El sindicato de prostitutas critica la ¡°moralina¡± del ¡°feminismo abolicionista¡±

¡°El feminismo abolicionista esconde una moralina y un odio visceral hacia las trabajadoras sexuales¡±, ha criticado este viernes Concha Borrell, secretaria general de la denominada Organizaci¨®n de Trabajadoras Sexuales (Otras). Borrell ha expresado su indignaci¨®n un d¨ªa despu¨¦s de que la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, calificara como un ¡°gol por la escuadra¡± que su departamento diera el visto bueno a la constituci¨®n como sindicato de Otras y anunciara que la Abogac¨ªa del Estado estudia c¨®mo revertirlo.

¡°Somos mujeres y hombres trabajadores, como usted, con la abismal diferencia de que para nosotras los derechos laborales se han convertido en una utop¨ªa¡±, ha defendido Borrell en Barcelona. ¡°Las trabajadoras sexuales merecemos los mismos derechos laborales que el resto de la sociedad espa?ola, ni uno m¨¢s¡±, ha sostenido Borrell. ¡°Pero tampoco consideraremos quedarnos con uno menos¡±, ha zanjado. ¡°Intentar que el empresario te contrate, que puedas acceder a bajas por enfermedad o maternidad, un sueldo a final de mes, vacaciones y una jubilaci¨®n es impensable¡±, ha lamentado la secretaria, que ha le¨ªdo un manifiesto en nombre de sus compa?eras y exigido la dimisi¨®n del Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez ¡°por no entender que la prostituci¨®n es un trabajo¡±.

La sindicalista, que tambi¨¦n es fundadora de la Asociaci¨®n de Profesionales del Sexo (Aprosex), se ha preguntado ¡°por qu¨¦ levanta tantas ampollas en un Gobierno socialista obrero fundado por sindicalistas que las mujeres m¨¢s castigadas socialmente no puedan tener los mismos derechos que tienen ellas¡±.

Una ¡°industria patriarcal¡±

¡°Las trabajadoras sexuales trabajan en una industria masculinizada y patriarcal, donde la falta de derechos laborales promueve los abusos y la explotaci¨®n laboral¡±, asegura un comunicado difundido por el sindicato CGT en Catalu?a. Para la organizaci¨®n, la regulaci¨®n de la prostituci¨®n, que no es legal ni ilegal en Espa?a y cuyo ejercicio es libre, ¡°permitir¨¢, por ejemplo, no tener que seguir subsistiendo en la econom¨ªa sumergida, pagar precios abusivos para poder tener un puesto de trabajo y reducir las agresiones institucionales que sufren a diario¡±.

Diferentes asociaciones, como la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa (APDHA), aplaudieron la creaci¨®n del sindicato. ¡°No se trata de debatir si prostituci¨®n s¨ª o no, estamos hablando de estar a favor de los derechos de este colectivo o condenarlo al abuso laboral, la exclusi¨®n y la clandestinidad¡±, dice el escrito publicado en la p¨¢gina web de la APDHA. ¡°Un Gobierno feminista debe dar espacios de participaci¨®n a las mujeres que piden reconocimiento de derechos¡±, reclama el texto.

¡°Los feminismos tienen que respetar las decisiones de las mujeres sobre sus propios cuerpos¡±, reclama Georgina Orellano, secretaria general de la? Asociaci¨®n de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar), que desde hace 23 a?os forma parte de la central obrera CTA. Para ella, quienes se manifiestan en contra de la prostituci¨®n se posicionan desde el ¡°paternalismo¡±.

¡°Creemos que es importante la sindicalizaci¨®n, no solo de las trabajadoras sexuales, sino tambi¨¦n de todos los trabajadores que no tiene representadas sus problem¨¢ticas¡±, argumenta Orellano. Los sindicatos ¡°no solo tiene que agrupar a los que est¨¢n reconocidos como trabajadores¡±, opina la secretaria sindical, ¡°sino a los que viven situaciones de exclusi¨®n social para que el estado reconozca sus derechos¡±.

La agrupaci¨®n que dirige Concha Borrell no ha revelado por el momento qu¨¦ pasos va a seguir y ha concluido: ¡°Nos hemos organizado como mujeres librepensadoras. No somos sujetos pasivos. Somos las mujeres m¨¢s castigadas socialmente y no podemos tener los mismos derechos que los dem¨¢s. Las trabajadoras sexuales merecemos respeto¡±.