Revuelta laboral por el plan de Colau de vaciar el zoo

La comisi¨®n de ecolog¨ªa del Ayuntamiento de Barcelona marc¨® el mi¨¦rcoles las bases del futuro parque zool¨®gico. El plan cumple con la aspiraci¨®n de una iniciativa ciudadana animalista que apuesta por limitar la colecci¨®n de las 300 especies actuales a solo las 11 que participan en programas de reintroducci¨®n. Los 150 trabajadores del zoo denuncian que el gobierno de Ada Colau pretende vaciar el parque ya sea porque otros parques reclamen animales o porque los ejemplares mueran sin ser reemplazados hasta que no quede ninguno.

Dami¨¤ Gibernet, Rosana Gallego y Hugo Fern¨¢ndez son trabajadores de la instalaci¨®n y miembros del comit¨¦ de empresa del Zoo de Barcelona. Los tres aseguran que el equipo de gobierno de Ada Colau se ha apoyado en una plataforma nacida en 2009 que ¡°enga?¨®¡± a la poblaci¨®n con la campa?a ¡°salvemos a la elefanta Susi¡±. ¡°En 2008 falleci¨® la elefanta Alicia y Susi se qued¨® sola en la instalaci¨®n. La campa?a presion¨® y falt¨® a la verdad diciendo que la elefanta estaba sola, deprimida y enferma. Reaccionamos mejorando las instalaciones y trajimos a Yoyo del Riole¨®n Safari. Pero ellos quer¨ªan m¨¢s. Exig¨ªan el cierre de todo el zoo. Diez a?os despu¨¦s, Susi sigue viviendo y los que pretend¨ªan el cierre del parque han ganado la partida¡±, lamenta Fern¨¢ndez.

Los tres empleados aseguran que la plantilla ha pecado ¡°de buena fe¡± ante un plan ¡°tejido¡± por el equipo de gobierno al dictado de los animalistas. El documento aprobado el mi¨¦rcoles que marca el futuro del zoo hasta 2031 deja la puerta abierta a los criterios de reproducci¨®n que seguir¨¢ el parque con sus animales. En la p¨¢gina 56, reza que es necesario establecer ¡°unos criterios claros y consensuados con relaci¨®n a la reproducci¨®n de especies que no tenga como objetivo la reintroducci¨®n directa¡± en la naturaleza. El plan queda incompleto y se har¨¢ m¨¢s adelante en el marco de la Fundaci¨®n del Zoo.

Pero en realidad s¨ª que se marc¨® el futuro de la instalaci¨®n. En la misma comisi¨®n de ecolog¨ªa, aquellos animalistas que ped¨ªan salvar a Susi en 2009 y cerrar el Zoo presentaban una iniciativa popular bautizada como Zoo XXI. La iniciativa fue aprobada y marc¨® los criterios de reproducci¨®n. El promotor Leonardo Anselmi destacaba que su propuesta marca que solo se podr¨¢n introducir en el zoo animales procedentes de decomisos y proh¨ªbe la reproducci¨®n en el parque a no ser que los animales formen parte de ¡°un proyecto de conservaci¨®n con la reintroducci¨®n de las cr¨ªas en el h¨¢bitat natural¡±.

Los trabajadores del zoo aseguran que con la iniciativa animalista aprobada tendr¨¢n lugar dos fen¨®menos que supondr¨¢n el cierre definitivo del parque. ¡°Por un lado, nos expulsar¨¢n de todas las asociaciones internacionales que permiten preservar las especies mediante el intercambio¡±, denuncia Fern¨¢ndez. Gallego conoce cu¨¢les son los ejemplares que tienen en la actualidad un programa de reintroducci¨®n ¡ªpor los ¨²nicos que apuesta la iniciativa¡ª y se limitan a once: ¡°Sapillo balear, alcaud¨®n chico, tortuga mediterr¨¢nea, trit¨®n del Montseny, gacela dorca, esp¨¢tula, garcilla com¨²n, autillo, gal¨¢pago leproso y los buitres negro y leonado¡±.

Las directrices marcadas por el equipo de gobierno, con el apoyo de PDeCAT y ERC, no solo ha encendido las alarmas entre los trabajadores sino tambi¨¦n entre las asociaciones internacionales de zoos. El vicepresidente de la Asociaci¨®n Ib¨¦rica de Zoos y Acuarios (AIZA), Javier Almunia, denunci¨®: ¡°Ahora el parque tiene proyectos de cr¨ªa coordinados porque ning¨²n zoo por s¨ª mismo puede mantener especies. El coordinador europeo de estos programas de cr¨ªa cuando vea que no va a ser posible trasladar¨¢ a los animales a otros parques para continuar preservando especies¡±. Dou Cress, director ejecutivo de Waza ¡ªla organizaci¨®n mundial de zoos y acuarios¡ª lament¨® la pol¨ªtica del Consistorio orientada al cierre: ¡°Zoos como el de Barcelona tienen el futuro de animales salvajes en sus manos y no pueden abandonarlos¡±.