D¨ªaz Ayuso quiere hacer ¡°libres¡± a los madrile?os
La pr¨®xima presidenta ley¨® un discurso de hora y media que levant¨® poco entusiasmo
Isabel D¨ªaz Ayuso se subi¨® este martes a la tribuna y comenz¨® a hablar de la libertad como Bubba Gump hablaba de gambas en medio de la guerra de Vietnam. Cit¨® la libertad en educaci¨®n, la libertad econ¨®mica, la libertad sexual, la libertad de vivir en un lugar libre de odios y otras muchas y variadas libertades que fue espolvoreando durante todo su discurso de investidura como presidenta de la Comunidad de Madrid.
La libertad, dijo en un comienzo dubitativo por los nervios de verse cruzando el umbral de la historia, es el concepto b¨¢sico que sirve de pegamento a los tres partidos de derechas que acordaron hacerla hoy presidenta. Se respir¨® entonces cierta tensi¨®n: parec¨ªa en alg¨²n momento podr¨ªa caer una cita de William Wallace. Se entiende, seg¨²n quienes la escuchaban, que antes los madrile?os viv¨ªan bajo un r¨¦gimen que coartaba la libertad de alg¨²n modo. Pero resulta que quien gobernaba era el mismo partido, el suyo, igual que en los ¨²ltimos 24 a?os.
La ma?ana en la Asamblea, un hemiciclo dentro de una especie de cubo en cuyos laterales en curva se conspira desde hace a?os, apenas tuvo emoci¨®n. La investidura de Ayuso est¨¢ atada y bien atada, sin sombra de Tamayazo. Por si hab¨ªa alguna duda, Ignacio Aguado, el pr¨®ximo vicepresidente, la despejaba en un magac¨ªn ma?anero de la tele, que es donde ahora se cuece casi todo: "Yo creo que no habr¨¢ ning¨²n susto, que todo ir¨¢ bien".
Fiel a su trayectoria desde que Casado la nombrase candidata, Ayuso no pudo evitar meterse en alg¨²n berenjenal. El de ayer sin que nadie le preguntara. En un alarde patri¨®tico, insisti¨® en que Espa?a es la naci¨®n m¨¢s antigua de Europa, una de las frases favoritas de Mariano Rajoy ampliamente rebatida por los historiadores. Da igual.
Oposici¨®n a la oposici¨®n
Ayuso le hizo despu¨¦s oposici¨®n a la oposici¨®n. Dijo que la izquierda ¡ªque no ha catado poder en Madrid desde Joaqu¨ªn Leguina, y mira que ya ha llovido¡ª quiere una regi¨®n pobre, igualar por abajo, reinar en la miseria. Ella no lo permitir¨¢: imbuida del esp¨ªritu de Isabel la Cat¨®lica, un personaje hist¨®rico al que admira, dijo que frenar¨¢ "la voracidad recaudatoria" de Pedro S¨¢nchez.
??igo Errej¨®n, con las mangas de su camisa blanca remangadas, se mord¨ªa las u?as. Y cargaba el m¨®vil, porque el d¨ªa en Twitter iba a ser torero. Al llegar hab¨ªa puesto en duda el pr¨¦stamo de 400.000 euros no devuelto por el padre de Ayuso a Avalmadrid: "Hay demasiadas sospechas sobre ella". Teodoro Garc¨ªa Egea, portavoz del PP, le devolvi¨® el golpe aunque sin explicar muy bien su acusaci¨®n: "Hay m¨¢s posibilidades de que imputen a Errej¨®n que a Ayuso".
En su esquina, ?ngel Gabilondo escuchaba impert¨¦rrito. Al entrar, por si alguien lo pon¨ªa al frente de una conspiraci¨®n contra Ayuso, se desmarcaba mejor que Hugo S¨¢nchez: "No es una campa?a personal contra ella. Desde luego nosotros no hemos movido un dedo en ese sentido".
El discurso languidec¨ªa tras una hora y a esas alturas los escaqueados se arremolinaban ya en la cafeter¨ªa. Bego?a Villac¨ªs, la vicealcaldesa de Madrid, ped¨ªa preferencia a la hora de ordenar en la barra una botella de agua porque hab¨ªa un beb¨¦ esper¨¢ndole de vuelta. De paso se pidi¨® un pincho: "?Necesito producir!". En esas, Ayuso dijo que tendr¨ªa tolerancia cero con la corrupci¨®n. Los suyos se arrancaron con un aplauso no muy entusiasta, para qu¨¦ nos vamos a enga?ar, que qued¨® sepultado por una ovaci¨®n burlona y sobreactuada desde la bancada de la izquierda, que pensaba en las decenas de cargos del PP de Madrid tocados por la corrupci¨®n.
Ella devolvi¨® r¨¢pido esa pulla. Record¨® que el PP es el ¨²nico partido que ha encadenado tres presidentas. Se le pas¨® nombrar a ?ngel Garrido, el que dio la espant¨¢ a Ciudadanos, y a Ignacio Gonz¨¢lez, pulverizado, pero es verdad que un olvido lo tiene cualquiera. Y a?adi¨® que ninguno de los partidos que enarbolan la bandera del feminismo ha hecho tanto por las mujeres pol¨ªticas. Remat¨® con otro homenaje al marianismo: "Cuando digo nunca quiero decir jam¨¢s".
Mientras todo esto ocurr¨ªa, no se le vio el pelo al diputado popular al que todo este foll¨®n le ha pillado de luna de miel, Diego Sanjuanbenito. Eso s¨ª que es libertad de veras.
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