?Covadonga o Valencia?
Las urnas no han sido con Vox todo lo rumbosas que las encuestas anunciaban. Pero que nadie dude sobre la persistencia en el empe?o. Cada espacio de representaci¨®n institucional que Vox gana se trueca en un magn¨ªfico altavoz
En Andaluc¨ªa juraron sus esca?os ¡°por Espa?a¡±. En las Cortes Valencianas, el pasado jueves, lo hicieron ¡°por Dios y por Espa?a¡±. Los diez diputados de Vox que estrenaban tribuna en el Parlamento auton¨®mico completaron el atrezzo imponiendo sus manos sobre un ejemplar de la Biblia. Un crucifijo como testigo. La imagen dio la vuelta a Espa?a y se col¨® en las escaletas de los informativos. El circo ya se hab¨ªa levantado. Con la inestimable ayuda, eso s¨ª, de algunos diputados del bloque progresista -seg¨²n se entra al hemiciclo, a la izquierda- que juraron o prometieron por lo que les sali¨® del pirri. Enric Morera, reelegido presidente de la C¨¢mara valenciana, deber¨¢ fajarse en esta d¨¦cima legislatura. En rom¨¢n paladino: le van a hacer sudar la n¨®mina.
La elecci¨®n de un anacr¨®nico lema de la patria -d¨ªcese de aquellos que resum¨ªan la ideolog¨ªa del franquismo- es el gesto anecd¨®tico de un ideario pol¨ªtico que aboga, en sus premisas fundamentales, por la supresi¨®n del estado auton¨®mico consagrado en la Constituci¨®n de 1978. El Caballo de Troya triunf¨® por el factor sorpresa. Aqu¨ª no hay sorpresas que valgan. Santiago Abascal, l¨ªder de Vox, lo dej¨® n¨ªtidamente claro durante la pasada campa?a electoral: ¡°Vamos a los parlamentos auton¨®micos para devolver competencias al Estado¡±.
Las urnas no han sido con Vox todo lo rumbosas que las encuestas anunciaban. Sin menosprecio de lo conseguido, las expectativas eran m¨¢s altas que los resultados. El objetivo de canibalizar a la derecha institucional -la ¡°derechita cobarde¡±, Abascal dixit- no se ha alcanzado. Pero que nadie dude sobre la persistencia en el empe?o. Cada espacio de representaci¨®n institucional que Vox gana se trueca en un magn¨ªfico altavoz, en un impagable escaparate para vender su mercanc¨ªa contaminada de odio hacia aquello/s que desprecian, desde el Estado auton¨®mico, pasando por las feministas y todo el espectro LGBTI, para desembocar en los inmigrantes.
Hace unos meses apareci¨® en Francia un ensayo del investigador Hac¨¨ne Belmessous. Titulado ¡°Los laboratorios del odio¡±, el autor analiza qu¨¦ ha pasado en un pu?ado de municipios franceses gobernados desde 2014 por el Frente Nacional (FN) -ahora Reagrupamiento Nacional- de Marine Le Pen. El t¨ªtulo es un afilado resumen del contenido.
El pr¨®ximo domingo los espa?oles tenemos de nuevo cita en el colegio electoral para elegir a nuestros representantes europeos y municipales. Auton¨®micos en doce comunidades. La ¨²ltima encuesta del CIS anuncia el frenazo de Vox y rebaja sus posibilidades de ¨¦xito en buena parte de las grandes capitales y de los parlamentos auton¨®micos. No es el caso de la ciudad de Valencia: Vox podr¨ªa debutar con varios concejales.
Andr¨¦s Rodr¨ªguez, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Econ¨®mica de la London School, advert¨ªa recientemente en estas mismas p¨¢ginas sobre la ¡°venganza de los lugares que no importan¡±, identific¨¢ndolos con territorios ¡°que acaban rebel¨¢ndose en las urnas¡±. Valencia, la Comunidad Valenciana en su conjunto, hace mucho que no importa. A ver si la reconquista de Espa?a anunciada por Abascal no empieza en Covadonga. No banalicemos gestos ni resultados.
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