Excrementos de 8.000 a?os muestran c¨®mo viv¨ªan los primeros agricultores
Par¨¢sitos intestinales hallados en heces fosilizadas ilustran el estilo de vida de los humanos del Neol¨ªtico
Heces resecadas por el paso de m¨¢s de 8.000 a?os muestran c¨®mo era la vida de los primeros agricultores. La presencia de determinados par¨¢sitos intestinales en estas muestras org¨¢nicas casi fosilizadas ilustran la transici¨®n que protagonizaron aquellos humanos, que abandonaron el nomadismo de los cazadores recolectores por los asentamientos urbanos sostenidos por el cultivo de la tierra. Con el cambio de estilo de vida cambiaron tambi¨¦n sus par¨¢sitos.
Los humanos deben de ser la especie que m¨¢s par¨¢sitos alimenta. Otras especies con un nicho ecol¨®gico m¨¢s reducido o un rango geogr¨¢fico determinado sufren una o unas pocas clases de ectopar¨¢sitos (piojos, pulgas, ¨¢caros...) y endopar¨¢sitos (lombrices, tenias, duelas...). Pero con su expansi¨®n global, a todo tipo de climas y ambientes, el cosmopolitismo humano nos ha expuesto a un enorme abanico de seres aprovechados. Estudiarlos a ellos es una forma de estudiarnos a nosotros.
Es lo que lleva a?os haciendo el antrop¨®logo y paleopat¨®logo de la Universidad de Cambridge Piers Mitchell. Desde las posadas de la Ruta de la Seda hasta las letrinas del imperio romano, Mitchell ha escudri?ado las heces humanas buscando en ellas el rastro de par¨¢sitos intestinales. Su presencia (o ausencia), cantidad y variedad ayudan a estudiar el pasado. Esta vez se ha ido mucho m¨¢s atr¨¢s en el tiempo, hasta uno de los asentamientos neol¨ªticos m¨¢s completos y antiguos encontrados: el yacimiento de ?atalh?y¨¹k, en la meseta anat¨®lica de Konya (actual Turqu¨ªa). Se trata de un pueblo de primeros agricultores de hace m¨¢s de 9.000 a?os. All¨ª localizaron varios coprolitos (heces fosilizadas) y en dos de ellos a¨²n hab¨ªa huevos de un par¨¢sito intestinal.
"Se han encontrado coprolitos mucho m¨¢s antiguos, de dinosaurios u homininos como los neandertales", aclara Mitchell. "Que contuvieran huevos de par¨¢sitos solo se hab¨ªan hallado de una ¨¦poca similar a la de los de ?atalh?y¨¹k en Sud¨¢frica y Am¨¦rica. As¨ª que podemos decir que lo que hallamos all¨ª est¨¢ entre los par¨¢sitos humanos procedentes de coprolitos m¨¢s antiguos del mundo", a?ade.
El paleopat¨®logo de la Universidad de Cambridge Piers Mitchell escudri?a los excrementos humanos para conocer el pasado
Pero los excrementos de Sud¨¢frica o Am¨¦rica eran del Paleol¨ªtico, mientras que los de ?atalh?y¨¹k anuncian la nueva era del Neol¨ªtico. Aquellos, como los encontrados en lo que hoy es el Estado de Utah (EE UU), de 10.000 a?os de antig¨¹edad, salieron de humanos que a¨²n eran cazadores-recolectores. Los coprolitos anat¨®licos fueron evacuados por personas que ya viv¨ªan en un pueblo que lleg¨® a tener casi 4.000 habitantes y ocupar hasta 13 hect¨¢reas, toda una gran urbe para entonces. Descubierto en los a?os sesenta, este yacimiento lleva d¨¦cadas ayudando a la ciencia y la historia a conocer c¨®mo fue la primera gran transici¨®n humana. En muchas de las casas excavadas se han encontrado restos de los primeros cereales y legumbres cultivados por los humanos y de los primeros animales domesticados para alimentarse, como cabras y ovejas.
Ya desde el mismo lugar donde fueron encontrados, los coprolitos van contando la historia de aquellos primeros ciudadanos. Mientras los n¨®madas hac¨ªan sus necesidades en cualquier lugar, en??atalh?y¨¹k hab¨ªa un sitio espec¨ªfico para los desechos. Se desconoce si evacuaban en casa y llevaban la caca hasta el muladar o lo usaban como retrete p¨²blico. Las letrinas m¨¢s parecidas a lo que hoy se entiende por un v¨¢ter no aparecer¨ªan hasta la ¨¦poca de las grandes ciudades mesopot¨¢micas, 3.000 a?os mas tarde.?
Mitchell y sus colegas hallaron cuatro coprolitos en uno de los muladares de ?atalh?y¨¹k expulsados entre 6410 y 6150 antes de esta era. Del an¨¢lisis de un gramo de esos excrementos por distintos medios concluyeron, como cuentan en la revista especializada Antiquity, que eran restos humanos y no de alg¨²n animal. Adem¨¢s, pudieron determinar que proced¨ªan de una dieta omn¨ªvora, rica ya en componentes vegetales. Pero encontraron algo m¨¢s.
