Aqu¨ª se canta, se baila y se act¨²a (a la vez)
M¨¢s de una decena de escuelas de Madrid se han especializado en formar actores de teatro musical para nutrir una industria que no para de crecer
Entre casas de apuestas, fruter¨ªas y tiendas de electrodom¨¦sticos, las melod¨ªas de Broadway vibran con fuerza en el barrio de Vista Alegre. Salen de las gargantas de los ni?os que acuden cada semana a la escuela de artes esc¨¦nicas Marand. All¨ª estudian canto, danza e interpretaci¨®n, las disciplinas que deben dominar para convertirse en actores de teatro musical. Muchos de estos j¨®venes, de hasta 18 a?os, son estrellas: se suben, dos noches por semana, lo m¨¢ximo que permite la ley, a los escenarios de los grandes t¨ªtulos de la Gran V¨ªa, como El Rey Le¨®n o Anastasia. Simbolizan el futuro de un g¨¦nero que crece en la capital y que cada vez necesita profesionales mejor formados. Muchos tambi¨¦n completar¨¢n su formaci¨®n, cuando sean mayores de edad, en alguna de las escuelas, tanto p¨²blicas como privadas, especializadas en el g¨¦nero. Hoy son m¨¢s de una decena entre las que imparten t¨ªtulos oficiales como la RESAD o Scaena, las que instruyen desde los primeros a?os de vida como Marand, las que han nacido de la iniciativa de figuras como Mar¨ªa Beltr¨¢n o Coral Ant¨®n, las que surgen de la necesidad de las productoras de formar a sus actores, como Jana o la escuela de Billy Elliot y tambi¨¦n las creadas por profesionales en busca de un negocio acorde con sus pasiones como Bohemiam Bocanegra Rhapsody Music, Acting o Actem School.
Marand lleva 16 a?os formando a ni?os artistas. ¡°Les damos las herramientas para que puedan culminar sus estudios art¨ªsticos con solvencia de adultos¡±, afirma Carmen M¨¢rquez, una de las fundadoras. Por sus aulas han pasado los ni?os de Sonrisas y l¨¢grimas, El m¨¦dico o La Voz Kids. Marand es una de las m¨¢s antiguas de Madrid, junto a Bohemian Bocanegra Rhapsody Music para mayores de edad, abierta en 2005. Ambas surgieron cuando no hab¨ªa mucha oferta educativa en el ¨¢mbito. ¡°En aquel momento no hab¨ªa tantos musicales en cartel ni tantas escuelas. Estaba Memory y alguna otra que ya han desaparecido¡±, explica Narciso Tenorio, director de Rhapsody, en Puente de Vallecas. Memory empez¨® en Barcelona en 1994, donde sigue, y poco despu¨¦s se instal¨® en Madrid. Lleg¨® a convertirse en una referencia en ambas ciudades. En aquel tiempo, la escasez de centros llevaba a los artistas a picotear cursos en diferentes academias. Unos proced¨ªan del conservatorio de m¨²sica, otros del de danza y unos cuantos se hab¨ªan formado en alguna escuela de interpretaci¨®n, pero ninguno encontraba un centro en el que combinar las disciplinas. ¡°Se hac¨ªa necesario, por tanto, configurar una educaci¨®n espec¨ªfica¡±, explica Cristina Bernal, profesora de interpretaci¨®n en Teatro Musical en la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico de Madrid, en el distrito de Retiro.
Desde 2011 el centro imparte la titulaci¨®n oficial de Arte Dram¨¢tico en la especialidad de Interpretaci¨®n, itinerario Teatro Musical. ¡°El auge del g¨¦nero en Espa?a fue el motor¡±, afirma Pablo Iglesias Sim¨®n, director de la RESAD. El plan de estudios comprende cuatro a?os de formaci¨®n te¨®rica y pr¨¢ctica que incluye, adem¨¢s de las tres disciplinas b¨¢sicas, Historia de las Artes Esc¨¦nicas, Pedagog¨ªa y Producci¨®n y Gesti¨®n. Estos estudios oficiales tambi¨¦n pueden cursarse en SCAENA, la escuela de la reputada core¨®grafa y exbailarina Carmen Roche, en Guindalera. ¡°Nuestra oferta es integral aunque ponemos especial ¨¦nfasis en la danza y en la expresi¨®n corporal¡±, asegura Laura Rodr¨ªguez, jefa de estudios. Para acceder, los aspirantes deben haber superado Bachillerato o la prueba a la Universidad para mayores de 25 a?os.
