La alquimia y el ¡®proc¨¦s¡¯
El secesionismo catal¨¢n se alimenta de promesas de futuro, vive de la renta de que su reino no es de este mundo
Las sesiones parlamentarias de investidura del presidentTorra han estado plagadas de referencias a su incontinencia en las redes sociales. Su pasi¨®n por hermanar especies animales con ciudadanos espa?oles tambi¨¦n ha subido al podio de grandes ¨¦xitos, as¨ª como su fascinaci¨®n por Estat Catal¨¤. En declaraciones posteriores, ha asegurado que ya no piensa as¨ª. El cargo lo debe haber cambiado y habr¨¢ que concederle el beneficio de la duda para facilitar su plena reinserci¨®n.
En medio de todo este ruido, sin embargo, se ha reparado poco en el modelo social que defiende el candidato. No el referido a ese salario m¨ªnimo de 1.100 euros que prometi¨®, ni a la recuperaci¨®n por parte de la Generalitat de Aig¨¹es Ter-Llobregat (privatizada por anteriores encarnaciones de independentistas), ni a la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa¡ Ese es el anzuelo con el que el independentismo espera aumentar el n¨²mero de capturas para as¨ª acercarse a ese so?ado list¨®n del 50% del electorado que tanto se le resiste.
Las medidas sociales torpedeadas por el Gobierno central con sus recursos al Constitucional son blandidas, parad¨®jicamente, por quienes comparten en buena medida la filosof¨ªa de fondo de la austeridad recortes mediante. No todos los independentistas piensan as¨ª, pero s¨ª una parte del mayoritario Junts per Catalunya, lista a la que pertenece el president. Utilizan propuestas progresistas como estribillo del proc¨¦s desde la era Puigdemont. Se acompa?an de ellas en los grandes momentos. Por eso no pod¨ªan faltar en la investidura de Torra.
Pero hay peque?os gestos, expresiones traidoras, que delatan el subconsciente. Sorprende, por ejemplo, que tras asumir un programa t¨¦cnicamente social-dem¨®crata, el candidato a la investidura tenga un peque?o lapsus y diga que la redistribuci¨®n de rentas es la forma que adopta hoy d¨ªa la caridad. Con esa afirmaci¨®n, Torra emerge ¡ªcual Aquiles empu?ando intuitivamente las armas en Skyros¡ª como un democristiano de pro: asocia la laica Rep¨²blica procesista con la virtud de la caridad. El gui?o tomista del nuevo presidente no sorprende. Torra ha pasado por la direcci¨®n del diario democristiano El Mat¨ª. El nuevo president es pues seguidor de Don Luigi Sturzo a fuer de liberal: ha formado parte de la Fundaci¨® Catalunya Oberta, creada por el imputado Llu¨ªs Prenafeta, que no se ha caracterizado ¡ªces¨® en sus actividades en 2017¡ª ni por su fe en la filantrop¨ªa ni por su esperanza en la capacidad redistributiva del Estado. La Fundaci¨® Catalunya Oberta s¨ª manifest¨®, en cambio, su voluntad implacable de deconstruir con sus propias manos cualquier atisbo de intervencionismo regulador del Estado.
Todo el mundo tiene derecho a cambiar de opini¨®n y el proc¨¦s ha sido la piedra filosofal que ha convertido a conservadores en radicales, a democristianos en fervientes defensores de personas LGTBI, y a liberales en estatistas a ultranza. El problema es el grado de sinceridad de tanta conversi¨®n masiva. Y hay dudas m¨¢s que razonables de todos hayan abrazado de coraz¨®n la nueva fe.
El proc¨¦s es capaz de digerirlo todo, de convencer a sus creyentes incondicionales de una cosa y la contraria en cuesti¨®n de segundos. Pero igual que la justicia alemana y belga han colocado los razonamientos del juez Llarena sobre la extradici¨®n de los ex consejeros catalanes ante el espejo, para el independentismo ser¨ªa conveniente someterse al escrutinio desde el laicismo, incluso el agnosticismo, para hacer acopio de cordura pol¨ªtica.
El secesionismo catal¨¢n se alimenta de promesas de futuro, vive de la renta de que su reino no es de este mundo. Ese horizonte le permite colocar a un liberal al frente de un Gobierno que dice defiende medidas sociales de choque. El riesgo es caer en la caricatura y el trampantojo. Pero eso no le impide prometer sin despeinarse que cuando Catalu?a llegue a ser independiente, seg¨²n el argumentario soberanista, desaparecer¨¢ la burbuja del alquiler, la Generalitat har¨¢ lo que ahora no hace: invertir junto a los ayuntamientos para solucionar el problema de los sin techo; se impulsar¨¢n las energ¨ªas renovables y funcionar¨¢ la renta garantizada de ciudadan¨ªa que el Gobierno catal¨¢n no ha sido capaz de activar eficazmente. Todo queda fiado a un ejercicio de alquimia en el que el proc¨¦s juega un papel impagable: es la carrera interminable en pos de una independencia inalcanzable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Gobierno auton¨®mico
- Conflictos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Elecciones
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Legislaci¨®n
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Quim Torra
- Justicia
- Declaraci¨®n Unilateral Independencia
- Ley Refer¨¦ndum Catalu?a
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Legislaci¨®n auton¨®mica
- Catalu?a
- Autodeterminaci¨®n
- Refer¨¦ndum
- Generalitat Catalu?a
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Independentismo