El f¨®sil de una planta de hace 400 millones de a?os desvela un complejo sistema de reproducci¨®n
Unos investigadores describen el f¨®sil m¨¢s antiguo hallado hasta ahora de un vegetal
Hace 400 millones de a?os, en una ¨¦poca llamada Dev¨®nico, todo era verde. No hab¨ªa ninguna flor. Unas plantas dominaban el planeta y ten¨ªan un sistema reproductivo complejo. Unos investigadores han descrito, en la revista Current Biology, el f¨®sil m¨¢s antiguo hallado hasta ahora de un vegetal y que muestra con claridad estas estrategias innovadoras de reproducci¨®n.
Seg¨²n la investigaci¨®n, un ...
Hace 400 millones de a?os, en una ¨¦poca llamada Dev¨®nico, todo era verde. No hab¨ªa ninguna flor. Unas plantas dominaban el planeta y ten¨ªan un sistema reproductivo complejo. Unos investigadores han descrito, en la revista Current Biology, el f¨®sil m¨¢s antiguo hallado hasta ahora de un vegetal y que muestra con claridad estas estrategias innovadoras de reproducci¨®n.
Seg¨²n la investigaci¨®n, un mismo esporangio (la estructura de las plantas, hongos o algas que produce y contiene las esporas) de una planta extinta que se parec¨ªa a un helecho desarrollaba dos tipos de esporas de tallas distintas. En la nueva evidencia descrita, la talla de esos elementos microsc¨®picos, esenciales para la reproducci¨®n, variaba entre las 70 y 200 micras de di¨¢metro (un cabello humano suelen medir entre 60 y 80 micras de di¨¢metro). Para Andrew Leslie, uno de los autores e investigador del departamento de ciencias geol¨®gicas de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), este descubrimiento es crucial.
Su momento de gloria ya pas¨®, pero estas plantas sientan las bases de las innovaciones para permitir al resto de plantas hacerse con el mundoAina S. Erice, bi¨®loga y divulgadora del reino vegetal
En 1974, unos expertos ya publicaron un trabajo sobre el f¨®sil de una planta llamada Chaleuria, de la misma edad y del mismo lugar, pero de otro linaje, que mostraba una actividad reproductiva parecida a esta, pero todav¨ªa faltaban datos sobre la talla y la distribuci¨®n de las esporas. Con estas dos evidencias, lo que est¨¢ claro es que esta estrategia se desarroll¨® en el mismo momento, es decir, hace al menos 400 millones de a?os.
Aunque el nuevo elemento ofrezca una fotograf¨ªa m¨¢s precisa, no todo son certezas. ¡°Desconocemos todav¨ªa c¨®mo ocurri¨® exactamente ni c¨®mo la planta lleg¨® a hacer esa transici¨®n. Quiz¨¢s fueron ciertas mutaciones las que incrementaron la talla de las esporas. Tampoco sabemos si fue en tan solo algunos millones de a?os [poco tiempo a escala geol¨®gica] o de manera m¨¢s gradual.¡±, explica Leslie. Lo que apuntan en el estudio es que este acontecimiento biol¨®gico es m¨¢s o menos coincidente con el surgimiento de otra planta importante dotada de una ramificaci¨®n compleja y de madera que dio lugar a los bosques.
El Dev¨®nico es un per¨ªodo en el que hubo una revoluci¨®n de los ecosistemas terrestres. Por eso, para Eduardo Barr¨®n, investigador del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a (IGME), este hallazgo es muy importante para la biolog¨ªa en general y para la evoluci¨®n de la vida sobre la tierra. ¡°Se pasa de la existencia de comunidades herb¨¢ceas de estructuras muy sencillas que habitaban en zonas pantanosas a los primeros bosques. El hallazgo de estas plantas arcaicas con varios tipos de esporas, nos indica el comienzo de la heterosporia, de la complejidad¡±, cuenta.
Un camino fundamental
Francis F. Hueber de la Universidad Sheffield (Reino Unido) fue el primero, en los a?os sesenta en Nuevo Brunswick (Canad¨¢), en tener este f¨®sil en la mano. Detect¨® la diferencia entre la talla de las esporas, pero en ese momento nadie conoc¨ªa la importancia que ten¨ªa para la biolog¨ªa. Casi 50 a?os despu¨¦s del hallazgo, el f¨®sil acab¨® en las manos de Nikole Bonacorsi, principal autora del estudio e investigadora de la Universidad de Brown (EE UU). La cient¨ªfica destaca que el camino que emprenden estas plantas es lo que desemboca, al cabo de muchos millones de a?os, en la diversidad de estrategias reproductivas que permiten que existan las plantas actuales. Ellas empezaron a nacer mucho m¨¢s tarde, durante la era de los dinosaurios, hace unos 130 millones de a?os.
El hallazgo de estas plantas arcaicas con varios tipos de esporas nos indica el comienzo de la heterosporia, de la complejidadEduardon Barr¨®n, del IGME
Pero si este camino es tan crucial, ?por qu¨¦ las plantas de hoy en d¨ªa ya no lo emprenden? ¡°Es una cuesti¨®n cl¨¢sica en la evoluci¨®n¡±, asegura Leslie. ¡°Quiz¨¢s, en ese momento, dividir sus recursos y producir dos tipos de esporas ten¨ªa su lado bueno, pero luego, con el paso del tiempo, sus ventajas se fueron perdiendo¡±, especula el experto.
Los grupos actuales han ido perfeccionando las modalidades de sus sistemas de reproducci¨®n. ¡°Las estructuras reproductivas de las plantas terrestres actuales, principalmente las de las gimnospermas [productoras de semillas] y angiospermas [plantas con flor], son mucho m¨¢s complejas que las de estos f¨®siles¡±, a?ade Barr¨®n, el investigador del IGME.
¡°Colarse en un momento de gloria¡±
A Aina S. Erice, bi¨®loga y divulgadora del reino vegetal, le resulta fascinante descubrir estrategias tan complejas en una planta tan antigua. ¡°Su momento de gloria ya pas¨®, pero estas plantas olvidadas sientan las bases de las innovaciones para permitir a las otras plantas hacerse con el mundo¡±, explica la autora de El Libro de las plantas olvidadas (Ariel, Grupo Planeta, 2019). ¡°Tener un f¨®sil donde ves una planta que produce esporas de distintos tama?os en los mismos esporangios es como colarse en el proceso evolutivo. Es ver un instante que antes tan solo pod¨ªas imaginar y especular¡±, concluye Erice. Sin embargo, es imposible tener la pel¨ªcula entera de la evoluci¨®n de las plantas, ya que un f¨®sil no puede dar una visi¨®n completa de lo que exist¨ªa.
?Qu¨¦ planta actual supondr¨ªa una fascinaci¨®n similar para los paleobot¨¢nicos dentro de millones de a?os? ¡°Tendr¨ªa que ser una con una estructura tan compleja como esta¡¡±, contesta Bonacorsi. ¡°Y tambi¨¦n seca y aburrida, como los dientes de le¨®n por ejemplo¡±, a?ade Leslie. Al cabo de unos segundos, ambos llegan a un acuerdo sorprendente: ¡°las margaritas¡±.
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