Talento musical femenino valenciano sin prejuicios ni ataduras
Mireia Vilar, Ela Vin, J¨´lia, Clara Andr¨¦s o Lisasinson forman parte de varias oleadas de mujeres que brindan estupendas canciones
Las mareas vivas son incontenibles. Pueden llegar a dar la apariencia de quedarse estancadas, una vez topan con tierra firme. Pero el agua que remueven ya nunca vuelve a ser igual. Hace cosa de una d¨¦cada, parec¨ªa que el ¨²nico nicho creativo para una mujer que quisiera prosperar en el ¨¢mbito del pop y el rock estatales era el de delicada cantautora indie folk: Anni B Sweet, Russian Red o Alondra Bentley empu?aban guitarras ac¨²sticas al tiempo que editaban sus primeros discos. Hoy, ninguna de ellas se ci?e ¨C ni por asomo ¨C a aquel patr¨®n, y la diversidad del ecosistema creativo de nuestra escena empieza ya a ser igual de vasta que la que nos llega desde el ¨¢mbito anglosaj¨®n: St. Vincent, Sharon Van Etten, FKA twigs, Joan As Policewoman, Mitski, Coutney Barnett o Natalie Prass engrosan esas listas de los mejores discos del a?o en las que la presencia femenina no solo rebasa ya ¨C algo nunca visto ¨C el 50%, sino que tambi¨¦n depara una pluralidad de tapices sonoros casi poli¨¦drica. Tanto que obliga a preguntarse si, m¨¢s all¨¢ del auge de la visibilidad de la creaci¨®n femenina en tiempos de irrefrenable ¨C se ponga como se ponga el neofranquismo reaccionario ¨C reivindicaci¨®n igualitaria, hay algo en el talento de la mujer que lo haga m¨¢s el¨¢stico, m¨¢s desprejuiciado o m¨¢s apto que el del hombre para reflejar los claroscuros de la sociedad actual, del aqu¨ª y ahora.
Los ecos llegan tambi¨¦n a la Comunidad Valenciana, porque hay cosas que no tienen vuelta de hoja. Y aunque en nuestro pa¨ªs casi todo discurra con cierto retraso, la tendencia tambi¨¦n es aqu¨ª palpable e inapelable. Se refleja en artistas emergentes y tambi¨¦n en otras con carreras que abarcan ya un par de d¨¦cadas. Entre las primeras, despunta hace tiempo Esther Vinuesa, m¨¢s conocida como Ela Vin, quien nos responde a la pregunta de g¨¦nero abogando por superar estereotipos: ¡°Tal vez nos diferencia el enfoque, el lenguaje y la sensibilidad depositada, en algunos casos, porque lo de que los chicos no lloran est¨¢ pasado de moda¡±, nos dice acerca de una sociedad en la que a¨²n existe ¡°esa mala creencia de que el hombre tiene que ser fuerte, inquebrantable y sostenedor¡±. Apunta que a la mujer, por el solo hecho de serlo, ¡°ya se nos presupone sensibles y emocionales¡±, pero aboga por superar esa fase, reconociendo que hombre y mujeres ¡°tienen sensibilidades distintas¡± pero m¨¢s ¡°como individuos con sus propias historias de vida que c¨®mo g¨¦neros condenados a perpetuar patrones trasnochados¡±.
Ella deja traslucir el eclecticismo de su notable cancionero en discos que navegan entre el pop minimalista, el folk y la chanson. Una polivalencia que es fruto tambi¨¦n de una educaci¨®n musical que la ha llevado a ¡°un estilo mel¨®dico, emotivo, de cierta ra¨ªz, con cuidado en los detalles¡±, basado en gustos que le aportan ¡°cierto grado de originalidad, frescura y autenticidad, sin que las etiquetas importen mucho¡±. Aunque se define ¡°como multiinstrumentista accidental¡± porque el acord¨¦on, el clarinete, el piano, la guitarra y el ukelele se cruzaron, uno tras otro, en su camino. ¡°En definitiva, s¨¦ que hago canciones que emocionan a algunas personas¡±, resume.
Esa forma de desde?ar patrones establecidos es tambi¨¦n com¨²n a Mireia Vilar, quien en su ¨²ltimo y segundo ¨¢lbum (el estimulante La Plaga, de 2018) a?adi¨® barniz electr¨®nico a una f¨®rmula que ya fund¨ªa pop, jazz o tropicalismo. Un eclecticismo que atribuye con naturalidad ¡°a una lista interminable de nombres que van desde c¨®mo cantaba coplas mi ni?era a los profes durante mis estudios de canto, piano, bater¨ªa y gesti¨®n musical, o a los compa?eros en ESMUC, en conciertos o en bandas sonoras¡±. Canciones, dice, que ¡°han alterado mucho¡± su ¡°instinto¡±. Y artistas como ¡°Caetano Veloso, Lorely Rodr¨ªguez, Janelle Mon¨¤e o James Blake¡±. Ella tampoco cree que el talento femenino haya de ser necesariamente m¨¢s vers¨¢til por el hecho de ser femenino, ya que ¡°es
talento sin m¨¢s¡±, y supone que ¡° habr¨¢ de todo¡±. Para reafirmarlo, aprovecha un ejemplo extremo ¨C e inapelable ¨C con el que sostener su tesis: ¡°Estar¨¦ clasicona, pero por ejemplo el tema Musical de Caetano Veloso o el Eclipse de Joao Gilberto me dan a entender que hay m¨¢s sensibilidad detr¨¢s que en El Anillo de Jennifer L¨®pez o Los Micr¨®fonos de Tata Golosa¡±. Touch¨¦.
