La falta de m¨¦dicos pone en jaque a los centros rurales
La precariedad de los contratos, la sensaci¨®n de aislamiento profesional y la poca oferta de formaci¨®n continuada desanima a muchos facultativos
Hace tiempo que algunas plazas de m¨¦dicos se quedan vac¨ªas. No en los grandes hospitales ni tampoco en Barcelona, pero m¨¢s all¨¢ del ¨¢rea metropolitana empiezan a pintar bastos. La falta estructural ¡ªpor la precariedad de los contratos y la incipiente fuga de talentos, entre otras razones¡ª se agudiza en entornos rurales. Incluso los incentivos econ¨®micos resultan en vano. Profesionales y Administraci¨®n coinciden en que, si no se aborda con urgencia esta desbandada de profesionales, la sanidad del ¨¢mbito rural catal¨¢n entrar¨¢ en la UCI.
En 2018, el servicio de ocupaci¨®n del Colegio de M¨¦dicos de Barcelona (COMB) gestion¨® 1.357 ofertas de trabajo. Tres de cada cuatro correspond¨ªan a plazas disponibles en el ¨¢rea de Barcelona, que aglutina el polo cient¨ªfico m¨¢s importante y los hospitales de tercer nivel. El resto de ofertas (el 23%) eran de otras comarcas de Catalu?a y solo se cubrieron con un candidato el 40% de ellas. ¡°Es un problema que siempre ha existido. A medida que te alejas de la plaza de Catalunya, cuesta m¨¢s encontrar m¨¦dicos. Tambi¨¦n hay un proceso de contexto social donde el profesional joven tiende a la tecnificaci¨®n y tambi¨¦n est¨¢ el fen¨®meno de desruralizaci¨®n de cualquier sociedad¡±, analiza Marc Ramentol, director general de Profesiones Sanitarias del Departamento de Salud.
En las comarcas de Girona tambi¨¦n faltan m¨¦dicos, admite Josep Vilaplana, presidente del Consejo de Colegios de M¨¦dicos de Catalu?a. Sobre todo, en atenci¨®n primaria, anestesistas y pediatras. ¡°M¨¦dicos de familia faltan uno, dos, tres en todos los centros de atenci¨®n primaria de la provincia. Tambi¨¦n en urgencias del hospital de Palam¨®s, Figueres, Santa Caterina... En el hospital de Olot se paga relativamente bien. Y a pesar de pagar, no encuentras¡±, apunta.
Los profesionales del entorno rural y urbano coinciden en el porqu¨¦ de la despoblaci¨®n de m¨¦dicos: la sensaci¨®n de aislamiento profesional y la falta de alternativas para mantener una formaci¨®n continuada. ¡°Pasa lo que ya pasaba antes, pero ahora multiplicado. Te forman en el hospital, con compa?eros, la ¨²ltima tecnolog¨ªa... Nadie te forma para asumir responsabilidades solo y que el apoyo de una UCI est¨¦ a 150 kil¨®metros. Y, adem¨¢s, todos los m¨¦dicos necesitamos hacer una formaci¨®n continuada de forma intensiva y aqu¨ª arriba, en el Pirineo, es m¨¢s dif¨ªcil¡±, explica Jordi F¨¤brega, pediatra en La Seu d'Urgell. Este m¨¦dico es uno de los fundadores de una experiencia de ¨¦xito para atraer profesionales a la zona de los Pirineos. Se trata de Pediatres dels Pirineus, una cooperativa autogestionada de m¨¦dicos que se hacen cargo de la pediatr¨ªa de las comarcas del Alt Urgell, el Pallars y la Alta Ribagor?a.
Pediatres dels Pirineus se ha convertido en la excepci¨®n que confirma la regla. Son atractivos pese a ejercer en una zona rural y alejada de los grandes hospitales. ¡°Hay tres patas: la econ¨®mica, ya que nuestro sueldo es un poco m¨¢s alto; la formativa, porque estamos vinculados al hospital Sant Joan de D¨¦u y hacemos rotaciones peri¨®dicas que hacen que te vayas reciclando; y la tercera pata es la de la conciliaci¨®n, y mientras el servicio est¨¦ cubierto, hemos adaptado nuestros horarios para conciliar vida laboral y personal¡±, se?ala F¨¤brega.
Metges de Catalunya, el sindicato mayoritario entre los facultativos, coincide: ¡°Hay que dar incentivos econ¨®micos. Tambi¨¦n mantener cierta profesionalidad en las actuaciones, como darle un mes al a?o para ir a los servicios de medicina interna de los grandes hospitales. Y, a nivel laboral, que se compense tambi¨¦n con m¨¢s nota para hacer concurso de traslado. El papel de la Administraci¨®n es crucial; si no se ocupa de esto, estamos muertos¡±, zanja Josep Maria Puig, secretario general del sindicato.
Ramentol admite que al Departamento le ¡°preocupa¡± esta cuesti¨®n y que el principal instrumento para combatir esta despoblaci¨®n son las alianzas estrat¨¦gicas entre los centros, pero reconoce que ¡°puede que no sean suficientes y habr¨¢ que enriquecerlas¡±.
Hay un factor en el que insisten los m¨¦dicos con a?os de ejercicio en el rural. Lo explica Josep Maria Benet, 30 a?os ejerciendo en el ¨¢rea b¨¢sica del Garraf Rural: ¡°Si no tienes vocaci¨®n, adi¨®s. Tienes que hacer m¨¢s guardias, kil¨®metros con el coche, atender pediatr¨ªa, pacientes de 0 a 100 a?os. El rural tiene que gustarte. Si eres urbanita, esto no te va¡±.
Casa para captar a los profesionales
Varios ayuntamientos de la Terra Alta, donde viven 12.000 personas y hay una docena de m¨¦dicos para todo el territorio, han propuesto un incentivo inmobiliario para atraer facultativos. ¡°Pusimos a disposici¨®n una vivienda para incentivar que los m¨¦dicos quieran venir a zonas rurales. La propuesta tuvo buena respuesta y no hizo falta la casa. Ahora estamos estables de m¨¦dicos¡±, apunta Carles Luz, alcalde de Gandesa. El a?o pasado se jubilaron dos m¨¦dicos y ya los han repuesto.
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