La dieta de los ib¨¦ricos prehist¨®ricos se basaba en los cereales y, solo para la casta, tambi¨¦n en la carne
El an¨¢lisis at¨®mico de restos humanos, animales y vegetales permite saber qu¨¦ com¨ªan los pobladores de la cultura de El Argar
Hace m¨¢s de 4.000 a?os floreci¨® en el sureste de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica la cultura de El Argar, una de las m¨¢s avanzadas y complejas de Europa. Apoyadas en la metalurgia y la agricultura, emergieron unas de las primeras ciudades del occidente europeo con divisi¨®n del trabajo y un reparto desigual de los recursos entre unas incipientes clases sociales. Ahora, el an¨¢lisis at¨®mico de restos humanos, animales y vegetales ha permitido saber qu¨¦ com¨ªan y, por la dieta, saber m¨¢s de c¨®mo viv¨ªan y por qu¨¦ la cultura arg¨¢rica desapareci¨® casi de repente.
Desde que Luis Siret, ingeniero de minas be...
Hace m¨¢s de 4.000 a?os floreci¨® en el sureste de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica la cultura de El Argar, una de las m¨¢s avanzadas y complejas de Europa. Apoyadas en la metalurgia y la agricultura, emergieron unas de las primeras ciudades del occidente europeo con divisi¨®n del trabajo y un reparto desigual de los recursos entre unas incipientes clases sociales. Ahora, el an¨¢lisis at¨®mico de restos humanos, animales y vegetales ha permitido saber qu¨¦ com¨ªan y, por la dieta, saber m¨¢s de c¨®mo viv¨ªan y por qu¨¦ la cultura arg¨¢rica desapareci¨® casi de repente.
Desde que Luis Siret, ingeniero de minas belga metido a arque¨®logo, y su hermano Enrique excavaran El Argar, cerca del Antas (Almer¨ªa), en el ¨²ltimo cuarto del siglo XIX, fueron emergiendo una serie de asentamientos como los de Gatas, Fuente ?lamo o La Bastida. Todos tienen en com¨²n estar situados en puntos elevados, f¨¢cilmente defendibles y desde los que se controlaban los valles en los que se cultivaba el cereal que los sustentaba. En todos emergi¨® una estratificaci¨®n social que se puede comprobar en que no se enterraba igual a todos los muertos. Mientras a unos los han hallado con armas y joyas, a otros los desenterraron con sus aperos y, a la mayor¨ªa, ni eso.
Ahora, un grupo de prehistoriadores y arque¨®logos han usado el an¨¢lisis de is¨®topos de nitr¨®geno y carbono como ventana a aquel pasado. Ambos son los elementos qu¨ªmicos b¨¢sicos en cualquier materia org¨¢nica, que haya tenido vida. Pero no todo el nitr¨®geno o el carbono es igual. Hay ¨¢tomos de uno y de otro con diferente cantidad de neutrones en su n¨²cleo, es decir is¨®topos. El caso m¨¢s conocido quiz¨¢ sea el del carbono-14, usado como marcador cronol¨®gico por los cient¨ªficos. Es un is¨®topo del carbono-12, mucho m¨¢s abundante. En el caso del nitr¨®geno, es el nitr¨®geno-14 el que m¨¢s abunda en la naturaleza, con m¨¢s del 99%.
Los pocos enterramientos con ajuar contienen los restos humanos con mayores niveles de nitr¨®geno en el col¨¢geno, indicativo del consumo de carne
¡°Pero hay determinada proporci¨®n de nitr¨®geno-15 y su ratio var¨ªa en funci¨®n del compuesto org¨¢nico de que se trate¡±, explica el catedr¨¢tico de la Universidad de Lleida y coautor del estudio, Jordi Voltas. Sobre esta base, investigaron la proporci¨®n de los distintos is¨®topos en el col¨¢geno obtenido de las costillas de 75 individuos desenterrados en los yacimientos arg¨¢ricos de Gatas (cerca de Turre, en Almer¨ªa) y de La Bastida (Totana, Murcia). Ni los carbohidratos ni las grasas tienen carbono, solo las prote¨ªnas. As¨ª que analizando el col¨¢geno con un espectr¨®metro de masas podr¨ªan determinar el origen vegetal o animal de esas prote¨ªnas.
