La Crida Nacional, el ¡®melting pot¡¯ independentista
El objetivo de la plataforma es romper la din¨¢mica de los acuerdos entre partidos que, seg¨²n sus impulsores, ¡°ya se ha probado y no funciona¡±
Despu¨¦s de la presentaci¨®n de la Crida Nacional per la Rep¨²blica el pasado lunes 16 en Barcelona, Pilar Rahola expresaba en su columna en La Vanguardia que en el trasfondo del nuevo proyecto independentista liderado por Carles Puigdemont subyac¨ªa ¡°la dial¨¦ctica entre la idea de partido cl¨¢sico y la de gran movimiento al estilo del Scottish National Party (SNP)¡±. La met¨¢fora de la columnista cercana al expresidente de asimilar la Crida al partido de Alex Salmond ha sido la m¨¢s usada por el conjunto de analistas para tratar de explicar en qu¨¦ consiste la Crida.
Su asimilaci¨®n con el SNP no es m¨¢s que una simplificaci¨®n basada en que este ¨²ltimo es hegem¨®nico en el independentismo escoc¨¦s. Aunque como dibuja el profesor de la Universidad de Stirling Peter Lynch en SNP: The History of the Scottish National Party ¨¦ste no es un movimiento sino un partido pol¨ªtico a la vieja usanza que se ha modernizado. Ivan Serrano, profesor de ciencia pol¨ªtica en la Universitat Oberta de Catalunya, considera que en Catalunya ¡°es muy importante la sociedad civil organizada mientras en Escocia la movilizaci¨®n social es m¨¢s vertical y se canaliza a trav¨¦s de los partidos. El SNP no recibe tanta presi¨®n desde la calle para cambiar la agenda pol¨ªtica¡±.
Coincide Andrew Dowling, historiador de la Universidad de Cardiff en que ¡°la sociedad catalana es estructuralmente diferente a la escocesa. La inmigraci¨®n de otras partes del Reino Unido a Escocia es muy minoritaria, alrededor a un 6%. La sociedad escocesa es muy homog¨¦nea. No es el caso de Catalu?a¡±. El autor de The Rise of Catalan Independence: Spain's Territorial Crisis, a?ade que el SNP, fundado en 1934, ¡°tard¨® muchos a?os en ser hegem¨®nico y solo lo consigui¨® despu¨¦s de su giro hacia la izquierda despu¨¦s de los sesenta¡±.
En realidad la Crida, seg¨²n el historiador Agust¨ª Colomines, uno de sus m¨¢ximos ide¨®logos, se inspira ¡°en una combinaci¨®n de la Asamblea Nacional Catalana y del PSUC¡±. A nivel ideol¨®gico lo hace ¡°en la resistencia francesa porque en ella participaba gente de toda procedencia¡±. No en balde su acr¨®nimo puede leerse tambi¨¦n como Consejo Nacional de la Resistencia, el ¨®rgano que coordin¨® los movimientos hostiles al gobierno de Vichy y presidi¨® Jean Moulin, delegado del general De Gaulle.
A nivel organizativo el movimiento pretende asemejarse a La R¨¦publique En Marche!, que en menos de un a?o llev¨® al Eliseo a Emmanuel Macron. Pol¨ªticamente la Crida se parecer¨¢ al SNP en el sentido que tendr¨¢ agenda pol¨ªtica m¨¢s all¨¢ de demandar la independencia y que lo har¨¢ en el espectro del centro-izquierda. Lo que, sin duda, entrar¨¢ en competencia por el espacio natural de ERC, que vive con nerviosismo la operaci¨®n.
Adem¨¢s de Colomines entre los promotores de la Crida se encuentra Ferran Mascarell y personas que se definen de izquierdas como Josep Ferrer i Llop, Germ¨¤ Bel, Toni Morral o Aurora Madaula, entre otros. A ellos, desde la vertiente liberal, se unen figuras como Marc Guerrero, Elsa Artadi y Eduard Pujol. Serrano ve l¨®gico que la Crida quiera competir por el centro-izquierda ¡°para conseguir un m¨ªnimo del 30% de los votos porque es como se define la mayor¨ªa de la poblaci¨®n catalana¡±. Y enfatiza que ¡°los 50 diputados de Mas en 2012 que fueron un mal resultado electoral ser¨ªa bueno ahora para el nuevo proyecto vista la fragmentaci¨®n de los espacios¡±.
El objetivo de la Crida es romper la din¨¢mica de los acuerdos entre partidos que seg¨²n sus impulsores ¡°ya se ha probado y no funciona¡±. Para tratar de conseguir la hegemon¨ªa el movimiento tratar¨¢ de hacerlo a partir de la movilizaci¨®n que permite el legado emocional del 1-O y los juicios a los l¨ªderes independentistas en las pr¨®ximas elecciones municipales y europeas o incluso en unas catalanas anticipadas. Se pretende con ello dar un paso m¨¢s que la ANC, que no participa de la contienda electoral, y que no permite JuntsxCat por ser una marca electoral demasiado ligada al PDeCAT.
La atenci¨®n est¨¢ puesta ahora en el c¨®nclave de los exconvergentes del fin de semana y en su decisi¨®n de participar o no en el nuevo movimiento. Lo que se decida ser¨¢ menos importante de lo que se presupone. Los impulsores de la Crida no han gastado energ¨ªas tratando de conseguir alianzas previas con ERC o Dem¨°crates porque lo que se pretende es que el proyecto lo impulse el electorado de amplio espectro. Y, por tanto, que sean las bases qui¨¦nes vac¨ªen las dem¨¢s formaciones desde abajo sin tener que pasar por los peajes de los acuerdos entre direcciones. ¡°Le denominan populismo ¡ªresume Colomines¡ª, pero tan siquiera lo es en tanto que los movimientos de resistencia nacional lo son¡±. Est¨¢ por ver si en el camino a la consolidaci¨®n de la Crida Carles Puigdemont abandonar¨¢ su militancia en el PDeCAT.
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