Cientos de clientes hacen cola en la librer¨ªa Sant Jordi de Barcelona tras la muerte del propietario y la amenaza de cierre

En raras ocasiones un comercio se convierte en el s¨ªmbolo del patrimonio cultural amenazado por, de nuevo, la gentrificaci¨®n. Esta semana, la librer¨ªa Sant Jordi de la calle Ferran de Barcelona se ha convertido en ese ejemplo y en el intento orquestado por centenares de vecinos para que Barcelona no pierda la identidad de lo que un d¨ªa fue. El 10 de diciembre falleci¨®, con 58 a?os, Josep Morales Monroig, el propietario de esta pintoresca librer¨ªa -con mobiliario decimon¨®nico- sobre la que reposan ejemplares de arte, fotograf¨ªa, ilustraci¨®n, dise?o, arquitectura, literatura y filosof¨ªa. El pr¨®ximo febrero vence el alquiler de este negocio rodeado de tiendas de souvenires, supermercados 24 horas y franquicias de comida r¨¢pida. Alguien en las redes sociales avis¨® de la muerte de Morales y de la precaria situaci¨®n de la librer¨ªa y, desde el pasado lunes, las colas de gente comprando en la Sant Jordi destacan en una calle Ferran plagada de turistas. Los compradores, todos vecinos de la ciudad, aseguran que adquiriendo libros dan un ¨²ltimo homenaje a la Sant Jordi y, de paso, protestan por la precaria situaci¨®n que atraviesan los negocios que sirven de emblema a la ciudad.

¡°La gente nos est¨¢ mostrando su cari?o, su solidaridad y amor por la librer¨ªa. Ha corrido la voz de que nos encontramos en una situaci¨®n delicada tras la muerte de Josep y porque el contrato de alquiler vence en febrero. La ciudadan¨ªa ha venido corriendo a mostrar su apoyo y el deseo de que la Sant Jordi contin¨²e¡±, resume la viuda de Morales, Cristina Riera. Revela que todo comenz¨® el domingo cuando unas amigas fueron a la librer¨ªa e hicieron unos paquetes regalo y se ¡°corri¨® la voz de forma viral¡± hasta el punto de colapsar el negocio.

¡°Necesit¨¢bamos vender el m¨¢ximo de libros posibles ya que si finalmente acaba desapareciendo la librer¨ªa no queremos encontrarnos con un problema m¨¢s grande¡±, defiende Riera. ¡°Nuestro deseo es que la tienda contin¨²e en la calle Ferran pero yo no puedo sostener el negocio, me gustar¨ªa que alguien tomara el relevo¡±, asegura.

El local es de alquiler y, en 2014, la propiedad ofreci¨® que la mensualidad pasara de ¡°800 euros al mes a 8.000 euros¡±. Fue entonces cuando Morales pidi¨® ayuda y el Ayuntamiento ofreci¨® la posibilidad de trasladar el negocio a la calle Robadors. Tras el 2014, vino la pandemia y la larga enfermedad del librero. La propiedad de la librer¨ªa mantuvo el precio antiguo a?o tras a?o pero ahora ha anunciado que en febrero ya no renovar¨¢n. ¡°Es inviable pagar 8.000 euros de alquiler¡±, lamenta Riera. ¡°La Sant Jordi y el espacio de Bellas Artes son los ¨²nicos locales de verdad que queda en la calle Ferran. Lucharemos porque se mantenga aqu¨ª¡±, defiende.

La librer¨ªa nunca ha estado tan llena como esta semana. Han ampliado horarios porque dentro no dan abasto. ¡°Es como si fuese una diada de Sant Jordi continua. Es el homenaje m¨¢s bonito que se le puede dar a Josep¡±, mantiene Riera.

Dentro de la librer¨ªa hab¨ªa tertulias, intimidades, era un lugar ¡°c¨¢lido y de acogida¡±. ¡°Es uno de esos lugares que necesita la ciudad¡±, defiende Riera. ¡°Necesitamos este apoyo que nos dan los clientes porque hay que preservar la Sant Jordi y que alguien pueda continuar con el negocio¡±, anuncia. El plan b para trasladar la librer¨ªa a la calle Robadors todav¨ªa es posible pero el ¡°mejor homenaje¡± es mantenerla en la calle Ferran, argumenta Riera.

Las colas siguen en la Sant Jordi. ¡°Venimos a apoyar porque al final, en esta ciudad, va a haber solo supermercados y Starbucks¡±, mantiene Ana que lleva haciendo cola m¨¢s de 15 minutos. Dentro de la librer¨ªa no cabe un alfiler. ¡°Estamos vendiendo tanto que incluso est¨¢n apareciendo ejemplares que guardaba mi marido desde hace a?os¡±, apunta Riera.

La librer¨ªa fue inaugurada en 1983 por el padre de Morales. Esta semana, m¨¢s que nunca, simboliza la lucha contra la gentrificaci¨®n y la perdida de identidad del barrio. El mi¨¦rcoles, el propio alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se traslad¨® hasta la librer¨ªa para preocuparse por la situaci¨®n. Compr¨® un antiguo cat¨¢logo de la Galer¨ªa Par¨¦s. ¡°Josep estar¨ªa emocionado de este cuento de Navidad que est¨¢ viviendo la librer¨ªa¡±.