N¨²ria Pradas gana el Ramon Llull viajando a los inicios del mundo de Disney
La escritora obtiene los 60.000 euros del premio con la historia de una joven que se abre paso en el pionero y masculino mundo de la animaci¨®n en los a?os treinta
Una trama ficticia, pero con un riguroso sustrato sociohist¨®rico y alg¨²n personaje real, a poder ser ambientada en los a?os veinte y treinta, vistos hoy desde la dorada nostalgia por lo que simbolizan de un mundo y unos valores que o la Guerra Civil espa?ola o la Segunda Guerra Mundial dinamitaron. Ese marco concreto de novela con trasunto hist¨®rico, pespunteado con historias de superaci¨®n y cierta carga emotiva, es un notable fil¨®n editorial. Y en esa mina ha explorado con cierto ¨¦xito la escritora N¨²ria Pradas, que insiste en ello en Tota una vida per recordar, las peripecias de una joven que decide abrirse camino en el pionero y masculino mundo de los inicios de los estudios de animaci¨®n de Disney, obra con la que ha obtenido el 40? premio Ramon Llull de novela, uno de los mejor dotados de las letras catalanas (60.000 euros) y, sin duda, el de su mayor difusi¨®n internacional por su traducci¨®n autom¨¢tica al castellano, italiano y portugu¨¦s, a trav¨¦s de sellos vinculados al Grupo Planeta, convocante del galard¨®n.
¡°Es la lucha de una mujer por sus sue?os de ser animadora de dibujos, de dar vida y alma a unas creaciones en un mundo en el que no pasaban de entintar y pintar¡±, describe Pradas (Barcelona, 1954) a su personaje Sophie Simmons, que, con apenas 16 a?os, deja su familia en la Nueva York de 1932 para saltar a Los ?ngeles en plena depresi¨®n tras el crac de 1929. En realidad, Simmons se inspira en dos de las animadoras pioneras en los estudios Disney, Mary Blair y Retta Scott, en los a?os cuarenta y que la autora ha avanzado un poco en el tiempo. Sobre la pista de estas mujeres la puso su hija, que trabaja en ese mundo de la animaci¨®n y que Pradas disecciona en un momento clave que revolucion¨® el sector: entre la aparici¨®n de Blancanieves (1937) y Dumbo (1941), donde interviene la joven Simmons.
Durante el proceso final de elaboraci¨®n de esta ¨²ltima tuvo lugar la primera gran huelga de animadores, que dur¨® cuatro meses y cambi¨® el panorama del estudio y de una manera de hacer, ya que si para Dumbo se utilizaron 1.500 tonos de colores, para la siguiente apenas fueron 400, de la artesan¨ªa a la producci¨®n masiva: ¡°Fue el final de un Disney con un modelo de empresa familiar a la g¨¦nesis de una aut¨¦ntica industria; se consiguieron avances sociales como la jornada de ocho horas, pero tambi¨¦n hubo purgas a trav¨¦s de despidos¡±, contextualiza la autora, que insiste en que ¡°no es una historia sobre Walt Disney porque ni sale, es la historia de un personaje femenino¡±. ?Novela feminista, entonces? ¡°Es feminista si lo entendemos como una lucha por los derechos de las mujeres; pero no me gustan las etiquetas y tampoco quiero hacer un alegato, si bien muchos pasos adelante tampoco hemos hecho las mujeres desde entonces¡±.
¡°Hay en la novela tres hilos, el trasunto hist¨®rico, la vida sentimental de la joven y la lucha sindical, bien descritas y entrelazas¡±, apuntaron casi al alim¨®n dos de los miembros del jurado, Carles Casajuana y Gemma Lienas, fijando de alg¨²n modo el terreno literario que ha cultivado Pradas desde que en 2012 ganara el premio Carlemany con Sota el mateix cel, novela crossover que le permiti¨® pasar del mundo de la literatura infantil y juvenil (donde se adscribe la mayor parte de su cuarentena de t¨ªtulos, con series como las de La tieta Adela y Lul¨² Pecas) al de adultos. ¡°Me cost¨® dar el salto, pero entonces decid¨ª que quer¨ªa escribir con ojos de mujer, sobre Barcelona y el siglo XX: es la mochila vivencial de mis padres y abuelos; aqu¨ª s¨®lo me he traicionado con lo de la ciudad¡±, apunta Pradas en relaci¨®n con Tota una vida per recordar, cuyo t¨ªtulo parte de una frase que ley¨® en la prensa de la ¨¦poca, cuando el estreno de Blancanieves: ¡°Tres a?os para hacerla, una hora para mirarla y toda una vida para recordarla¡±.
La obra ganadora, que se publicar¨¢ el 4 de marzo bajo el sello Columna, retoma el tono y el estilo de las hasta ahora escasas novelas para adultos que ha realizado Pradas, franja lectora a la que lleg¨® con La noia de la biblioteca (2014) y que se consolid¨® r¨¢pidamente con Somnis a mida (2015), traducida a 10 idiomas (vendi¨® 20.000 ejemplares s¨®lo en su edici¨®n alemana), y ambientada en las vicisitudes de una joven que entra en la m¨ªtica tienda de modas de Santa Eul¨¤lia en la Barcelona de 1926, o en L¡¯aroma del temps (2017), sobre el mundo de los perfumes en el Par¨ªs de hace un siglo. Tampoco est¨¢ nada alejada de La for?a d¡¯un dest¨ª, la novelada vida del catal¨¢n de adopci¨®n Jean Leon, con la que Mart¨ª Gironell gan¨® el Llull en 2018.
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