Si est¨¢s sano, p¨®ntela
Ante la dificultad de saber qui¨¦n es un portador sano, mascarilla para todos
Una de las diferencias notables entre el actual coronavirus, SARS-CoV-2, y otras infecciones respiratorias es el papel de las personas asintom¨¢ticas. Los virus respiratorios, nos dice el saber recibido, se suelen contagiar a trav¨¦s de got¨ªculas que emiten las personas enfermas al toser y estornudar, y aislar a los enfermos era hasta ahora la medida esencial para controlar su propagaci¨®n. Con el nuevo coronavirus, sin embargo, una gran proporci¨®n de los contagios proviene de personas que portan el virus, s¨ª, pero ni se enteran de ello. Estos no suelen toser ni estornudar, pero s¨ª hablar y respi...
Una de las diferencias notables entre el actual coronavirus, SARS-CoV-2, y otras infecciones respiratorias es el papel de las personas asintom¨¢ticas. Los virus respiratorios, nos dice el saber recibido, se suelen contagiar a trav¨¦s de got¨ªculas que emiten las personas enfermas al toser y estornudar, y aislar a los enfermos era hasta ahora la medida esencial para controlar su propagaci¨®n. Con el nuevo coronavirus, sin embargo, una gran proporci¨®n de los contagios proviene de personas que portan el virus, s¨ª, pero ni se enteran de ello. Estos no suelen toser ni estornudar, pero s¨ª hablar y respirar, lo que emite aerosoles. De ah¨ª la importancia de adoptar, durante las fases de desescalada, el uso generalizado de mascarillas para reducir la transmisi¨®n de aerosoles de todo el mundo, puesto que no sabemos qui¨¦nes son esos portadores asintom¨¢ticos. Ni lo sabremos mientras no hagamos muchos m¨¢s test.
La diferencia entre una got¨ªcula y un aerosol es solo de tama?o. Imagina un mil¨ªmetro. Lo has visto muchas veces en las reglas, los metros de costura y los calendarios de bolsillo. Ahora div¨ªdelo por mil. Eso es una micra, o mil¨¦sima de mil¨ªmetro. Por encima de cinco micras hablamos de got¨ªculas, y por debajo de aerosoles (el coronavirus mide 0,1 micras). Las got¨ªculas se caen al suelo o sobre las superficies enseguida, pero los aerosoles no. Se acumulan en el aire, mantienen su infectividad durante horas en los espacios cerrados y, para colmo, se inhalan con facilidad hasta el fondo de los pulmones. Tambi¨¦n viajan con el viento. Una verdadera gracia.
Kimberly Prather y sus colegas de California y Taiw¨¢n muestran en Science que el tama?o de las part¨ªculas (got¨ªculas o aerosoles) afecta tambi¨¦n a la gravedad de la enfermedad respiratoria. Se sabe que el virus de la gripe, por ejemplo, prefiere viajar en los aerosoles m¨¢s min¨²sculos (menores de una micra), y que eso conduce a una gripe m¨¢s grave. Montado en esas part¨ªculas, el virus puede penetrar directamente hasta los alveolos pulmonares, que son bastante malos y lentos en su reacci¨®n defensiva. Lo mismo puede ocurrir con el SARS-CoV-2 en la faringe y los pulmones, a menudo sin causar s¨ªntomas durante un largo periodo, y convirtiendo as¨ª a la persona en un contagiador asintom¨¢tico. En Wuhan, el foco de la pandemia, se calcula que los contagiadores asintom¨¢ticos, o al menos no diagnosticados, dieron cuenta del 79% de la trasmisi¨®n durante el crecimiento exponencial de la crisis.
La mayor¨ªa de los pa¨ªses, dicen Prather y sus colegas, no han reconocido a¨²n la importancia de la trasmisi¨®n por aerosoles, o ¡°por el aire¡±, como se suele decir sin mucha precisi¨®n. Pero este tipo de contagio tuvo un papel notable en el SARS de 2003 (t¨¦cnicamente, el SARS-CoV-1), y hay indicios de que tambi¨¦n lo est¨¢ teniendo con su secuela el SARS-CoV-2. Ya no hablamos de un enfermo tosiendo, sino de una persona sana hablando. Si est¨¢s sano, ponte la mascarilla.
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