Los resultados del trabajo, publicado en PLoS ONE indican que los arg¨¢ricos se alimentaban fundamentalmente de cereales, en especial de cebada, que supon¨ªan en torno al 75% de la dieta. Combinando las variaciones isot¨®picas en el col¨¢geno con el resto de informaci¨®n que ya ten¨ªan de cada resto humano, los cient¨ªficos pudieron extraer adem¨¢s otras conclusiones. Una de las m¨¢s consistentes es que hombres y mujeres com¨ªan lo mismo, no hab¨ªa diferencias de g¨¦nero. Otra es que s¨ª las hab¨ªa de clase.
En el yacimiento de La Bastida hay identificados cuatro enterramientos, de hombres y mujeres, que debieron ser importantes por el ajuar que les acompa?¨® en su viaje eterno. Hay otro reducido grupo de enterramientos en los que hay herramientas y alg¨²n arma. Pero en la mayor¨ªa de ellos solo hay huesos. Adem¨¢s, en la colina no se han encontrado aperos agr¨ªcolas y s¨ª muchos utensilios para la molienda del grano. Todo esto sugiere una estratificaci¨®n social que se prolonga hasta despu¨¦s de la muerte, con una c¨²spide, una amplia clase urbana y una a¨²n mayor, quiz¨¢ de esclavos, que era la que se encargaba de cultivar la tierra.
¡°Los representantes de la ¨¦lite de La Bastida presentan valores de carbono-13 y nitr¨®geno-15 en el extremo superior del total del yacimiento¡±, comenta la investigadora del Centro de Arqueometr¨ªa Curt Engelhorn de Mannheim (Alemania) y coautora del estudio Corina Knipper. ¡°Debido al fraccionamiento isot¨®pico a lo largo de la cadena alimenticia, valores elevados, en especial de nitr¨®geno-15, indican un mayor porcentaje de prote¨ªnas de origen animal¡±, a?ade Knipper.
Para la investigadora de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) y coautora del estudio Cristina Rihuete, todo indica que ¡°el acceso a la carne estaba reservado para la ¨¦lite¡±. Rihuete forma parte del Grupo de Investigaci¨®n en Arqueolog¨ªa Social Mediterr¨¢nea de la UAB, que lleva d¨¦cadas estudiando la cultura de El Argar. Gracias al an¨¢lisis de is¨®topos en los restos org¨¢nicos han podido encajar alguna de las piezas que faltaban en el puzzle arg¨¢rico.
¡°La dieta va empeorando, la aportaci¨®n de la carne desaparece en favor de los vegetales. Y ya en los siglos XVII y XVI [aC] se hace com¨²n el estr¨¦s metab¨®lico¡±Cristina Rihuete, Universidad Aut¨®noma de Barcelona y coautora del estudio
As¨ª, han podido comprobar que el destete de los ni?os no se produc¨ªa hasta pasados el a?o y medio o dos a?os. Los is¨®topos alumbran a¨²n otro misterio. Casi la mitad de las tumbas de los yacimientos de Gatas y La Bastida estaban ocupadas por ni?os, la mayor¨ªa de corta edad. De la lectura isot¨®pica de sus restos, se deduce que algunos debieron pasar hambre o, como lo llaman los cient¨ªficos en el estudio, estr¨¦s metab¨®lico. Pero ese estr¨¦s se concentra en las fases m¨¢s tard¨ªas del yacimiento.
¡°La dieta va empeorando, la aportaci¨®n de la carne desaparece en favor de los vegetales. Y ya en los siglos XVII y XVI [antes de la era actual] se hace com¨²n el estr¨¦s metab¨®lico¡±, dice Rihuete. Este empeoramiento de la dieta desvelado por los cambios isot¨®picos estar¨ªa relacionado con una sobreexplotaci¨®n de los recursos agrarios. ¡°Se redujo la diversidad y la cebada, que aporta menos nutrientes, domina sobre el trigo¡±, a?ade. Todo en la dieta y sus cambios ayuda a explicar que, para el 1550 antes de esta era la cultura arg¨¢rica colaps¨®.