Picasso y Sabart¨¦s, m¨¢s de 50 a?os de cruce epistolar
Una exposici¨®n pone en valor la confianza y amistad entre el pintor y su secretario personal
¡°Querido Picasso. El lunes recib¨ª tu carta con retrato m¨ªo a la moda espa?ola de no s¨¦ qu¨¦ regi¨®n. Comienzo pues a buscar un sobrero terminado en punta y buen pa?uelo para cubrir la calva y anudarlo como lo indicas (...)¡±. Sabart¨¦s, 15/07/1953. ¡°Ole por la cosa del cat¨¢logo de mi exposici¨®n en casa de los Gaspar en Barcelona. Ole y m¨¢s oles y recuerdos¡±. Picasso, 25/11/1960. Son dos fragmentos de cartas que se cruzaron Pablo Picasso y su secretario personal y amigo Jaume Sabart¨¦s entre 1927 y 1967. 40 a?os de intensa correspondencia ¡ªaunque se inicia d¨¦cadas antes¡ª que va evolucionando al tiempo que su relaci¨®n se hace m¨¢s profunda.
Cuando muri¨® Sabart¨¦s, en febrero de 1968, Pablo Picasso don¨® al museo de Barcelona una caja que Sabart¨¦s guardaba en su domicilio y que conten¨ªa cerca de 700 cartas que hab¨ªa recibido del pintor. Un legado acompa?ado de una condici¨®n: que no se hiciera p¨²blico hasta que se cumplieran 50 a?os de la muerte de Sabart¨¦s. Esa caja ha estado en dep¨®sito en el museo y ahora parte de su contenido es el que ha dado cuerpo a la exposici¨®n Sabart¨¦s per Picasso per Sabart¨¦s. ¡°Sabart¨¦s fue el gran conocido y desconocido sobre la vida de Picasso. Fue el secretario, el confidente y el amigo¡±, apuntaba en la presentaci¨®n de la muestra Emmanuel Guigon, director del Museo Picasso.
¡°Servir¨¢ para romper los t¨®picos de que el trato de Picasso no era correcto porque se aprecia, a medida que los dos se hacen mayores, que la relaci¨®n es de igual a igual¡±, a?ad¨ªa la comisaria de la muestra, Margarida Cortadella. El tono y el contenido de las cartas que dirige Picasso a Sabart¨¦s ¡ª de quien hizo el primer retrato en 1900¡ª se hacen m¨¢s c¨®mplices y superan la relaci¨®n formal. Adem¨¢s de un n¨²mero importante de cartas ¡ªalgunos sobres son toda una expresi¨®n art¨ªstica del pintor¡ª la muestra contiene una selecci¨®n de retratos de Sabart¨¦s que hizo Picasso a lo largo de los a?os en los que su secretario se convierte en monje, grande de Espa?a o s¨¢tiro.
Obras que han sido cedidas para la muestra ¡ªhasta 24 de febrero¡ª por el museo de Par¨ªs y de particulares. Tambi¨¦n hay fotograf¨ªas, postales, notas, telegramas, algunos objetos personales y una amplia selecci¨®n de litograf¨ªas dedicadas a Sabart¨¦s que explic¨® su vivencia con el genio en el libro Picasso, retratos y recuerdos.
Algunos de los dibujos son caricaturas plenas en las que Picasso sit¨²a a Sabart¨¦s como protagonista de escenas picantes a ra¨ªz de una an¨¦cdota curiosa que le explica al pintor sobre la relaci¨®n que mantiene con algunas de sus vecinas en Par¨ªs. En otra sala se pueden contemplar la colecci¨®n de pin-ups girls del Museo, los dibujos humor¨ªsticos de Picasso sobre Sabart¨¦s al lado de fotograf¨ªas de j¨®venes actrices de la ¨¦poca. Muchos de esos dibujos y postales son de la d¨¦cada de los cincuenta: ¡°los dos son ya unos venerables se?ores que bromean sobre mujeres guapas¡±, comentaba la comisaria.
No est¨¢ toda la correspondencia entre ambos: ¡°el cruce epistolar empez¨® en 1905 cuando Sabart¨¦s se fue a Guatemala y Picasso a Par¨ªs y se increment¨® especialmente a partir de 1935, cuando Sabart¨¦s asume la representaci¨®n total del artista¡±, explicaba Cortadella.
Sabart¨¦s y Picasso nacieron en el mismo a?o, 1881, y se conocieron a finales del siglo XIX en Barcelona. Esos primeros a?os de relaci¨®n y la de ambos con personajes que frecuentaban Els Quatre Gats abre la exposici¨®n que se cierra con otro de los proyectos que m¨¢s correspondencia gener¨® entre ellos: la puesta en marcha del museo en Barcelona ¡ªel actual de la calle de Montcada¡ª que naci¨® en 1963 con otro nombre ¡ªLegado Sabart¨¦s ¡ª para evitar el veto directo de las autoridades franquistas a un pintor comunista. Una empresa que lleg¨® a buen puerto por la complicidad de no pocas autoridades y personalidades, entre ellas el alcalde de Barcelona, Josep M. de Porcioles, o Joan Ainaud de Lasarte, director de los Museos de Arte de Barcelona.
Aunque con bastantes cautelas como se aprecia en un documentos de la ¨²ltima sala de la exposici¨®n. Una carta del Ayuntamiento: ¡°le ruego tome buena nota de que se trata de un acto al que no debe darse otra trascendencia que la de su car¨¢cter especializado. En consecuencia, limiten las invitaciones a los profesionales y otras personas directamente relacionadas con el arte¡±.
El artista y los editores Gustavo Gili
Pablo Picasso i els editors Gustavo Gili: treball i amistat es la otra exposici¨®n temporal del Museo Picasso. Una muestra sobre la relaci¨®n de Picasso y los editores, Gustau Gili y Anna Maria Torra, a partir de la compra, en 2014, por parte de la Fundaci¨®n Museo Picasso del Fondo de Anna Maria Torra y Gustavo Gili Esteve.
Una relaci¨®n que se desarroll¨® en dos etapas, una primera entre 1926 y 1930, cuando Gustavo Gili Roig ¡ªfundador de la Editorial Gustavo Gili ¡ª le encarga a Picasso una ilustraci¨®n para un libro de una nueva publicaci¨®n. Picasso acept¨® y realiz¨® siete grabados para el libro La Tauromaquia de Pepe Illo, que finalmente no se lleg¨® a realizar. Esos grabados son una parte destacada de la exposici¨®n.
A?os despu¨¦s, en 1956, Gustau Gili Esteve y su mujer, Anna Maria Torra, se pusieron en contacto con el pintor "para reanudar la relaci¨®n que hab¨ªa tenido con su padre, Gustau Gili Roig", apuntaba la comisar¨ªa de la muestra, Claustre Rafart. A partir de ese momento ¡ªla relaci¨®n de confianza de los dos matrimonios fue importante¡ª se tejieron las condiciones para que la editorial publicara La Tauromaquia y El entierro del Conde Orgaz.
Adem¨¢s de los fondos adquiridos, la Editorial Gustavo Gili don¨® su archivo documental relacionado con Picasso al Museo. Una donaci¨®n que incluye unas planchas de cobre grabadas que conservaba y que se pueden contemplar en la muestra.
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