As¨ª es la escuela postpand¨¦mica en Latinoam¨¦rica: millones de ni?os sin estudiar y m¨¢s digital
Esta fue la regi¨®n que m¨¢s tard¨® en reabrir sus aulas. Tres a?os despu¨¦s del inicio de la crisis sanitaria, ocho expertos analizan la situaci¨®n: aument¨® la deserci¨®n escolar y la brecha digital
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Guatemala cerr¨® las escuelas por la pandemia el 16 de marzo de 2020. Tres meses despu¨¦s, el maestro Edvin M¨® ya hab¨ªa creado todo un plan alternativo a la propuesta de Aprende en casa del Ministerio de Educaci¨®n. ¡°Mis ni?os jam¨¢s las habr¨ªan entendido, no estaban contextualizadas¡±, cuenta por tel¨¦fono. As¨ª que decidi¨® armar grupos de tres o cuatro alumnos de la Aldea Chixajau, en el departamento de Alta Verapaz, e ir a darles clases. ¡°Nos pon¨ªamos mascarillas y llevaba un tablero, no me import¨® exponerme al virus. Era la ¨²nica forma de que sintieran que algo era normal¡±, recuerda. A 1.500 kil¨®metros de ah¨ª, en el Estado mexicano de Nueva Le¨®n, Ariana Lucio Mu?oz, tambi¨¦n decidi¨® reescribir los cuadernillos que llegaron a su escuela rural apenas a finales de a?o. ¡°Nada del material online nos serv¨ªa. Casi nadie en la comunidad tiene internet. Tuvimos que buscar nosotros mismos las estrategias¡±, cuenta por videollamada.
La pandemia le dio la vuelta a todo. Y la educaci¨®n no fue una excepci¨®n. Am¨¦rica Latina y el Caribe fue la regi¨®n que m¨¢s tard¨® en reabrir. Aunque era injusto pedirle a los gobiernos preparaci¨®n los primeros meses, tanto profesores como alumnos, sobre todo en las zonas rurales del continente, criticaron la lejan¨ªa de los ministerios de Educaci¨®n. Sienten que no tuvieron en cuenta el contexto particular de los 170 millones de ni?os y adolescentes y su ritmo de aprendizaje.
La pandemia y las necesidades econ¨®micas expulsaron de la escuela a m¨¢s de tres millones de ni?os en edad lectiva en los ¨²ltimos tres a?os. Actualmente, seg¨²n datos del Banco Mundial y la agencia de la ONU de la infancia, Unicef, hay 15 millones de ni?os y adolescentes que no van al colegio. Es una cifra similar a la poblaci¨®n de Ecuador. Para Alejandra Meglioli, directora del programa regional de calidad e impacto de Save the Children, hablar de deserci¨®n es eufem¨ªstico: ¡°Son ni?os a los que el sistema no supo mantener en las clases, es exclusi¨®n¡±. Las consecuencias de esa salida temprana son muy diferentes seg¨²n el sexo: ellas suelen quedarse embarazadas o dedicarse a los cuidados del hogar, mientras que ellos salen a trabajar, principalmente en el campo. En la casa o cosechando, la pandemia les rob¨® la infancia.
El mismo informe del Banco Mundial y Unicef arroja unas cifras preocupantes: cuatro de cada cinco ni?os menores de 10 a?os no son capaces de leer un texto corto. Para ?talo Dutra, asesor regional de Educaci¨®n para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, este dato es ¡°alarmante¡±: ¡°Ya ten¨ªamos una crisis de aprendizaje muy fuerte. Nuestro desarrollo econ¨®mico y social ya estaba estancado por ello. No invertir en los m¨¢s peque?os es perpetuar la escasa movilidad social, que accedan a peores trabajos, que cobren menos¡ Que siga el mismo ciclo de pobreza¡±. El impacto econ¨®mico es inabarcable. De acuerdo una estimaci¨®n de Jaime Saavedra, director general de Educaci¨®n del Banco Mundial, la generaci¨®n de ni?os que se ha quedado atr¨¢s en los pa¨ªses de bajos recursos provocar¨¢ una p¨¦rdida de 11 trillones de d¨®lares. ¡°En algunos pa¨ªses, es como si la pandemia hubiera borrado diez a?os de progreso¡±, explic¨® en una entrevista con The Economist.
