Gane quien gane, tel¨¦fono rojo
Haya o no reedici¨®n del Pacto del Bot¨¢nico, o coqueteo PSPV-Cs, o acuerdo de centro derecha, los protagonistas deber¨¢n atarse los machos
Esta noche, casi entrada la madrug¨¢, quedar¨¢n despejadas las medulares dudas que nos han acompa?ado durante la campa?a valenciana. La primera, si el bloque de centro izquierda -PSPV, Comprom¨ªs y Unidas Podemos- mantiene la hegemon¨ªa y suma los esca?os para firmar la siguiente entrega del Pacto del Bot¨¢nico. La segunda, si los socialistas valencianos han defendido su posici¨®n como la fuerza m¨¢s votada dentro de ese bloque. La tercera, si Cs y Toni Cant¨® estar¨¢n en condiciones o no de dejarse rondar por Ximo Puig. La cuarta, si el PP de Isabel Bonig ha salvado los muebles o ha sucumbido a la embestida de Cs y VOX. Y la quinta, conoceremos, al fin, la penetraci¨®n social alcanzada en la Comunidad Valenciana por los ac¨®litos de Steve Bannon subidos a la grupa de Santiago Abascal.
El viernes, con la campa?a a punto de clausura, los socialistas m¨¢s puestos en demoscopia y sobresaltos electorales embridaban las euforias cercanas. El mensaje que m¨¢s hemos escuchado estos d¨ªas por boca de los primeros ha sido: ¡°Aqu¨ª no hay nada seguro. El escenario es incierto e imprevisible¡±.
Debemos prepararnos para sujetar a la bestia que llevamos dentro cuando los fatuos habituales -ajenos a la propia verg¨¹enza- suelten la frase definitiva: ¡°Yo ya dije que esto iba a suceder¡±. George Orwell nos ense?¨® que ver ¡±lo que est¨¢ delante de nuestros ojos requiere un esfuerzo constante¡±. Y ni as¨ª el ¨¦xito est¨¢ garantizado.
Haya o no reedici¨®n del Pacto del Bot¨¢nico, o coqueteo PSPV-Cs, o acuerdo de centro derecha a tres bandas entre PP, Cs y VOX, los protagonistas de la opci¨®n finalmente viable deber¨¢n atarse los machos porque el escenario que se abrir¨¢ a partir de ma?ana ser¨¢ de guerra fr¨ªa entre los llamados a ser socios de gobierno o colegas de legislatura. Durante la campa?a todos han apuntado maneras, tal que los toros en la dehesa; unos, como M¨®nica Oltra, Toni Cant¨® y Mart¨ªnez Dalmau, con una ret¨®rica tirando a incendiaria; Ximo Puig e Isabel Bonig, con matices, han optado por la templanza, entendida esta, seg¨²n definici¨®n de Norberto Bobbio en su Elogio de la templanza, como lo contrario a la arrogancia, la prepotencia, la perversidad, la vanidad y el abuso del poder. En Puig, no chirr¨ªa. Con Bonig habr¨¢ que acostumbrarse a su nuevo perfil modoso. No le va.
En los a?os 60, durante la Guerra Fr¨ªa entre la Uni¨®n Sovi¨¦tica y los Estados Unidos, se estableci¨® una l¨ªnea caliente -posteriormente bautizada como tel¨¦fono rojo para evitar jocosidades pornogr¨¢ficas- que pon¨ªa en comunicaci¨®n directa a los l¨ªderes de ambas superpotencias: uno en la Casa Blanca y otro en el Kremlin. Se trataba de evitar que una malinterpretaci¨®n o un error en la traducci¨®n de alguna palabra desembocase en una tercera guerra mundial.
El Pacto del Bot¨¢nico nos ha ense?ado que en los gobiernos de coalici¨®n, pese a la buena voluntad de las partes, las fricciones existen. Y los malentendidos. Va a hacer falta un tel¨¦fono rojo gane quien gane.
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