Mireia Vilar tampoco se adscribe a una esfera determinada entre sus compa?eros generacionales, ni siquiera en Valencia. Afirma que le encanta ¡° pensar que todas y todos tenemos un sitio¡±, pero empieza a dar en el clavo cuando reclama ¡°m¨¢s espacios y oportunidades donde compartirlo¡±. Porque quiz¨¢ la clave no sea tanto una modulaci¨®n de una cierta sensibilidad femenina que sea diferente per se de la masculina, como la agudizaci¨®n del ingenio que acarrea la invisibilidad a la que se ha visto sometida.
El d¨²o alcoyano J¨´lia lo tiene claro: ¡°si queremos que se nos escuche, nos tenemos que esforzar el doble¡±, dicen, y creen que esa puede ser la raz¨®n para que surjan ¡°proyectos tan diversos e interesantes que no se aferran a estilos, porque lo que hay detr¨¢s de ellos es mucho trabajo, mucha verdad y mucha reflexi¨®n art¨ªstica¡±. El t¨¢ndem que forman L¨ªdia Vila y Estela Tormo contempla la creaci¨®n musical ¡°como un concepto totalmente libre de fronteras sonoras donde, como artistas, podemos ser n¨®madas, viajar donde queramos y tener muchas casas mel¨®dicas¡±, y as¨ª lo han plasmado en un par de extraordinarios trabajos que transitaban del folk electroac¨²stico al dream pop. Estar¨¢n teloneando a Echo & The Bunnymen el pr¨®ximo 10 de julio en los Jardines de Viveros de Valencia, pero antes de eso han tenido tiempo de estrenar sobre los escenarios (entre ellos, el del Palau de la M¨²sica) el proyecto ¡°L'Eix Radical¡± junto a la saforenca Clara Andr¨¦s, otra artista de vuelo libre pero m¨¢s veterana: ¡°empezamos a intercambiar sensibilidades anal¨®gicas y digitales con ella, y a reconstruir canciones de ambas, para trazar una arquitectura de poes¨ªa atmosf¨¦rica donde estar c¨®modas y dar rienda suelta a toda esa fusi¨®n¡±, explican.
Acudimos a la propia Clara Andr¨¦s, quien define su alianza con las J¨²lia como ¡°un contraste de lenguajes sonoros que nos lleva a un sitio inesperado y nos enriquece mutuamente¡±, y se suma a la tesis de la potenciaci¨®n del talento femenino a?adiendo el matiz ¨C nada menor ¨C de su falta de pretenciosidad: ¡°partimos en general de sentir cierta mirada condescendiente y molesta, y conseguir que eso se convierta en una mirada atenta implica, aparte de trabajo, demostrar mucha m¨¢s sinceridad y honestidad en tu propuesta¡±, esgrime. La cantante de Oliva, que ha sazonado su temario con ecos de pop, folk, jazz e incluso bossa nova, cree que ¡°la mejora en la visibilidad del talento femenino parece que no ha hecho m¨¢s que empezar¡±. Pero tambi¨¦n que ¡°cuando aparece una mujer potente, alcanza o supera cualquier altura¡±.
Dentro de esa saga valenciana de mujeres potentes, que podr¨ªa abarcar desde cl¨¢sicas de nuestra escena como Eva D¨¦nia a nuevos valores trap como Albany, el ¨²ltimo soplo de aire fresco han sido las jovenc¨ªsimas Lisasinson, un tr¨ªo de efervescente garage rock en la estela de las Hinds (la banda femenina espa?ola con m¨¢s proyecci¨®n internacional) que ha fichado por el sello madrile?o Elefant mucho antes de tener siquiera ¨¢lbum en la calle, solo con una canci¨®n. Se formaron en la escuela de Bellas Artes de Valencia hace solo unos meses. Y admiten la influencia tambi¨¦n ¡°de Cari?o o Las Odio¡± a la hora de montar su banda, as¨ª como ¡°de Par¨¢lisis Permanente, Tremenda Jaur¨ªa, Tronco o Carolina Durante¡±.Y aunque creen que es importante ¡°reconocer y visibilizar grupos de mujeres¡±, creen que ¡°ser¨ªa sexista meter a todas en un mismo saco por el simple hecho de serlo¡±. El talento, para ellas, ¡°no es cuesti¨®n de g¨¦nero¡±.
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