Poli ret¨®rico, poli pragm¨¢tico

A este Parlament de 2018 no le queda casi nada de lo que fue hace menos de diez a?os, cuando campaba el tripartito. La renovaci¨®n del personal ha sido m¨¢s veloz que la del casting de Juego de Tronos ¨Cy no solo, aunque tambi¨¦n, por la acci¨®n del productor ejecutivo supremo Llarena. Hay diputados actuales que, de aquella ¨¦poca, se acuerdan m¨¢s de Pikachu que de Carod-Rovira (si no saben qui¨¦n es Pikachu, es que tal vez eran ustedes diputados junto a Carod-Rovira).

Curiosamente, una de las excepciones no es parlamentario, aunque dir¨ªa que trabaja m¨¢s que muchos de ellos. Joan Ridao, letrado mayor, exdirigente de la Esquerra de los a?os del tripartito y un hombre que parece tener toda la administraci¨®n en la cabeza (su ¨²ltimo libro es un curso de derecho p¨²blico de Catalu?a. Sin ilustraciones). Ridao, hoy por hoy, es todo ¨¦l como un consejo de ancianos (que no lo tome mal, no lo digo por la edad) que guarda el saber parlamentario y las esencias de un reglamento que lleva algunos a?os achicletado; por estirado hasta el l¨ªmite de la ruptura ¡ªtextualmente¡ª y por masticado hasta perder su sabor. En esta sesi¨®n parlamentaria ¡ªcomo tantas veces¡ª Ridao se ha tenido que mover como part¨ªcula en acelerador para justificar una aparente contradicci¨®n: que, en la comparecencia extraordinaria del president Quim Torra, el que replicara a la oposici¨®n no fuese ¨¦l, sino el vicepresidente Pere Aragon¨¨s.

En fin, m¨¢s all¨¢ de las quejas formales de la oposici¨®n por la alineaci¨®n indebida de Aragon¨¨s, el meollo del asunto es que el Govern ha decidido que ten¨ªa que defender sus postulados a cuatro manos. Por cierto, ?qu¨¦ postulados? Porque mientras Torra ha anunciado que ¡°ellos¡± ¡ª?el Govern? ?JuntsxCat? ?La Crida? ?¨¦l y algunos poetas de los a?os 30?¡ª ni entrar¨ªan a negociar los presupuestos de Pedro S¨¢nchez, Pere Aragon¨¨s ha evitado todo compromiso expl¨ªcito. Se ha limitado a comentar que hab¨ªa asuntos que pod¨ªan avanzar sin necesidad de presupuestos aprobados. Aragon¨¨s es el responsable econ¨®mico y el hombre de Oriol Junqueras en el Gobierno. Sus r¨¦plicas han ido al detalle, a lo concreto; donde Torra tiene un incunable del siglo XIII, ¨¦l tiene una lista de la compra. Se han repartido los papeles: poli ret¨®rico, poli pragm¨¢tico. Y as¨ª pueden tirarse los platos puertas adentro mientras mantienen en p¨²blico una aparente armon¨ªa basada en dos agendas paralelas. Vaya, como Juan Carlos y Sof¨ªa en los buenos tiempos de la campechan¨ªa (pido perd¨®n al cosmos republicano por el s¨ªmil). De eso hablaban, supongo, cuando dijeron que ¡°se conjuraban¡± para aguantar la legislatura hasta que terminara el juicio del proc¨¦s.

Pero habr¨¢ un d¨ªa en que tendr¨¢n que tomar alguna decisi¨®n, aunque Torra trate de driblar cualquier intento de tomarla (cuando Carles Riera, de la CUP, le ha pedido iniciativas tangibles para hacer real la independencia, el president le ha contestado con el Consell de la Rep¨²blica, el F¨®rum C¨ªvic y la importancia ¡°del discurso¡±. Tangibilidad a m¨¢s no poder). Tendr¨¢n que decidir no solo qu¨¦ hacen con las cuentas de Espa?a, sino qu¨¦ pasa con las propias de la Generalitat. Que, en realidad, son dos pantallas del mismo videojuego que han de resolverse a la vez, como una partida cooperativa en la que todos ganan o pierden. Ya se encargan de recordarlo los Comunes, que se sienten, por fin, necesarios para sumar a uno y otro lado. Pero el poli ret¨®rico y el poli pragm¨¢tico no se ponen de acuerdo en cu¨¢nto les conviene que dure la partida.