Contra la inseguridad en Barcelona, ?un polic¨ªa en cada esquina?
La mayor¨ªa de fuerzas pol¨ªticas apuesta por multiplicar la presencia policial para acabar con la delincuencia
400, 1.000, 1.500¡ Los candidatos a la alcald¨ªa de Barcelona saben que la inseguridad es un problema que sale muy caro en las urnas. Y todos ellos proponen un remedio troncal: m¨¢s polic¨ªas. Agentes que saturen el espacio p¨²blico patrullando, deteniendo y previniendo. El PP y Manuel Valls son los que disparan m¨¢s alto: 1.500 guardias urbanos m¨¢s durante su mandato; Jaume Colloboni (PSC) crear¨¢ 1.000; Ada Colau (BCom¨²) y Elsa Artadi (JxCat) lo limitan a 400, y ERC no da cifra concreta, aunque tambi¨¦n plantea un incremento de polic¨ªas locales. Todos ellos, adem¨¢s, coinciden en pedir m¨¢s mossos a la Generalitat.
Que hacen falta m¨¢s agentes parece indiscutible. Barcelona tiene una ratio de 3,3 polic¨ªas por 1.000 habitantes (2.400 mossos y 3.000 guardias urbanos). Una cifra cercana a la media europea (3,6), pero por debajo de la catalana (4,4) y la espa?ola (5,1). Si se tiene en cuenta la presi¨®n tur¨ªstica sobre la capital ¡ª30 millones de personas, entre los que pernoctan y los que pasan el d¨ªa¡ª la ratio se desploma. ¡°Pero la polic¨ªa no es nunca una soluci¨®n global¡±, se quejan fuentes policiales, que admiten que Barcelona necesita m¨¢s agentes pero critican que se plantee como la respuesta m¨¢gica a la inseguridad.
Los turistas son las principales v¨ªctimas del delito estrella en la ciudad: el robo, en sus m¨²ltiples formas. La polic¨ªa elabora listas de los ladrones m¨¢s activos, pero un cambio jurisprudencial de junio de 2017 ¡ªcuando las estad¨ªsticas criminales empiezan a desbocarse¡ª impide aplicar la reincidencia en delitos leves como el hurto y castigarlos con penas de prisi¨®n. ¡°Si una persona que hurta de manera reiterada no entra en prisi¨®n, es igual que lo detengas muchas veces¡±, critican sobre la reincidencia que machaca a una ciudad donde el 60% de los delitos son hurtos. Si los ladrones no entran en la c¨¢rcel, con m¨¢s polic¨ªas aumentar¨¢n las detenciones sin que necesariamente bajen los delitos.
Los datos de criminalidad del primer cuatrimestre de 2019 confirman esa tesis. Los Mossos han lanzado planes para contener la delincuencia. Las detenciones han aumentado un 18%, pero los delitos siguen creciendo, a un ritmo del 12% hasta abril. Lo m¨¢s preocupante son los robos con violencia, que se disparan un 30%. ¡°Antes disuad¨ªa a los ladrones saber que con cuatro hurtos pod¨ªan entrar en prisi¨®n y se marchaban a otros pa¨ªses¡±, insisten fuentes policiales. Solo Colau se ha hecho eco del problema legal en la campa?a, y pide una fiscal¨ªa especializada en hurtos y robos.
Tampoco creen esas fuentes que m¨¢s polic¨ªas sean ¨²tiles si no tienen directrices claras, estables y ¡°ajustadas a derecho¡±. ¡°No puede ser que en el top manta tengamos ¨®rdenes distintas en funci¨®n del momento¡±, lamentan sobre el viraje de los pol¨ªticos en funci¨®n de las presiones que reciben. O que se requieran o no desalojos seg¨²n el morador de la finca ocupada.
Para aprovechar los recursos, es fundamental que los polic¨ªas se coordinen: de nada sirve tener 5.400 agentes en la ciudad si no trabajan juntos, apoy¨¢ndose y reparti¨¦ndose los problemas. Sobre el papel, los partidos parecen tenerlo claro. El PSC propone una ¡°estrategia integral¡± en la lucha contra el narcotr¨¢fico, con todos los polic¨ªas y judicatura implicados; ERC, una unidad de investigaci¨®n transversal para luchar contra los narcopisos y la idea de ¡°mancomunar servicios a nivel metropolitano¡±; Valls apoya la creaci¨®n de una ¡°polic¨ªa metropolitana ¨²nica¡±.
En la pr¨¢ctica, el d¨ªa a d¨ªa enzarza a los pol¨ªticos en la batalla competencial. Colau acus¨® hace dos semanas al Departamento de Interior de tener abandonada Barcelona. La alcaldesa reproch¨® diversas actuaciones en las que, supuestamente, los Mossos no se coordinaron con los urbanos. Ambos cuerpos se han pasado como una pelota la responsabilidad sobre el top manta, convertido en un dilema para Colau (?perseguir o ayudar?) y en una queja permanente de los comerciantes.
Abordar el ¡®top manta¡¯
Todos los alcaldables proponen c¨®mo abordar el fen¨®meno, presente en todas las grandes ciudades europeas. Desde la legalizaci¨®n que propone la CUP a la pirot¨¦cnica promesa de Valls de acabar con el top manta en 90 d¨ªas. ¡°?C¨®mo?¡±, preguntan fuentes policiales, conscientes de que una mayor presi¨®n policial solo garantiza su desplazamiento a otros lugares. Valls propone devolver a sus pa¨ªses a los que est¨¦n en situaci¨®n irregular, luchar contra las mafias y evitar el efecto llamada.
Los candidatos tampoco desperdician las pol¨¦micas de Colau para impulsar su propia campa?a. Proponen, por ejemplo, reforzar los antidisturbios de la Guardia Urbana (USP), que la alcaldesa diluy¨®. Y a?aden sellos propios: Artadi crear¨¢ una concejal¨ªa de Seguridad, ahora inexistente, y formar¨¢ equipos de delincuencia urbana; ERC quiere convertir la USP en unidades de ¡°intervenci¨®n r¨¢pida¡± o crear un c¨®digo ¨¦tico; el PP anuncia una ¡°brigada de paracaidistas¡± para situaciones de emergencia. La CUP, a diferencia del resto, pide eliminar la USP, suprimir la ordenanza de civismo y ejercer un mayor control y castigo a los agentes que cometan actos de ¡°violencia institucional¡±.
Las principales propuestas
Bcom¨²
1.000 agentes m¨¢s y fiscal para hurtos y reincidencia.
ERC
M¨¢s guardias, c¨®digo ¨¦tico y mancomunar servicios.
JxCat
400 guardias m¨¢s, concejal¨ªa de Seguridad.
PSC
1.000 guardias m¨¢s, estrategia contra el narcotr¨¢fico.
Valls
1.500 guardias m¨¢s, polic¨ªa ¨²nica metropolitana.
PP
1.500 guardias m¨¢s, brigada para situaciones complejas.
CUP
Eliminar la ordenanza de civismo y los antidisturbios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.