La buena voluntad
La pol¨ªtica de apaciguamiento es un error. Llegar¨¢ el momento en que la sociedad se dar¨¢ cuenta del gran enga?o
La buena voluntad est¨¢ bien para las cosas de la vida, sobre todo en estas fiestas navide?as, pero en pol¨ªtica puede conducir a errores fatales. Es lo que le sucede a S¨¢nchez con Torra. Al final, cuando ya sea tarde, el presidente espa?ol se dar¨¢ cuenta de que le han tomado el pelo.
La semana pasada el Gobierno de Espa?a quiso mostrar simb¨®licamente su buena voluntad al celebrar un Consejo de Ministros en Barcelona. Fue un acto perfectamente in¨²til, producto, imagino, de las ideas de un consultor especializado en marketing, es decir, de un vendedor, de un comercial. Pero el asunto catal¨¢n no lo solucionar¨¢n los comerciales, es m¨¢s hondo y complicado.
Tambi¨¦n hubo buena voluntad en la prensa catalana moderada. Ante las alarmas producidas en los d¨ªas anteriores, y con 9.000 polic¨ªas movilizados de forma preventiva, los titulares rebosaban optimismo: jornada bastante pac¨ªfica, apenas colapsos de circulaci¨®n, la calma ha imperado, el di¨¢logo ha comenzado¡ Buena voluntad comprensible, para apaciguar las reuniones familiares de estos d¨ªas entra?ables. Pero despu¨¦s, en la letra peque?a, los hechos no se correspond¨ªan con los titulares. Pongamos ejemplos.
La buena voluntad est¨¢ bien para las cosas de la vida, pero en pol¨ªtica puede conducir a errores fatales. Es lo que le sucede a S¨¢nchez con Torra
25 tramos de carreteras fueron cortados simult¨¢neamente a las 7.30 de la ma?ana, se quemaron neum¨¢ticos y cortaron ¨¢rboles para impedir el paso; la AP-7 estuvo cinco horas fuera de servicio en Girona a pesar de que los mossos intentaran retirar las barricadas; la AP-7 fue cortada doce horas en L¡¯Ampolla; cuatro horas de cortes de tr¨¢fico en la A-2 y en las Rondas de Barcelona.
En las muy diversas manifestaciones y concentraciones habidas a lo largo del d¨ªa, resultaron heridos 51 personas, entre ellos 30 mossos, y detenidas 13, acusadas todas de atentados contra agentes de la autoridad, lesiones y des¨®rdenes p¨²blicos, como por ejemplo, el destrozo de contenedores o lanzamientos de adoquines contra la polic¨ªa. Fueron agredidos tambi¨¦n varios periodistas que los violentos consideraron contrarios a su causa. Adem¨¢s, debido al miedo, se suspendieron muchas actividades de todo tipo: la prensa describ¨ªa una Barcelona con las calles vac¨ªas en las que se circulaba mejor que nunca a pesar de ser un viernes previo a Navidad en que habitualmente sucede todo lo contrario.
Por tanto, la normalidad no se vio por ning¨²n lado, a menos que se esperara, a pesar de la concentraci¨®n policial, que se desarrollar¨ªa una batalla campal en toda Barcelona y buena parte de Catalu?a. Pero la correcci¨®n pol¨ªtica demandaba optimismo y se cumpli¨® con la demanda: d¨ªa mucho m¨¢s tranquilo del esperado, acuerdo entre gobiernos para potenciar un di¨¢logo efectivo en el marco, no de la Constituci¨®n ¡ªTorra exigi¨® suprimir esta nefasta palabra, a lo que S¨¢nchez mansamente accedi¨®¡ª pero s¨ª de la seguridad jur¨ªdica, que ciertamente puede significar lo mismo pero que al suprimirla se nota que no lo es. Buena voluntad de S¨¢nchez, deslealtad de Torra.
Las cosas se han ido aclarando en los d¨ªas siguientes, m¨¢s r¨¢pido de lo que esperado. Adem¨¢s del brumoso acuerdo oficial para seguir dialogando, Torra desliz¨® en el bolsillo de S¨¢nchez, como quien no quiere la cosa, unas hojas con 21 puntos concretos, las verdaderas reivindicaciones de los independentistas catalanes, cuyo t¨ªtulo ya lo revela todo: ¡°Un pacto de Estado para solucionar el conflicto entre Espa?a y Catalu?a¡±.?
En el momento de escribir este art¨ªculo a¨²n no se ha hecho p¨²blico dicho documento, s¨®lo se conocen algunas l¨ªneas generales: reconocimiento del derecho de autodeterminaci¨®n, libertad para los ¡°presos y exiliados pol¨ªticos¡±, mediaci¨®n internacional para resolver el problema de Catalu?a y, para colmo del cinismo, algunas propuestas cr¨ªticas a la democracia espa?ola: falta de separaci¨®n de poderes, pervivencia del franquismo debido a los errores de la Transici¨®n, freno al deterioro de la imagen de Espa?a en el mundo, impunidad de las actitudes fascistas. Habr¨¢ que leerlo en su integridad para comprobar hasta donde llega la cara dura de Torra y los suyos.
La pol¨ªtica de apaciguamiento es un error, es legitimar a qui¨¦nes se han deslegitimado como dem¨®cratas. Llegar¨¢ el momento en que la sociedad catalana se dar¨¢ cuenta del gran enga?o, de los perjuicios que les est¨¢n causando el nacionalismo independentista, de su aislamiento en le mundo. Entonces ser¨¢ el momento de vencerles en las urnas. Pero ceder ante ellos es reforzar sus voto, es reconocer que tienen algo de raz¨®n, es alargar el problema. El cielo est¨¢ empedrado de buenas intenciones, bienaventurados los hombres de buena voluntad.
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