La palabra rimada se hace o¨ªr en el S¨®nar

El S¨®nar diurno se despidi¨® este a?o en Barcelona con calor, el calor de julio y el que debi¨® sentir Bad Gyal sobre el escenario, aupada por el festival y por el p¨²blico que llenaba el Village en su incipiente carrera internacional. Otros artistas que destacaron en la nutrida oferta de la jornada diurna fueron Kelly Moran, Nicola Cruz, Actress y un Cecilio G que presume en una canci¨®n de haberse colado en un Sonar y que ayer entr¨® en el festival a lomos de un caballo, como lo hiciera Jimi Tenor en la Mar Bella hace ya unos a?os.

?Kelly Moran ofreci¨® un delicado concierto para piano tratado; es decir, acentu¨® el car¨¢cter percutivo del instrumento colocando tornillos y piezas met¨¢licas entre sus cuerdas. Su m¨²sica, envolvente y apoyada por samplers, se visualiz¨® en colores que para ella suponen un registro emocional del sonido.

Y hablando de colores, ¨¢cidos eran los que vest¨ªan Bad Gyal y sus cuatro bailarinas, reinas de la tarde ante un p¨²blico que pareci¨® tener acento local. Sin tener un show a¨²n plenamente competitivo en t¨¦rminos internacionales, la joven de Vilassar de Mar va redondeando un proyecto que, aunque poco original falto de peso y de fr¨¢gil carisma, puede claramente prosperar. La oscuridad de Actress y la electr¨®nica andina de Nicola Cruz marcaron las otras caras de la jornada del festival.

La programaci¨®n del viernes noche coron¨® a Stormzy, el rapero ingl¨¦s adicto al grime, un hip-hop dicho a bastante m¨¢s velocidad, en un ingl¨¦s casi cr¨ªptico y con descaradas bases electr¨®nicas. En una demostraci¨®n atl¨¦tica tanto de garganta como de prestaciones f¨ªsicas, el ingl¨¦s ofreci¨® un concierto muy compacto y s¨®lido como el granito, traducido en litros de sudor que hicieron brillar la negritud de su piel como si de un metal precioso se tratase. Una escena pl¨¢sticamente perfecta que traduc¨ªa la potencia r¨ªtmica de piezas como Vossi Bop, antesala de la postrer Shut Up que arras¨® con su melod¨ªa.

?Poco m¨¢s o menos lo que m¨¢s tarde consiguieron en ese mismo escenario Underworld y su ¨¦pica electr¨®nica, ¨²til para derribar las murallas de Jeric¨® en un plis. Su concierto fue un crescendo de estribillos y largos fragmentos r¨ªtmicos que lograron su c¨¦nit con Born Slippy, una composici¨®n que evidencia c¨®mo ha evolucionado la electr¨®nica desde que la pieza vio la luz. Con Karl Hyde en plan estrella del rock en un subid¨®n de gloria, los m¨®viles empezaron a destellar en el hangar ba?ado por l¨¢ser y el Sonar pareci¨® devolvernos a la est¨¦tica de los noventa. Eso s¨ª, la cantidad de p¨²blico fue de las menores detectadas en los ¨²ltimos a?os.

Los otros dos astros de la palabra en la primera noche del Sonar fueron Octavian y Vince Staples. El primero ofreci¨® un concierto de trap vitalista y mel¨®dico impulsado por unos subgraves que remov¨ªan los dientes en sus enc¨ªas, haciendo vibrar el cerebro en su cavidad craneal: impresionante. Piezas como Hands, King Essie, Don¡¯t Cry o Hit azotaron la pista en una actuaci¨®n estupenda. M¨¢s tarde, Vince Staples baj¨® las revoluciones cerrando las tres patas de la palabra con piezas como Big Fish o 745. El poder de la palabra.