Manuel Valls: ¡°Ha habido frivolidad frente al independentismo¡±

Manuel Valls (Barcelona, 1962) se presenta a la alcald¨ªa de Barcelona tras una carrera pol¨ªtica en Francia en la que lleg¨® a ser ministro de Interior y primer ministro. Candidato de una plataforma apoyada por Ciudadanos, las encuestas le pronostican un resultado discreto.

Pregunta. ?El efecto Valls ha pasado?

Respuesta. Ustedes siempre repiten las mismas cosas. No ha habido un efecto Valls, siempre lo he tenido dif¨ªcil. Quiz¨¢s es un efecto en el sentido de que nunca hab¨ªa sucedido que alguien que nace en Horta fuera primer ministro en Francia. Yo he vuelto a Barcelona por razones personales, porque los cinco a?os de gobierno en Francia fueron muy duros. Quer¨ªa cambiar de vida. Supongo que s¨ª, que un ex primer ministro franc¨¦s, aunque nacido aqu¨ª, quiera ser alcalde de Barcelona s¨ª puede ser un efecto. Noto ganas de cambio. No se repetir¨¢ el voto de las generales porque la gente, y lo entiendo, vot¨® con miedo ante Vox. Ahora el tema es si continuamos con el desastre que es la pol¨ªtica de Ada Colau o si Barcelona cae en las manos del separatismo de Ernest Maragall. Hemos visto lo que puede suceder con la victoria del independentismo radical en la C¨¢mara de Comercio. Represento el ¨²nico cambio posible. Hay que impedir que el separatismo gane porque representar¨ªa un desastre para Barcelona y para el resto de Espa?a. Son las elecciones m¨¢s importantes de Barcelona desde 1979.

P. Que el independentismo arrase en la C¨¢mara de Comercio podr¨ªa indicar que el cambio va por un camino diferente del que usted defiende.

R. Son las consecuencias de una falta de estrategia, a veces de frivolidad frente a la estrategia profesional del independentismo. Los constitucionalistas deber¨ªan pensar en una estrategia com¨²n. ?La tienen? No. Cuando Maragall dice que quiere que Barcelona sea la palanca de la rep¨²blica, me lo tomo en serio; lo dice de verdad. ?Es Barcelona, no es un pueblecito, es m¨¢s importante que Catalu?a en t¨¦rminos de marca, de influencia en el mundo. Si ganan, ser¨¢n un portavoz de la agenda independentista.

¡°Aumentaremos la? plantilla de la Guardia Urbana en 1.500 nuevos agentes en cuatro a?os¡±

P. Es cr¨ªtico con parte de la sociedad civil porque considera que no plantaron cara al independentismo unilateral.

R. Me han dicho que soy el candidato de las ¨¦lites y yo ahora no acusar¨¦ a las ¨¦lites. Pero s¨ª ha habido frivolidad, quiz¨¢s es f¨¢cil decirlo ahora, pero ha habido complicidad y financiaci¨®n del independentismo, y sobre todo una estrategia de CiU que acab¨® con lo que son hoy parte de sus herederos. Pero que CiU pactase con ERC y con la CUP para mantener el poder fue un cambio potente. Siempre pasa, piensas que puedes dominar este movimiento, y se te escapa de las manos. La historia nos lo ense?a. Por eso se rompi¨® CiU, yendo a buscar a ERC y a la CUP para mantener el poder, y luego dicen ¡°viva la independencia¡±. Frente a esto no hubo estrategia y por eso se rompi¨® el constitucionalismo. Por eso naci¨® Ciudadanos. Todos los intelectuales que lo fundaron, todos, me dan apoyo, y son diferentes: de Arcadi Espada a Francesc de Carreras o F¨¦lix de Az¨²a. Barcelona es una gran ciudad, pero todos se conocen. Es muy dif¨ªcil vivir en un clima de enfrentamiento. Aunque las cosas hoy est¨¦n m¨¢s moderadas, las familias, todas, est¨¢n muy divididas. Entiendo que la gente busque aire, moderaci¨®n.

P. ?Se ha sentido inc¨®modo con Ciudadanos?

R. Con Ciudadanos coincido en muchas cosas. Se encontrar¨¢ en el grupo de los liberales europeos con los amigos de Emmanuel Macron. Estamos de acuerdo en que el gran debate hoy es el progresismo, la democracia, los valores de Europa frente a los populismos de derechas y de izquierdas. Ciudadanos adem¨¢s te da la posibilidad de estar en los medios y en el espacio p¨²blico. ?Ciudadanos? Por supuesto. ?Y qu¨¦?

¡°No pueden haber 2.000 manteros en Barcelona. Habr¨¢ soluciones para unos, para los que est¨¢n en situaci¨®n legal¡±

P. Acabar con el top manta en tres meses. ?C¨®mo lo har¨¢?

R. Actuando. Liderando la pol¨ªtica de seguridad, dando confianza a la Guardia Urbana. Aumentaremos su plantilla en 1.500 nuevos agentes en cuatro a?os; se les deben dar nuevas tecnolog¨ªas, y organizando una gran cooperaci¨®n con los Mossos de Esquadra, y con las fuerzas de seguridad del Estado, pero tambi¨¦n con Extranjer¨ªa, con la polic¨ªa del puerto, con Fiscal¨ªa. La actividad del top manta ocupa ilegalmente el espacio p¨²blico, hace mucho da?o al comercio local y a la econom¨ªa local, sabemos que est¨¢n controlados por mafias, sabemos a d¨®nde van a buscar el material... El efecto llamada ha hecho pasar de 300 a 2.000 los manteros en Barcelona. Son muy j¨®venes, est¨¢n explotados por mafias, pero se han dado 1,5 millones de euros a la cooperativa de los manteros en tres a?os. ?Ha dado resultado?

P. ?Y qu¨¦ har¨ªa usted con estos 2.000 manteros?

R. No puede haber 2.000 manteros en Barcelona. Habr¨¢ soluciones para unos, para los que est¨¢n en situaci¨®n legal; luego habr¨¢ que trabajar con los pa¨ªses de origen, como Senegal, porque algunos deber¨¢n volver a su pa¨ªs, algo que no es responsabilidad del alcalde sino de Extranjer¨ªa.

¡°Si hay bicapitalidad es posible que haya ministerios o el Senado en Barcelona¡±

P. Usted ha defendido que se reconozca en la Constituci¨®n la cocapitalidad espa?ola de Barcelona. ?Por qu¨¦ no lo incluye en el programa electoral?

R. Lo digo y lo volver¨¦ a decir. Pero no lo incluimos porque no hemos querido tocar los temas constitucionales en el programa. Antes de hacer unos cambios, tenemos que convencer a los barceloneses, a los catalanes y al resto de espa?oles.

P. ?Le gustar¨ªa que el Senado estuviera en Barcelona?

R. En lo de la bicapitalidad, creo mucho en los s¨ªmbolos. Pero si empezamos por el Estatuto, el Senado, las instituciones, no llegaremos. Primero tiene que haber unos principios, el respeto de la Constituci¨®n, luego hay que avanzar en la cofinanciaci¨®n, lo que podemos pactar con el Gobierno de Madrid y la Generalitat para Cercan¨ªas, para Montju?c, para Seguridad. Si hay bicapitalidad es posible que haya ministerios o el Senado en Barcelona, pero hay que hacerlo de forma ordenada. Y tambi¨¦n hay que convencer al resto de los espa?oles. Si viene el Senado a Barcelona y el separatismo contin¨²a con sus condiciones, el resultado puede ser muy negativo en el resto de Espa?a.