45 minutos para salvar a Pompeu Fabra de las bombas fascistas
Los participantes del 'room escape' del IEC tienen que conseguir salir del despacho del gram¨¢tico antes de que empiece el ataque a¨¦reo de 1938 sobre Barcelona
Los siete intr¨¦pidos jugadores se encuentran en el claustro del Institut d'Estudis Catalans (IEC). Marta y Roser son amigas. El resto no se conocen entre s¨ª: Anna e Ivan son estudiantes de catal¨¢n; Maria es correctora; Jordi, escritor, y Toni, periodista. Podr¨ªan ser tranquilamente bomberos, alba?iles o ingenieros. No hay que ser un entendido en la lengua catalana para participar en el room escape A l'ombra de Sant Pau que acaba de poner en marcha el Departamento de Cultura de la Generalitat impulsado por la Ruta Pompeu Fabra, con el apoyo del IEC. "Record¨¢d que Sant Pau os vigila", es la ¨²ltima advertencia que reciben los participantes antes de ser encerrados en la sala.
La propuesta es la siguiente: Pompeu Fabra est¨¢ en Badalona y su disc¨ªpulo Josep Miracle ha dejado una nota preocupante en su despacho avisando de que lo tiene que ir a buscar porque en poco rato caer¨¢n bombas sobre Barcelona. Es el 17 de marzo de 1938, en plena Guerra Civil, y los aviones de la Aviazione Legionaria enviados por Mussolini no tardar¨¢n a atacar la ciudad. En la nota, Miracle explica que solo se podr¨¢ salir del despacho si se encuentran siete de las conversaciones filol¨®gicas escritas por el ingeniero (que era ingeniero) y que est¨¢n escondidas en la sala. Hay que decir que en realidad el despacho no es lo del gram¨¢tico; en el que ocup¨® Pompeu Fabra cay¨® realmente una bomba y lo destroz¨®. Una bomba como la que, quiz¨¢s, acabar¨¢ con los concursantes si no encuentran antes de tres cuartos de hora los escritos. Y hasta aqu¨ª podemos explicar. El resto es un juego de pistas y no conviene dar m¨¢s.
En la sala se ha recreado el puesto de trabajo de Pompeu Fabra pero, en realidad, es el despacho del secretario general de la instituci¨®n y, tras una puerta, se ha instalado la sala de control del juego. Desde all¨ª, David Paloma, profesor de la UAB, y M¨°nica Montserrat, de la URV, ambos, gu¨ªas de la Ruta Pompeu Fabra, siguen a trav¨¦s de dos pantallas los movimientos de los participantes, recrean los ruidos de los aviones o las sirenas de alerta y dan pistas cuando los jugadores se encallan.
"Lo vivimos como ellos". dice M¨°nica. "Cuando no encuentran una pista sufrimos con ellos, nos desesperamos..." Tambi¨¦n all¨ª hay una cierta tensi¨®n, a veces los controladores discuten entre ellos por si hay que dar una pista: "Dig¨¢mosles que tienen que mirar dentro de..." "?No! Que ya lo tienen, espera..." Las reacciones de cada grupo (lo ideal es que sean de entre cuatro y seis o siete personas) es muy diferente. "Un soci¨®logo que estuviera aqu¨ª con nosotros vi¨¦ndolos, flipar¨ªa", comenta David.
Esta vez, David y M¨°nica admiten que no han sufrido mucho. "Les han sobrado 7 minutos, es de los mejores registros", dice el profesor. "Otro grupo, con gente supuestamente experta en estos juegos, se qued¨® a solo dos minutos de caer bajo las bombas...", revela. Los integrantes del grupo han salido contentos: "Lo que me gusta de los escape room es que te metes tanto que realmente durante un rato no piensas en nada m¨¢s", comenta Marta. De hecho, los tres cuartos de hora (que en este caso han sido menos) han pasado volando. No se puede revelar nada de lo que hay all¨¢ dentro, pero la atm¨®sfera es cautivadora: "Te sientes, realmente, como en los a?os 30, lo que pasa es que tienes que ir al grano", dice Toni. El reloj no deja de correr, claro.
Conseguido el objetivo, los integrantes del equipo abren la puerta de la sala de control y se dan cuenta que aquello ?es la capilla del IEC! David pide silencio, porque para salir tienen que atravesar Sala Prat de la Riba, donde se est¨¢ celebrando un congreso internacional sobre el c¨¢ncer. "Pero... ?y los ruidos de las bombas? ?y el de las sirenas...?", preguntan algunos de los jugadores. "Hemo advertido a los asistentes, obviamente", aclara David, no tan convencido. "Lo que pasa es que algunos de los asistentes se quedan un poco boquiabiertos". Nada de grave, los sonidos no han alertado nadie.
Hasta el momento solo se hab¨ªan realizado cinco sesiones, pero las previsiones son muy buenas: en las primeras 24 horas se agotaron las sesiones hasta diciembre. La idea era destinar el juego a alumnos del Consorcio, pero enseguida se vio que valdr¨ªa la pena abrirlo a todo el que quiera. En principio, la propuesta est¨¢ abierta, como m¨ªnimo, hasta abril.
El fen¨®meno en Barcelona
Barcelona es la ciudad con m¨¢s empresas y juegos de escape de toda Espa?a, compartiendo con Madrid el primer lugar. En la capital catalana existen m¨¢s de 100 empresas y 201 opciones diferentes, seg¨²n los datos de Escape Room Lover. A las dos ciudades les siguen Valencia (89), Bilbao (56), Sevilla (55), Zaragoza (32) y Murcia (24). Barcelona tiene una amplia oferta de alternativas, desde experiencias que recrean viajes en el tiempo hasta aquellos inspirados en pel¨ªculas como La Guerra de las Galaxias o en series como La Casa de Papel.
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