¡°Hace falta tener serenidad dentro del caos¡±
Jonathan Garcia fue el aspirante m¨¢s joven que pas¨® las oposiciones de Bombers de la Generalitat
Jonathan Garcia es un bombero precoz. De entre los 153 elegidos que lograron pasar las ¨²ltimas oposiciones de Bombers de la Generalitat, ¨¦l fue el m¨¢s joven, 23 a?os. Pasar el corte era especialmente exigente. ¡°Las notas fueron muy altas, la gente llevaba mucho tiempo prepar¨¢ndose¡±, detalla. El Departamento de Interior no convoc¨® pruebas durante siete a?os, tiempo que los candidatos aprovecharon para mejorar su condici¨®n f¨ªsica y engrosaban su curr¨ªculum. Adem¨¢s, fue la primera vez que se eliminaba el filtro del l¨ªmite de edad. El proceso de selecci¨®n mezcla las pruebas f¨ªsicas con los conocimientos te¨®ricos y recompensa a aquellos candidatos que suman m¨¢s m¨¦ritos, ya sea con experiencia acumulada en campa?as forestales o con la tenencia de los carn¨¦s para conducir camiones y veh¨ªculos especiales. Jonathan, natural de Montgat, aprob¨® y se enfund¨® el traje con los 23 reci¨¦n cumplidos.
Gav¨¤ fue su parque de pr¨¢cticas y ahora est¨¢ destinado en el ventoso Llan?¨¤. ¡°Mucha gente me dec¨ªa que, tan joven y siendo la primera vez que me presentaba a examen, lo ten¨ªa casi imposible. Pero soy un poco terco¡±, admite. Lo de ser bombero nunca fue un capricho. ¡°Siempre lo tuve claro, jam¨¢s hubo un plan B¡±, confiesa. ¡°Si tengo que dedicar 30 o 35 a?os de mi vida a trabajar, que sea en algo que me apasione¡±, razona. Al terminar el instituto se matricul¨® en Ciencias de la Actividad F¨ªsica-INEF: ¡°Pens¨¦ que era lo mejor para prepararme para bombero¡±. Incluso cambi¨® el baloncesto por el atletismo para engrasar su puesta a punto. Se sac¨® la licenciatura en un ¨²ltimo curso agobiante, donde combin¨® los libros de la universidad con los manuales te¨®ricos para la oposici¨®n. El camino no fue f¨¢cil pero, dice Jonathan, lo hizo m¨¢s amable recorrerlo de la mano de Javi, un cabo de los Bombers al que presenta como un gu¨ªa. ¡°Fue mi entrenador durante toda la oposici¨®n, y no fue solo un entrenador, tambi¨¦n un buen consejero¡±.
Jonathan evoca su infancia de ni?o movido para sustentar un temprano convencimiento de que los despachos y los espacios cerrados no hab¨ªan sido dise?ados para ¨¦l. ¡°Siempre me ha atra¨ªdo ayudar a los dem¨¢s, ya sean personas o animales¡±, indica. Sin suficiente vocaci¨®n por la medicina o la veterinaria, aquel muchacho inquieto focaliz¨® su instinto en los rescates y el salvamento. Fue socorrista en su adolescencia y, pese a que el influjo familiar lo impulsaba hacia el cielo para convertirlo en piloto de helic¨®ptero de rescate, como el padre, Jonathan se qued¨® con los pies en el suelo y, como mucho, se monta en el cami¨®n.
Una d¨¦cada despu¨¦s
Nombre y edad: Jonathan Garcia. 25 a?os
Si no fuera lo que es le hubiera gustado ser... " Nunca contempl¨¦ ser otra cosa"
Se va de vacaciones: "A Biarritz a hacer surf y, luego, a Malta"
Dentro de 10 a?os trabajar¨¢ en... "Espero que en alguno de los parques de referencia. Tambi¨¦n me gustar¨ªa formar parte de alguna ONG".
Lleva poco m¨¢s de un a?o como bombero profesional, antes se hab¨ªa empleado como auxiliar forestal, en Amposta y en Hostalric, y asegura que la faena no defrauda las expectativas que cultiv¨® durante largo tiempo: ¡°Llegar a una emergencia y no saber qu¨¦ te vas a encontrar tiene ese componente de imprevisto, de aventura¡±. Una incertidumbre a la que no le son ajenas situaciones duras psicol¨®gicamente. Este verano le toc¨® actuar en un accidente de tr¨¢fico, en Vidreres, donde murieron cuatro j¨®venes. ¡°Eran de mi edad, con toda una vida por recorrer¡±, lamenta. ¡°En aquellos momentos no te das cuenta de la gravedad de los hechos porque est¨¢s concentrado tratando de salvar gente pero luego, cuando regresas hacia el parque, el silencio del cami¨®n, la ducha... la cabeza empieza a dar vueltas¡±. La casualidad quiso que aquel d¨ªa Jonathan compartiera turno con Javi. ¡°Si me ten¨ªa que tocar ir a un accidente as¨ª, que fuera junto a ¨¦l¡±, valora.
Detalla que los incendios solo representan un 30% de la actividad de los bomberos y que son otras muchas las situaciones de tensi¨®n que viven: ¡°hace falta tener serenidad dentro del caos¡±. Alude a la necesaria armon¨ªa entre ¡°activaci¨®n corporal y calma mental¡±, una pauta que trata de respetar incluso cuando se quita el casco y el uniforme. ¡°Ir a cubrir un servicio y ver a personas morir tal vez ayude a comprender que la vida es un regalo que debemos aprovechar¡±, sentencia. ¡°Trato de quitarle hierro a aquello que no es importante¡±, a?ade.
Enrolarse en alguna ONG para ayudar a salvar vidas en las traves¨ªas de la muerte por el Mediterr¨¢neo entra en sus planes de futuro. Antes, no esconde que le gustar¨ªa concursar para entrar en los grupos de rescates especiales de los Bombers: ¡°Es dif¨ªcil, pero tambi¨¦n lo era aprobar la oposici¨®n siendo tan joven¡±.
El temor a caer en el t¨®pico interrumpe el relato de uno de los servicios que le enorgullecen: ¡°Nos llamaron para rescatar una mascota. Era un animal, s¨ª, pero era la ¨²nica compa?¨ªa que ten¨ªa un abuelo que viv¨ªa completamente solo¡±. Jonathan dice que aun recuerda aquella mirada de agradecimiento.
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