En pa¨ªses como Per¨², donde las escuelas estuvieron alrededor de dos a?os cerradas ¡ªm¨¢s que discotecas o peluquer¨ªas¡ª ya hay algunas se?ales de la herida que esto dej¨® en el aprendizaje. Carla Gamberini Coz, directorra ejecutiva y cofundadora de M¨¢sEducaci¨®nPe, explica que, a finales del a?o pasado, la Evaluaci¨®n Virtual de Aprendizaje (EVA) que se hizo al 48% de alumnos de segundo de Primaria y segundo de Secundaria encontr¨® datos inquietantes. ¡°El rendimiento promedio en comprensi¨®n lectora cay¨® 16 puntos desde 2019, que fue la ¨²ltima vez que se hizo esta prueba. Es un salto grande, teniendo en cuenta que, entre 2015 y 2019, la diferencia hab¨ªa sido s¨®lo de 0,3 puntos¡±, comenta. En matem¨¢ticas, la situaci¨®n fue similar: la tendencia baj¨® en 13 puntos. Pero lo que m¨¢s intranquiliza a Gamberini es la parte emocional. ¡°Los datos se?alan que solo uno de cada diez chicos es capaz de controlar sus emociones y que solo dos de cada diez tiene la posibilidad de hacer amigos f¨¢cilmente¡±, recuerda.
En Per¨², adem¨¢s, este antecedente se combina con otras malas noticias: como en una especie de d¨¦j¨¤ vu, varios colegios volvieron a cerrar, no por la pandemia, sino por las torrenciales lluvias y las protestas que trajo la crisis pol¨ªtica del pa¨ªs. ¡°Contrario a lo que se dijo durante la covid, que se hab¨ªa visibilizado finalmente la importancia de la educaci¨®n, ante cualquier nuevo problema, Per¨², en vez de evitar cerrar las escuelas o evitar retrasar el inicio de la escuela, lo que ha hecho a nivel regional es no empezar la educaci¨®n de nuevo¡±, apunta.
Por su parte en Colombia, la deserci¨®n tambi¨¦n aument¨® durante la pandemia, aunque m¨¢s en el sector privado que en el p¨²blico. Seg¨²n explic¨® el Ministerio de Educaci¨®n a Am¨¦rica Futura, mientras en la ense?anza oficial la deserci¨®n entre los a?os 2020 y 2021 aument¨® hasta 4,1% (despu¨¦s de fluctuar hist¨®ricamente alrededor de 3,1%), en el sector no oficial ¡°hay un claro salto del 2019 al 2020 pasando de 2,6% al 5,7%¡±. ¡°Este comportamiento puede estar relacionado con la capacidad econ¨®mica de los padres de familia para mantener a los estudiantes en los colegios no oficiales. Adicional, en el 2021, se mantiene esta tendencia de subida llegando hasta el 6,1%¡±, aseguran.
Brecha digital
Si hay alguna brecha en el continente que se ahond¨® durante la pandemia fue la digital. La covid forz¨® la digitalizaci¨®n y el estudio remoto en pa¨ªses con baj¨ªsimas tasas de acceso a internet. En Brasil, uno de cada tres ciudadanos no puede conectarse. En Guatemala, esta cifra alcanza el 50%. Y en Per¨², el 25%. ¡°Este modelo de educaci¨®n remota dej¨® a mucha gente afuera, sobre todo a los ni?os m¨¢s peque?os¡±, a?ade Dutra.
La profesora Ariana Lucio Mu?oz, del Estado mexicano de Nueva Le¨®n, siente que su aula fue una de esas que quedaron en los m¨¢rgenes. ¡°Sent¨ª mucha frustraci¨®n. Nos sentimos m¨¢s desaventajados que nunca, nos hablaban de dar clases por Zoom cuando ni los profesores sab¨ªamos c¨®mo usarlo ni los alumnos ten¨ªan desde d¨®nde conectarse¡±, lamenta. ¡°Siento que el plan b se pens¨® para otra realidad, definitivamente no para la de la ruralidad¡±.
