pasado cuando se supo que decenas de menores pasaban hasta cuatro noches en los calabozos de la Ciudad de la Justicia. Fuentes de la DGAIA reconocen que el sistema de protecci¨®n est¨¢ organizado para atender a una ¡°veintena de adolescentes¡± al mes, pero no para ¡°dar cabida a las cifras de los ¨²ltimos meses¡±. En enero de este a?o llegaron, 164 y en febrero, 146.
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