?Estamos peor que hace un a?o?

?La situaci¨®n pol¨ªtica catalana est¨¢ peor que hace un a?o?

A principios de agosto de 2017 ya se sab¨ªan algunas de las cosas que pasar¨ªan y que pasaron. Ya estaba aprobado el proyecto de ley de refer¨¦ndum y se ten¨ªa noticia bastante detallada de la ley de transitoriedad. S¨®lo bastaba leer los tres primeros art¨ªculos de la primera para saber que vulneraba abiertamente, con descaro absoluto, las bases de nuestro Estado constitucional. En estos tres art¨ªculos se declaraba que la soberan¨ªa reside en el pueblo de Catalu?a y que esta ley que regulaba un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n prevalec¨ªa sobre todas las dem¨¢s normas del ordenamiento. En definitiva, el pueblo de Catalu?a, depositario de la soberan¨ªa, pasaba a ser un poder constituyente.

Despu¨¦s pas¨® lo que pas¨®, lo que ten¨ªa que pasar tras lo aprobado el d¨ªa 6 de septiembre. Por esto sostuvimos algunos, ya ese mismo d¨ªa, que en el Parlamento se hab¨ªa producido un aut¨¦ntico golpe de Estado y sus autores ten¨ªan plena conciencia de ello, bien informados por sus ¨®rganos jur¨ªdicos asesores. Este mismo 6 de septiembre advert¨ª en estas p¨¢ginas de que en ese d¨ªa se iba a repetir un golpe de Estado semejante al de 1934 y record¨¦ que sus principales autores hab¨ªan ido inmediatamente a la c¨¢rcel. La semana anterior hab¨ªa sostenido que deb¨ªa aplicarse, preventivamente, el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n.

Pero esta situaci¨®n grav¨ªsima no se ataj¨® a tiempo. Le falt¨® coraje a Rajoy. Y lo m¨¢s grave es que este golpe de Estado no se ha desactivado a¨²n, los golpistas campan a sus anchas, cada vez con mayor desfachatez, mandan en las calles, nadie les contiene. ?Sirven para algo los mossos?

Dos factores han empeorado la situaci¨®n. En primer lugar, como ha sido inevitable y en un Estado de derecho no puede ser de otra manera, quienes han cometido un delito deben pagarlo. Por ello, unos responsables est¨¢n procesados, otros encarcelados, unos terceros son pr¨®fugos de la justicia. Puigdemont est¨¢ ahora en B¨¦lgica y Junqueras en un centro penitenciario: hace un a?o eran presidente y vicepresidente de la Generalitat. Por lo visto, jugaban de farol.

La circunstancia es ins¨®lita en un pa¨ªs europeo con una democracia respetada como es el caso de Espa?a. Y las perspectivas, en prisi¨®n provisional o definitiva tras la previsible condena, son que en esta situaci¨®n permanecer¨¢n muchos a?os. As¨ª pues, a las consignas tradicionales se ha a?adido una nueva que amplia el radio del independentismo: ¡°libertad presos pol¨ªticos¡± (sic).

Hasta ahora los Comunes, el partido de Colau, representante en Catalu?a de Podemos, no se hab¨ªa declarado abiertamente independentista, se mostraba ambiguo y entre sus dirigentes no todos opinaban igual sobre esta cuesti¨®n. En todo caso, su posici¨®n oficial era que defend¨ªan el derecho a decidir pero no la independencia. Conociendo su escaso respeto al Estado de derecho, no s¨¦ por qu¨¦ raz¨®n se les situaba en el sector constitucionalista. Pues bien, es momento de cambiarlos de bando. Colau se ha unido al independentismo al aceptar que los dirigentes encarcelados son presos pol¨ªticos y lo manifiesta 24 horas al d¨ªa con su gigantesco lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona. No le demos m¨¢s vueltas, seguramente escogi¨® bando hace tiempo y lo ocultaba, pero ahora lo demuestra mediante hechos.

Pero hay otro dato m¨¢s grave y concluyente. Colau insiste ahora en posiciones contrarias a la monarqu¨ªa parlamentaria. Lo dec¨ªa, de forma simplona, en sus declaraciones a EL PA?S hace unos d¨ªas: no soy mon¨¢rquica. ?C¨®mo si los dem¨¢s lo fu¨¦ramos! Por lo visto, no sabe, o no quiere, distinguir entre la monarqu¨ªa de hace un siglo y la actual. Actualmente hay una campa?a contra la Constituci¨®n de 1978, disfrazada de acusaciones y reproches a la monarqu¨ªa, claramente encaminada a desestabilizar el sistema pol¨ªtico. No se enga?en: es una campa?a contra la actual democracia constitucional, la monarqu¨ªa es la excusa f¨¢cil, el eslab¨®n d¨¦bil. En estas posiciones coinciden el independentismo, Podemos y Colau (y se les unir¨¢ el PNV cuando le convenga). Tambi¨¦n eso les une, todos est¨¢n en el mismo bando, a partir de septiembre lo comprobaremos. Por tanto, la crisis catalana se proyectar¨¢ en Espa?a, hay un estado de insurrecci¨®n latente que, si no se reacciona, puede explotar en cualquier momento.

?Estamos peor? La pregunta del t¨ªtulo era de una falsa ingenuidad provocativa. ?Claro que estamos peor! No s¨®lo en Catalu?a sino tambi¨¦n en Espa?a.