En dos de ellos hallaron varios huevos de Trichuris trichiura o tricoc¨¦falo, un nematodo con forma de l¨¢tigo. [El resto del p¨¢rrafo se lo pueden saltar los m¨¢s sensibles]. Los gusanos adultos miden entre 30 y 50 mil¨ªmetros. Viven adheridos a la mucosa del ciego, en el intestino grueso, hasta unos cinco a?os. La hembra puede poner m¨¢s de 5.000 huevos al d¨ªa. Estos huevos salen del cuerpo con las deposiciones y maduran en ellas entre una y dos semanas hasta llegar a su fase infectiva. Si en esos momentos otro humano se los traga, eclosionar¨¢n en sus intestinos iniciando un nuevo ciclo. Las v¨ªas de contagio m¨¢s comunes son la ingesta de agua o comida contaminadas, por ejemplo, manipulada por unas manos mal lavadas o comer de cultivos abonados con esti¨¦rcol humano. Si hay pocos tricoc¨¦falos, la salud del portador no se ve afectada, pero en gran n¨²mero pueden provocar, sobre todo en ni?os, diarrea cr¨®nica, malnutrici¨®n, anorexia, anemia, retraso en el crecimiento y afectar al desarrollo intelectual.
Los investigadores no han podido determinar ni la carga parasitaria (contaron cuatro huevos en un coprolito y ocho en el otro, pero otros miles se han podido perder en este tiempo) ni si proced¨ªa de una o dos personas diferentes que fueron al vertedero. Pero este lugar bien pudo ser un foco de infecciones. "Se podr¨ªa esperar que este pudiera exponer a los habitantes a enfermedades propagadas por las heces humanas y explicar¨ªa porqu¨¦ eran vulnerables a contraer el tricoc¨¦falo", dice en una nota la coautora del estudio, tambi¨¦n de Cambridge, Marissa Ledger.
A pesar de ser pocas muestras, los autores creen que reflejan un gran cambio respecto de otros tiempos y comunidades humanas. Aqu¨ª no hay rastro de zoonosis parasitarias, de origen animal, como la tenia de los peces (Diphyllobothrium latum) o par¨¢sitos del g¨¦nero Echinococcus, propios de lobos, perros o caballos, o acantoc¨¦falos, presentes sobre todo en invertebrados, anfibios y aves. Es decir, los par¨¢sitos encontrados en los coprolitos tienen al humano como hospedador y se han contagiado de humano a humano por v¨ªa oral-fecal. En otros yacimientos estos est¨¢n ausentes y mandan los par¨¢sitos que, en alguna de sus fases, tienen a un animal, generalmente silvestre, como hospedador.
En la transici¨®n al Neol¨ªtico, los grupos humanos cambiaron tambi¨¦n de par¨¢sitos
La paleoparasit¨®loga de la Universidad de Borgo?a Franco-Condado (Francia) Celine Maicher considera que a¨²n es muy dif¨ªcil "saber qu¨¦ par¨¢sitos estaban ya presentes durante la transici¨®n neol¨ªtica y de qu¨¦ forma se produc¨ªa la transmisi¨®n". Maicher, que ha estudiado los par¨¢sitos de asentamientos humanos del Neol¨ªtico en Suiza, Francia, Alemania o Espa?a, opina, sin embargo, "que las poblaciones anteriores parece que estaban mucho m¨¢s infestadas de par¨¢sitos animales".
"?atalh?y¨¹k es un sitio clave para comprender la transici¨®n parasitol¨®gica desde la caza y la recolecci¨®n hasta la agricultura", opina el arqueoparasit¨®logo de la Universidad de Lincoln (EE UU) Karl Jan Reinhard, que lleva estudiando los par¨¢sitos de la Antig¨¹edad desde los a?os ochenta del siglo pasado. En el paso del Paleol¨ªtico al Neol¨ªtico, cuando distintos pueblos humanos se asentaron y cultivaron la tierra dejando de nomadear, muchas de las enfermedades de aquel estilo de vida remitieron, pero otras tantas emergieron. Es lo que se conoce como la primera transici¨®n epidemiol¨®gica. Reinhard, no relacionado con esta investigaci¨®n, recuerda que varios estudios hab¨ªan destacado anteriormente la p¨¦sima salud de muchos de los habitantes de ?atalh?y¨¹k. Es probable que buena parte de la culpa la tuvieran los nuevos par¨¢sitos.
La investigadora de la Universidad de Copenhague Amaia Arranz-Otaegui, no relacionada con este ¨²ltimo trabajo, conoce bien los antiguos asentamientos del cercano y medio Oriente. "?atalh?y¨¹k es un yacimiento que data del per¨ªodo en el que se desarrolla plenamente la agricultura, es decir, el ser humano ya basa su dieta y econom¨ªa en la explotaci¨®n de plantas dom¨¦sticas", recuerda. Pero cree aventurado obtener conclusiones de solo dos coprolitos. "Habr¨¢ que ver qu¨¦ dicen nuevos estudios en un futuro", a?ade.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.