No estamos para majader¨ªas
Como resultado de las actuaciones de la Guardia Civil y las detenciones la semana pasada se dijeron bastantes insensateces en el Parlament y se aprobaron resoluciones que rayan la simpleza
a semana pasada se dijeron bastantes majader¨ªas en el Parlament. Tambi¨¦n se aprobaron resoluciones que rayan la majader¨ªa (no obstante me cuidar¨¦ mucho de tildar a los autores de majaderos). Todo ello como resultado de las actuaciones de la Guardia Civil y las detenciones de presuntos autores de probables ¡°estragos¡± o acciones de car¨¢cter terrorista. La primera insensatez vino de parte de quien ya es un experto en emitirlas sin ning¨²n sentido de la oportunidad, la prudencia o el autocontrol. Me refiero a Quim Torra, el hombre que tiene la misi¨®n, nada m¨¢s y nada menos, de gobernarnos en Catalu?a.
Este hombre ha dicho hace unos d¨ªas, poco despu¨¦s de las detenciones de miembros de los CDR, que nunca ¡°permitir¨¢ que se quiera asociar un movimiento democr¨¢tico con el terrorismo¡±. Obviamente le puso a huevo, unos d¨ªas despu¨¦s, a Pedro S¨¢nchez la exigencia de que antes que nada repudiara cualquier acto de violencia o intento de llevarla a la pr¨¢ctica. La exigencia era obviamente de puro sentido com¨²n, de prudencia y, si me apuran, hasta de sentido de estado. Regresemos a las majader¨ªas parlamentarias. De las tantas, yo resaltar¨ªa una declaraci¨®n del president de la Generalitat y cuatro de las setenta y siete propuestas de resoluci¨®n aprobadas. (Recordemos que una propuesta aprobada en sede parlamentaria es de obligado cumplimiento).
Una ya es conocida, la famosa y ya esgrimida mil veces advertencia o amenaza de que se insistir¨¢ en la proclamaci¨®n unilateral de independencia de Catalu?a. La segunda tiene que ver con algo que me parece mentira que se produzca en un Parlament serio, si exceptuamos su mayor¨ªa independentista. Es la siguiente: que la instituci¨®n sobre la que descansa el voto de los catalanes, reconozca ¡°el ejercicio de la soberan¨ªa y el derecho a la autodeterminaci¨®n de los Pa?sos Catalans¡±. Veamos. Supongamos que un d¨ªa Catalu?a es un pa¨ªs independiente (ahora lo es, pero auton¨®mico). ?Qu¨¦ se supone que ocurrir¨ªa a la luz de aquella omnipresente autodeterminaci¨®n? ?Se invadir¨ªa el llamado Pa¨ªs Valenci¨¤? ?Luego las islas Baleares y se terminar¨ªa con la llamada Catalunya Nord? Eso, si no se piensa obtener la independencia de los Pa?sos Catalans de una tacada, claro.
No es un asunto menor, tampoco, proponer la salida de la Uni¨®n Europea, un Brexit a la catalana y, con ello, salir del euro. Otro asunto es el de los correbous, ese apasionante deporte tel¨²rico que se practica en algunas comarcas del interior de Catalu?a. El deporte consiste en correr tras o delante de ellos. En realidad se trata de chotearse de los pobres animales y estresarlos innecesariamente. Cuesta trabajo ver a unos cuantos descerebrados y a un p¨²blico c¨®mplice jalearlos mientras pinchan a las vaquillas sin que a uno no le d¨¦ verg¨¹enza ajena pertenecer a la especie humana. Cuando en julio de 2010 se aprob¨® la prohibici¨®n de las corridas de toros en Catalu?a, que entr¨® en vigor en 2012, los correbous se mantuvieron porque eran una se?al de identidad amparada por la tradici¨®n.
Y la cuarta exigencia que me interesa resaltar por ¨²ltimo es la retirada de la Guardia Civil de Catalu?a. Cuando los Mossos d'Esquadra se desplegaron en todo el territorio catal¨¢n, era muy dif¨ªcil ver a agentes de la Guardia Civil por las calles de las ciudades y los pueblos. Esa presencia que ahora se pretende expulsar comienza con el proc¨¦s.
Una ¨²ltima cuesti¨®n. El nombramiento del nuevo presidente de la Asociaci¨®n de Municipios por la Independencia, y alcalde de Port de la Selva, Josep Maria Cervera. Y su f¨¦rrea defensa de la ¡°desobediencia institucional¡±. Pues bien, este se?or lleva como alcalde del pueblo costero desde 2011. Ese a?o se hac¨ªa con el cargo que antes hab¨ªa ocupado su t¨ªo, durante diecisiete a?os, Gen¨ªs Pinart. Como soy un veraneante de Port de la Selva siempre he o¨ªdo que manda mucho. Pero mucho, ya me entienden. Este a?o, ya que estamos, se hicieron reformas en el caf¨¦ Espa?a, emblem¨¢tico sitio. Ya no se llama m¨¢s Espa?a. Se lo cambi¨® por el nombre de su antigua due?a. Le pregunt¨¦ a un habitual del lugar, Miquel Roca Junyent, por ese cambio y me contest¨® que ¨¦l le seguir¨¢ llamando ¡°el Espa?a¡±.
El pa¨ªs no est¨¢ para majader¨ªas. Y espero de todo coraz¨®n que los acusados de terrorismo no lo sean. Tambi¨¦n se necesita ahora m¨¢s que nunca que los indicios y pruebas que llevaron a la Guardia Civil a proceder como lo hicieron sean cre¨ªbles. Por el bien de la justicia en Espa?a y por el bien de los que no quieren la independencia para Catalu?a.
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