Sofialeticia Morales Garza, secretaria de Educaci¨®n de ese mismo Estado, celebra que pr¨¢cticamente el 100% de los estudiantes volvi¨® a la presencialidad. ¡°La sensibilizaci¨®n con los padres jug¨® un papel important¨ªsimo. A fin de cuentas, eran ellos los que tomaban la ¨²ltima decisi¨®n de mandar o no al menor¡±, explica por videollamada. Para Morales, hay dos retos fundamentales en su mandato: traer a las escuelas a los m¨¢s de 9.000 adolescentes que la abandonaron y aplicar modelos h¨ªbridos como elecci¨®n y no por necesidad: ¡°Queremos apostarle a eso porque es lo que pide la educaci¨®n del siglo XXI¡±.
¡°El debate de digitalizar la educaci¨®n no es nuevo¡±, cuenta Bibiam D¨ªaz, especialista en educaci¨®n de CAF-banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina. ¡°La incorporaci¨®n de la tecnolog¨ªa al aprendizaje fue de lo m¨¢s desigualador, pero hoy es una oportunidad. Y hay muchos pa¨ªses que est¨¢n haciendo verdaderos esfuerzos en reducir precisamente esta brecha¡±, apunta.
Sin embargo, la brecha digital no implic¨® una ca¨ªda de matr¨ªculas en el ¨¢rea rural en pa¨ªses como Colombia. ¡°Inclusive, se observa que el gran peso de la disminuci¨®n en la matr¨ªcula (126.685 estudiantes en el periodo evaluado), es mucho mayor en la zona urbana (108.182), mientras que 18.503 corresponden a zona rural¡±, indica el Ministerio de Educaci¨®n.
Un nuevo paradigma, ?una nueva educaci¨®n?
El escenario educativo dio un giro de 180 grados. Sin embargo, los expertos se?alan que existen infinitas posibilidades de aprovechar el paradigma actual y darle forma a la escuela latinoamericana postpand¨¦mica. Para ellos, son cuatro las caracter¨ªsticas fundamentales que debe tener una nueva educaci¨®n: una escuela que sea flexible para las necesidades individuales, un plan de estudios que desarrolle las habilidades y competencias, capacitaciones a los docentes para que no sientan que est¨¢n solos y un protocolo que acerque las aulas a la comunidad. ¡°La realidad de una escuela en el Choc¨® [Pac¨ªfico colombiano] no tiene nada que ver con otra en Bogot¨¢¡±, a?ade D¨ªaz. ¡°El acceso y las oportunidades tienen que ser las mismas¡±.
Daniela Trucco, oficial superior de Asuntos Sociales de la Divisi¨®n de Desarrollo Social de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal), y quien hizo parte de una publicaci¨®n sobre la educaci¨®n en la regi¨®n durante la pandemia en la que se dan unas recomendaciones sobre c¨®mo transformar la ense?anza, tambi¨¦n arroja unas se?ales. Lo primero es hacer pruebas diagn¨®sticas para conocer cu¨¢les son los vac¨ªos de aprendizaje de ni?os y ni?as. Pero, m¨¢s all¨¢ de eso, aclara, se deben conseguir mayores apoyos en las escuelas para estar pendiente del bienestar socioemocional de la comunidad. ¡°Lo ideal ser¨ªa un psic¨®logo independiente por escuela pero, como es dif¨ªcil, la educaci¨®n se debe articular con las pol¨ªticas del sector salud¡±.
Adem¨¢s, sugiere que se debe reforzar la plantilla de docentes, ya que no todos necesariamente tienen las capacidades para abordar las necesidades de los estudiantes, ¡°tanto en su salud, como en la recuperaci¨®n del aprendizaje¡±. Lo m¨¢s importante, sin embargo, es lo que se ha dicho incluso antes de la pandemia: que se invierta en educaci¨®n, pero ¡°con una mirada de transformaci¨®n, no de recuperar el status quo antes de la covid-19, sino de una educaci¨®n m¨¢s inclusiva¡±.
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