Toda la vida de Mir¨® en una sala
Antoni Llena crea una gran constelaci¨®n emocional de dibujos del artista que se exponen en raras ocasiones
La visi¨®n es impactante. 150 dibujos de Joan Mir¨® de todas las dimensiones y formas recubren las paredes de la gran sala, que da inicio a la visita de la colecci¨®n permanente de la Fundaci¨®n Mir¨®. Pese a la aglomeraci¨®n, la sensaci¨®n no es en absoluto agobiante, por el contrario parece que del conjunto de dibujos surja una nueva obra, poderosa y tentacular, que sumerge el visitante en el universo Mir¨®. Quiz¨¢s sea esta la diferencia entre el proyecto de un comisario y una exposici¨®n concebida por un artista, en este caso Antoni Llena (Barcelona, 1942), encargado por la Fundaci¨®n Mir¨® de realizar la primera de una serie de intervenciones para activar la colecci¨®n permanente a partir de los fondos del archivo.
Llena opt¨® por trabajar con los 8.000 dibujos que cubren toda la trayectoria art¨ªstica y vital de Mir¨® y que por su fragilidad se exponen muy raramente. ¡°Como artista me puedo permitir caminar en terreno resbaladizo, obviando los discursos construidos sobre andamios ideol¨®gicos y eligiendo las obras a partir de un impulso emocional¡±, explic¨® el artista en la presentaci¨®n de Mir¨®: Constelaci¨®n Antoni Llena, que permanecer¨¢ instalada hasta el 7 de junio. Realizada con la complicidad de Teresa Montaner, responsable del archivo de la Fundaci¨®n, la muestra ha sido concebida como una constelaci¨®n, ¡°o una telara?a que te atrapa aunque no la veas¡±, puntualiza Llena. Su selecci¨®n incluye obras de todo tipo sobre papel: dibujos de aprendizaje, algunos autorretratos, bocetos de piezas que nunca se llegaron a realizar (seg¨²n Llena, las m¨¢s iconoclastas) o que se han perdido, apuntes gr¨¢ficos, garabatos aparentemente inconscientes, esbozos de vestuario para espect¨¢culos de danza y teatro y, por supuesto, dibujos preparatorios de obras c¨¦lebres. Es el caso de la Bailarina espa?ola, que perteneci¨® a Andr¨¦ Breton y ahora se conserva en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid, o de la Cabeza de pay¨¦s catal¨¢n, una serie que Mir¨® realiz¨® en 1925 como respuesta a la ilegalizaci¨®n del catal¨¢n por parte de Primo de Rivera, o del ic¨®nico tr¨ªptico Azul, que forma parte de la colecci¨®n del Centro Pompidou de Par¨ªs.
A veces las referencias son muy evidentes y otras m¨¢s dif¨ªciles de identificar, pero cada obra encierra una historia: por ejemplo, los seis dibujos diminutos hechos sobre las hojas de una vieja libreta desgarrada, de los que surgieron las ilustraciones del libro de Lise Hirtz, Il ¨¦tait une petite pie, uno de los m¨¢s codiciados de Mir¨®. ¡°Ahora es pr¨¢cticamente imposible de encontrar¡±, asegura Llena, cuya selecci¨®n repasa la trayectoria de Mir¨®.
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