Danzando en el cine y en el escenario

Este joven escultural, ¨¦bano puro, que improvisa unos pasos de danza para la foto en el centro de Barcelona mientras la gente lo mira con asombro vive un momento art¨ªstico particularmente dulce. Es el bailar¨ªn cubano de 24 a?os Kevyn Mart¨ªnez, protagonista de la nueva pel¨ªcula de Ic¨ªar Bolla¨ªn Yuli, estrenada y premiada en el festival de San Sebasti¨¢n, y estrella destacada del espect¨¢culo Carmina Burana, de la core¨®grafa Mar¨ªa Rovira, que se ha presentado este fin de semana en Terrassa. Yuli narra la vida de la estrella del ballet Carlos Acosta y cuenta precisamente con n¨²meros coreogr¨¢ficos de Rovira, que trabaja habitualmente en Cuba y conoce bien tanto a Acosta (para cuya compa?¨ªa ha creado espect¨¢culos) como a Kevyn Mart¨ªnez.

¡°Trabajar como actor o como bailar¨ªn no es tan diferente¡±, se?ala Mart¨ªnez sentado en la terraza en una cafeter¨ªa tras la foto. ¡°La danza trabaja tambi¨¦n con esa parte digamos histri¨®nica, t¨² sabes, del teatro. Hay muchos paracidos. El teatro y el cine te sirve para la danza y viceversa¡±. El bailar¨ªn afirma que haber encarnado a Acosta ha sido ¡°tremendo¡±. ¡°?l es la inspiraci¨®n de much¨ªsimos en Cuba, es el top, el que todos quieren ser. Para m¨ª es un orgullo interpretarlo en el cine¡±. ?Tienen puntos en com¨²n sus biograf¨ªas? ¡°Hemos tenido experiencias parecidas, s¨ª. Yo tambi¨¦n nac¨ª en un barrio perif¨¦rico de La Habana, P¨¢rraga, y he sufrido penurias econ¨®micas y problemas raciales. He tenido que hacer sacrificios como ¨¦l. Y he visto sufrir a una hermana, aunque en mi caso ella se ha puesto bien¡± (una hermana de Acosta se suicid¨®). ¡°Por supuesto, la Cuba m¨ªa no es la de Carlos, la de antes: ¨¦l tiene 45 a?os, yo 24. Ahora puedes escoger m¨¢s, hay m¨¢s oportunidades. En aquel momento su padre escogi¨® meterlo en ballet para sacarlo de los malos ambientes¡±. Rovira, presente en la conversaci¨®n, interviene para se?alar que la pel¨ªcula sobre la vida de Acosta, y la vida del bailar¨ªn en s¨ª, ¡°es al rev¨¦s que Billy Elliot: all¨ª, el ni?o quer¨ªa ser bailar¨ªn en contra de la opini¨®n de su padre, y en el caso de Acosta fue al rev¨¦s, su padre fue el que lo oblig¨® a bailar¡±.

¡°En mi caso fue mi madre¡±, apunta Kevyn Mart¨ªnez. ¡°Ella fue la que vio mis dotes, no como bailar¨ªn sino como artista en general. Me gustaba cantar, aunque lo hac¨ªa mal¡±, bromea. ¡°Mi pap¨¢ luego se uni¨® y result¨® ser el que m¨¢s me apoy¨®, con mi madre¡±. Mart¨ªnez empez¨® a los 9 a?os a bailar. ¡°No sab¨ªa la magnitud que pod¨ªa tener eso¡±.

A diferencia de los bailarines de generaciones anteriores, Kevyn Mart¨ªnez no ha sufrido burlas ni acoso por enfundarse las mallas en una sociedad con altas dosis de machismo

A diferencia de los bailarines de generaciones anteriores, Kevyn Mart¨ªnez no ha sufrido burlas ni acoso por enfundarse las mallas en una sociedad con altas dosis de machismo. ¡°Tengo un car¨¢cter bastante fuerte desde ni?o y ya antes de entrar en el ballet sab¨ªa granjearme el respeto. Tambi¨¦n es verdad que la ¨¦poca de Carlos era otra cosa. ?l fue de los que nos abrieron paso¡±.

De sus dotes para la danza dice que no se considera ¡°el superbailar¨ªn¡± sino que ¡°hago mi arte como mejor puedo, pero m¨¢s que un bailar¨ªn con buen salto o giro soy un bailar¨ªn que expresa¡±. Le interesa m¨¢s la danza contempor¨¢nea que el ballet cl¨¢sico. ¡°No tengo el deseo de hacer el repertorio cl¨¢sic, me encanta, me eriza el contempor¨¢neo, que cada vez es nuevo¡±. No obstante, si tiene que elegir un papel del gran repertorio se queda con El corsario.¡±

Conoce bien, ¡°desde chiquito¡±, a Carlos Acosta , de cuya compa?¨ªa ha sido miembro. Dice que una escena de la pel¨ªcula que le conmovi¨® fue la de ¡°la golpiza¡±, la paliza que le da el padre. ¡°Yo tambi¨¦n tuve problemas parecidos¡±.

A Acosta, se?ala, la pel¨ªcula ¡°le ha encantado¡±, y le ha gustado mucho c¨®mo lo interpreta ¨¦l. Lo m¨¢s dif¨ªcil, subraya, ha sido hacer la parte bailada, porque Carlos Acosata ¡°es el bailar¨ªn por excelencia, el mejor del mundo. No quise ser tanto Acosta como interpretarlo desde mi perspectiva. Yo no soy ¨¦l¡±.