Mejorar los aprendizajes: la transformaci¨®n educativa que la regi¨®n necesita
El d¨¦ficit de crecimiento de Am¨¦rica Latina se debe en buena parte a su retraso en los resultados de aprendizaje. All¨ª est¨¢ el fracaso
Aunque las teor¨ªas iniciales sobre el crecimiento en los a?os 50 lo vieron como un proceso de acumulaci¨®n de capital f¨ªsico y tangible, la experiencia demostr¨® que se requer¨ªa mucho m¨¢s para crecer. La atenci¨®n de las teor¨ªas pas¨® a concentrarse en el papel del mundo del trabajo y no solo en el n¨²mero tangible de trabajadores, sino en sus habilidades y competencias, en qu¨¦ pod¨ªan hacer y qu¨¦ tan buenos eran para hacerlo, por supuesto en combinaci¨®n con capital f¨ªsico y tecnolog¨ªa.
Desde el siglo XIX en muchos pa¨ªses existi¨® un amplio consenso sobre el papel fundamental de la educaci¨®n para la prosperidad y el desarrollo, pero lo cierto es que a partir de los a?os 1960 algunos economistas redescubrieron el tema y lo incorporaron en teor¨ªas y modelos matem¨¢ticos de crecimiento (Becker, Mankiew, Weil, Romer y otros).
As¨ª se desarroll¨® el concepto de capital humano, que consider¨® a la educaci¨®n y el entrenamiento no solo una experiencia cultural y human¨ªstica, sino una inversi¨®n, y no solo de cada persona para mejorar su desarrollo humano, sino de una sociedad para mejorar su crecimiento, desarrollo productivo y nivel de ingreso per c¨¢pita. Esto significa que en las sociedades modernas del conocimiento ya los rendimientos decrecientes, o incluso constantes, no son los que dominan, sino que la innovaci¨®n y las nuevas ideas son capaces de generar un mundo de rendimientos crecientes, es decir, de crecimiento creciente y acumulativo en la productividad. Es por esto que en las sociedades modernas del conocimiento, y bajo los nuevos paradigmas productivos intensivos en tecnolog¨ªa, el papel de la educaci¨®n y de la formaci¨®n vocacional es m¨¢s importante que nunca. Y es bajo esta l¨ªnea de pensamiento que las sociedades han puesto atenci¨®n en la cobertura y calidad de la educaci¨®n como parte de sus estrategias de desarrollo y transformaci¨®n productiva.
Ahora bien, ?qu¨¦ sabemos y qu¨¦ no sabemos sobre cu¨¢ndo y c¨®mo la educaci¨®n impulsa o causa crecimiento y cu¨¢ndo no? ?Qu¨¦ tipo de pol¨ªticas educativas pueden ayudar a la gran transformaci¨®n productiva? Este fue el tema que el economista Lant Pritchett abord¨® durante una conferencia magistral realizada en marzo pasado por el 75? Aniversario de la CEPAL. Las respuestas a las preguntas anteriores, seg¨²n Pritchett, se pueden resumir en la siguiente narrativa.
El punto de partida es reconocer, como dijo Pritchett, que ¡°la expansi¨®n de la cobertura de la educaci¨®n desde los a?os 50 ha sido uno de los m¨¢s destacados ¨¦xitos de la humanidad en la segunda parte del siglo XX y primera del XIX¡±. Sin embargo, existe un gran misterio sobre la relaci¨®n entre educaci¨®n y crecimiento. Muchos pa¨ªses han tenido masivas expansiones en sus sistemas educativos y no han experimentado crecimiento alto y sostenido, lo cual sugiere que la expansi¨®n de la educaci¨®n en t¨¦rminos de la tasa de matr¨ªcula no es una condici¨®n suficiente para el crecimiento. Parte de la soluci¨®n de este misterio es que la educaci¨®n no genera crecimiento a menos que genere aprendizaje.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe, entre 1950 y 2015, los a?os de escolaridad de los j¨®venes de entre 25 y 34 a?os pasaron de 3.0 a 10.2. Es m¨¢s, casi todos los pa¨ªses de la regi¨®n ten¨ªan en 2015 a sus j¨®venes con m¨¢s escolaridad que en los pa¨ªses desarrollados en 1950. La conclusi¨®n es que ninguna parte del fracaso de ALC para converger en la productividad laboral con los pa¨ªses l¨ªderes puede ser atribuida a una falla para expandir la matr¨ªcula educativa tan r¨¢pido como los pa¨ªses desarrollados.
Seg¨²n Pritchett, las razones por las que la mayor escolaridad no conduce uniformemente a mayor crecimiento se ubican en dos categor¨ªas: i) que la escolaridad no est¨¦ produciendo los resultados de aprendizaje (habilidades, competencias, capacidades, caracter¨ªsticas) que conducen a una fuerza de trabajo m¨¢s productiva; ii) que la econom¨ªa no est¨¦ estructurada de manera tal que, aun cuando la expansi¨®n de la educaci¨®n est¨¦ produciendo una fuerza de trabajo con mayor potencial productivo, este m¨¢s alto capital humano no est¨¦ siendo aprovechado y ocupado en sectores din¨¢micos y de alta productividad.
En cuanto a la primera, la evidencia es clara: el crecimiento econ¨®mico de los pa¨ªses s¨ª est¨¢ fuertemente asociado con la educaci¨®n cuando se usan indicadores de resultados de aprendizaje de los estudiantes. Cuando se usa un ¨ªndice de A?os de Escolaridad Ajustados por Aprendizaje las correlaciones entre educaci¨®n y crecimiento y entre educaci¨®n y niveles de ingreso per c¨¢pita son significativas. Es decir, que el d¨¦ficit de crecimiento de Am¨¦rica Latina se debe en buena parte a su retraso en los resultados de aprendizaje. All¨ª est¨¢ el fracaso.
La segunda categor¨ªa de razones por las que una mayor escolaridad, inclusive si tiene mejores resultados de aprendizaje, no conduce por s¨ª misma a mayor crecimiento, es que no se abran espacios de oportunidad para emplear productivamente a esta fuerza de trabajo m¨¢s capacitada y potencialmente m¨¢s productiva. Ampliar estos espacios es precisamente el objetivo de las pol¨ªticas de desarrollo productivo por las que estamos abogando desde la CEPAL.
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