Hermoso e ¨ªntimo viaje de la mano de Bach y Mal Pelo

La fascinaci¨®n que Mal Pelo, el grupo de danza contempor¨¢nea que lideran Mar¨ªa Mu?oz y Pep Ramis, siente por la m¨²sica de Bach le ha motivado de nuevo a crear una excelente pieza sobre el m¨²sico alem¨¢n. Si primero fue el solo Bach, con la m¨²sica de El clavec¨ªn bien temperado, magistralmente bailado por Mar¨ªa Mu?oz y luego por Federica Porello, hoy son las Variaciones Goldsberg su fuente de inspiraci¨®n. Sin embargo la banda sonora del ¨²ltimo espect¨¢culo de Mal Pelo, que se estren¨®, el pasado jueves, en la Sala Petita del TNC, no son ¨²nicamente las Variaciones Goldsberg, sino las Goldberg Variations/Variations, una pieza del m¨²sico de jazz Dan Tepfer, que combina las variaciones de Bach con las suyas improvisadas.

Esta nueva pieza de Mal Pelo tiene todos los ingredientes que le han llevado a ser uno de los mejores grupos de danza de nuestro pa¨ªs: rigor en la puesta en escena, un f¨¦rtil vocabulario coreogr¨¢fico, que entrelaza el bello gesto con el rudo, el fr¨ªo con el voluptuoso, que deriva en un veloz y reflexivo baile, la impecable interpretaci¨®n y un mensaje filos¨®fico, que en esta ocasi¨®n llega al p¨²blico a trav¨¦s de la palabras del escritor brit¨¢nico John Berger y de un poema de Juan Gelman. El amor, la belleza y la fealdad son algunos de los conceptos que se expresan.

Este interesante viaje al que invita Mal Pelo tiene en esencia la idea de Bach cuando compuso las Variaciones Goldberg, crear un mundo secreto de gran belleza al que se accede a trav¨¦s del aria del tema inicial para salir al final por la puerta que se ha entrado, la misma aria. Al igual que el ciclo de la vida. Y este concepto es el que palpita en el espect¨¢culo de Mal Pelo. Un po¨¦tico viaje que termina en el punto que ha empezado y que embriaga al espectador desde su comienzo. Sus siete magn¨ªficos int¨¦rpretes: Zuri?e Benavente, Jordi Casanovas, Enric F¨¤bregas, Mar¨ªa Mu?oz, Federica Porello, Pep Ramis y Zolt¨¤n Vakulya, que visten de negro, son un din¨¢mico y elegante relieve en la desnuda y blanca escena. En cuanto al baile abundan los fragmentos brillantes tanto corales como individuales. Resulta interesante analizar la interpretaci¨®n de cada uno de los bailarines ya que son de edades distintas y de diferente complexi¨®n, esplendido el contrate que se crea entre el din¨¢mico baile de la joven Zuri?e Benavente y la profunda madurez interpretativa de Mar¨ªa Mu?oz.

En cuanto a los d¨²os cortan la respiraci¨®n del espectador por su distinguida belleza y soterrada emoci¨®n, destacamos el de Federica Porello con Mar¨ªa Mu?oz y el de esta ¨²ltima con Pep Ramis, esa pareja que se sostiene con ternura cuando uno cae, ese amor y comprensi¨®n que destila su gesto se convierte en una de las mejores secuencias. No se puede olvidar a Pep Ramis cuando baila vestido con una levita de terciopelo o al bailar¨ªn p¨¢jaro, Enric F¨¤bregas, que no para de graznar como un cuervo.