Tiempo de espect¨¢culo
Esta temporada se han estrenado m¨¢s producciones de gran formato que nunca, incluidos varios musicales de creaci¨®n propia, y la pr¨®xima promete interesantes montajes nuevos como Ghost, La jaula de las locas y alg¨²n otro gran t¨ªtulo de Broadway. Se codear¨¢n, con toda seguridad, con los veteranos Billy Elliot y El Rey Le¨®n. Este ¨²ltimo sigue batiendo r¨¦cords en la capital con ocho temporadas ininterrumpidas. Algo in¨¦dito. Las producciones, m¨¢s ambiciosas y complejas, requieren profesionales mejor formados. Es el caso de Billy Elliot, cuyos protagonistas infantiles deben manejar con soltura el ballet cl¨¢sico, el claqu¨¦, adem¨¢s de cantar e interpretar. Por ello la productora cre¨® una escuela, en colaboraci¨®n con SCAENA, en la que ni?os con potencial son becados. Ahora tambi¨¦n abrir¨¢ sede en Barcelona. ¡°En los casting encontramos muchos j¨®venes con mucho talento pero con algunas carencias¡±, explica Juan Jos¨¦ Rivero, productor del show.
Esa falta de coordinaci¨®n entre las diferentes habilidades que debe manejar el actor de musicales es lo que ha movido cada vez a m¨¢s docentes. ¡°Cuando abr¨ª mi escuela en 2012, sent¨ªa que hab¨ªa que mejorar el nivel de los ejecutantes¡±, comenta la artista y maestra Coral Ant¨®n. La actriz argentina afincada en Espa?a, Mar¨ªa Beltr¨¢n, comparte la opini¨®n. Inaugur¨® su escuela en 2011 en la plaza de Matute, en Huertas, porque empez¨® a perder alumnos. ¡°Mis estudiantes de canto se marchaban a otros lados porque quer¨ªan bailar e interpretar, as¨ª que reclut¨¦ a varios profesionales en activo¡±, explica Beltr¨¢n, que ha elaborado un manual de canto e interpretaci¨®n para sus alumnos. ¡°Busco que sean funcionales e integrales, que interpreten bailando y canten interpretando¡±, propone. Un a?o de formaci¨®n, asegura, es suficiente para lanzarse. ¡°Luego hay que perfeccionar¡±, a?ade. El precio de estos cursos de teatro oscila entre los 2.000 y los 3.000 euros al a?o y la edad de los alumnos, entre los 17 y los 30 a?os.
La escuela TAI, en el barrio de Salamanca, ofrece un master de un a?o con esa misma filosof¨ªa, aunque tambi¨¦n dispone de una diplomatura de dos a?os m¨¢s uno de master. Acting, cerca de Arg¨¹elles,propone cursos anuales. Todas las escuelas crean grupos reducidos. ¡°Es imposible dar una buena formaci¨®n en clases de m¨¢s de 15 personas¡±, asegura Patricia Ch¨¢varri, directora de Acting. ¡°Empec¨¦ con cuatro alumnos y ahora tenemos m¨¢s de 30¡±, apunta esta actriz y periodista. ¡°Desgraciadamente muchos se quedan fuera¡±, afirma Javier Mu?oz, director de Jana, en Guindalera. En la RESAD solo admiten 14 alumnos nuevos cada a?o. ¡°Valoramos m¨¢s las aptitudes y la predisposici¨®n que los conocimientos previos¡±, confiesa Cristina Bernal.
El actor Omar Antxundia cuenta con un grupo reducido de alumnos. Este madrile?o de 32 a?os es el fundador de la Asociaci¨®n de Teatro Musical ACTEM, que organiza conferencias y cursos sobre el g¨¦nero. Antxundia cre¨® su escuela cuando muchos de los asistentes a estos cursos se lo solicitaron. ¡°Me dijeron que les gustaba mi m¨¦todo y quer¨ªan formarse conmigo y con Gonzalo Fern¨¢ndez, m¨²sico que trabaja en Anastasia y mi socio¡±, explica. Imparte las clases en un aula de alquiler en Marqu¨¦s de Vadillo. ¡°Es una manera m¨¢s flexible de crear una escuela cuando no dispones de recursos¡±, a?ade. Antxundia, formado en Madrid y becado en Nueva York durante un a?o, cree que hay que mirar m¨¢s hacia los m¨¦todos de Broadway y Londres. Tambi¨¦n lo creen muchos estudiantes que, cuando el bolsillo lo permite, complementan su educaci¨®n en los pa¨ªses anglosajones. Las escuelas espa?olas juegan un papel importante en ello, pues entrar es dif¨ªcil. ¡°Ayudamos a muchos a prepararse las pruebas de acceso a esos centros", asegura Mar¨ªa Beltr¨¢n. "Y por ahora con ¨¦xito", finaliza la actriz y profesora. As¨ª se enriquece la industria espa?ola para que sigan vibrando por toda la capital, en teatros y escuelas, las melod¨ªas de all¨ª, y las que, cada vez con m¨¢s frecuencia, se componen aqu¨ª.
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