Exitazo editorial

Hay una artista conceptual serbia llamada Marina Abramovic que suele llevar a cabo happenings de riesgo, con su propio cuerpo como objeto art¨ªstico central. Una vez se tendi¨® en una sala de museo junto a diversos objetos violentos, e invit¨® al p¨²blico a usarlos con ella; lo que al principio fue prudencia de los visitantes acab¨® anim¨¢ndose, y un tipo lleg¨® a apuntarle con una pistola. Ahora ha anunciado que en 2020 se electrocutar¨¢ con un mill¨®n de voltios. Siempre est¨¢ en el filo de lo imprudente y temerario, con la posibilidad de que un d¨ªa el c¨¢lculo de riesgo-beneficio no se ajuste a lo previsto. Pero, bueno, eso es lo que tienen las performances: lo que parece una idea brillante puede convertirse en ocasiones en algo peligroso. O en algo rid¨ªculo.

Y lo que le pareci¨® una idea brillante al grupo de Ciudadanos en el Parlament es que cada diputado colocara sobre la mesa un ejemplar del Quijote, cuando su portavoz Fernando de P¨¢ramo preguntara al Govern por el acto universitario sobre Cervantes ¡ªorganizado por Societat Civil Catalana¡ª que boicotearon unos CDR. En reuniones creativas, a veces se le dice a un guionista: ¡°a esa idea, dale una vuelta¡±. Por supuesto, es un eufemismo, una manera suave de decir ¡°?c¨®mo se te ha podido ocurrir semejante chorrada?¡±.

Pues no le dieron una vuelta: ah¨ª estaban los 36 parlamentarios de C¡¯s con sendos ejemplares del Quijote. Nuevecitos, la misma edici¨®n para todos. No hab¨ªa ni uno m¨ªnimamente manoseado, con aire de haber sido le¨ªdo; podr¨ªan haber optado por ese mensaje: somos tan cultos que sabemos el Quijote de memoria, lo leemos en el refectorio cuando hacemos convivencias de grupo, o en el ba?o, lo subrayamos, quedamos con Francisco Rico para discutir sobre su edici¨®n cr¨ªtica, Carrizosa se disfraz¨® de Sancho Panza en la cena de Navidad... No, ni siquiera esa presunci¨®n, s¨®lo un gesto decorativo, un centro a puerta vac¨ªa para que la consellera Laura Borr¨¤s ¡ªy luego el president Quim Torra, que no pierde oportunidad de lucir cultura cl¨¢sica¡ª se extendiera en elogios hacia Cervantes y su obra m¨¢s c¨¦lebre, y acabara recomendando a los diputados de la oposici¨®n que leyeran el libro, casi con la advertencia de que entraba en examen. Ah, y de paso, esquivara cualquier comentario sobre el acto universitario que, presuntamente, motivaba la intervenci¨®n de De P¨¢ramo. En fin, a los hidalgos de Ciudadanos les falt¨® ingenio, pero hay que aplaudirles ese gesto de est¨ªmulo de la industria editorial, que falta le hace: 36 libros de una tacada no se venden cada d¨ªa.

No se sorprendan, es comprensible que Ciudadanos act¨²e con esa gesticulaci¨®n. Forma parte de lo que podr¨ªamos denominar el tercer eje de la pol¨ªtica catalana. Los dos primeros son los habituales, es decir, derecha-izquierda y constitucionalismo-independentismo. El tercero es el eje conflicto-distensi¨®n, y en ese terreno ¡ªpor supuesto, en el lado del conflicto¡ª, Ciudadanos se siente comod¨ªsimo. Y Junts per Catalunya, bastante c¨®modo tambi¨¦n. Ambos grupos comparten una pasi¨®n por la solemnidad, la ret¨®rica, el simbolismo, el nacionalismo tradicional, y tienden a considerar un engorro hablar de medidas pol¨ªticas concretas. Incluso los propios nombres de ambos grupos son ret¨®ricos; a¨²n m¨¢s, ser¨ªan intercambiables sin apenas modificaci¨®n. Prueben.