El r¨¦gimen del 2018

La resoluci¨®n aprobada por el Parlament en la que declaran antidemocr¨¢tica y antisocial la Constituci¨®n demuestra el nivel al que ha descendido la pol¨ªtica parlamentaria. Para no pocas fuerzas pol¨ªticas, hacer pol¨ªtica es hacer propuestas de textos inspiradores de pancartas, pintadas en corrales ajenos y cortes de carretera. En un invierno en que el procesismono sabe ni qu¨¦ hacer ni ad¨®nde ir, se dedica a abrir una causa general contra la democracia espa?ola y arremeter contra la Constituci¨®n. La Constituci¨®n del 78 debe reformarse porque tiene a?os y defectos, pero como est¨¢ es comparable a la de cualquier pa¨ªs europeo de larga tradici¨®n democr¨¢tica.

La resoluci¨®n podr¨ªa reclamar la reforma de esos art¨ªculos de la Constituci¨®n, una atribuci¨®n del Parlament, pero no interesa. Prefieren desprestigiarla antes que cambiarla, pintarle cara de testamento franquista. Su aprobaci¨®n en 1978 fue un ejercicio de autodeterminaci¨®n, de qu¨¦ quer¨ªa ser el pueblo de Catalu?a, al ser votada por el 90% de los catalanes.

La resoluci¨®n arremete de entrada contra la columna vertebral de la transici¨®n democr¨¢tica, para emborronar el relato de izquierdas del pasado. Pretende hacer una relectura del ayer, cambiar la memoria democr¨¢tica de la transici¨®n, la memoria obrera, la memoria vecinal, la memoria en blanco y negro de la lucha antifranquista con su n¨®mina de presos, muertos y heridos. No es una memoria de renuncias, sino de sacrificios y conquistas. Aquello no fue ni una fiesta ni un paseo triunfal. De 1975 a 1982, 700 muertos y un golpe de Estado en un contexto terrible de estanflaci¨®n, crisis, inflaci¨®n galopante y colas de parados.

El 78 fue un impulso democr¨¢tico y regenerador, junto con la entrada en Europa, que se agot¨® con un PSOE acorralado por la corrupci¨®n y un Aznar en el gobierno en 1996 hablando catal¨¢n con Pujol en la intimidad. Estamos donde estamos por la pol¨ªtica de los gobiernos, de las leyes de los parlamentos, por la correlaci¨®n de fuerzas y no por los textos constitucionales. Esta Constituci¨®n es en gran parte la constituci¨®n de la memoria republicana de la Guerra Civil, vivida o escuchada, y de la reconciliaci¨®n. La Constituci¨®n tuvo un valor inmenso que recuerda una pegatina del viejo PSUC, S¨ª a la Constituci¨®, queden derogades les lleis franquistes.

La resoluci¨®n no se hace por ninguna causa mayor, sino para incordiar, una travesura para molestar. Como reclamar laicismo con una mano y aplaudir con la otra cuando Torra va como president a ayunar a Monasterio de Montserrat. Para las cosas serias y la escuela concertada, Dios est¨¢ a su lado. Todo para coleccionar un nuevo titular para gloria y gracia del procesismo. ¡°El Parlamento aprueba declarar antidemocr¨¢tica y antisocial la Constituci¨®n¡±. Este titular les encantar¨¢ a unos y les doler¨¢ a otros. Duele la firma de los Comunes, que parecen no querer salir de una zona de confort de soberanismo ret¨®rico, azotes de un ret¨®rico r¨¦gimen del 78 para caer en el abrazo del oso del r¨¦gimen del 2018.

Jos¨¦ Luis Atienza es portavoz de Comuns Federalistes.