Proteger la pen¨ªnsula ant¨¢rtica: una oportunidad de liderazgo global para Espa?a
Un grupo de mujeres cient¨ªficas defiende que Espa?a tiene la oportunidad de continuar el legado hist¨®rico demostrado con la firma del Protocolo de Madrid de 1991 para la protecci¨®n del medio ambiente ant¨¢rtico
Para la mayor¨ªa de nosotros, la Ant¨¢rtida puede parecer un lugar lejano e irrelevante para nuestras vidas. Pero si hay algo que esta pandemia nos ha ense?ado es que nuestro planeta es un sistema interconectado, y que nuestra acci¨®n (o inacci¨®n) en una parte del mundo tiene consecuencias a miles de kil¨®metros. El lugar donde esto resulta m¨¢s evidente es la Ant¨¢rtida. Por un lado, las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los pa¨ªses afectan al calentamiento en el continente austral. Por el otro, las aguas que ba?an la Ant¨¢rtida juegan un papel crucial en la regulaci¨®n del clima a escala planetaria. Esta semana, 289 mujeres cient¨ªficas de m¨¢s de 50 pa¨ªses hemos publicado en la revista Nature las razones para proteger la pen¨ªnsula ant¨¢rtica antes de que sea demasiado tarde. Pero pocos saben que el liderazgo de Espa?a jugar¨¢ un papel fundamental en lograrlo.
La pen¨ªnsula ant¨¢rtica occidental no es solo uno de los lugares m¨¢s bellos e ic¨®nicos del planeta, sino tambi¨¦n uno de los m¨¢s fr¨¢giles. El funcionamiento de sus ecosistemas depende de la biodiversidad que albergan sus aguas, pero a d¨ªa de hoy estas aguas no est¨¢n protegidas. La masa de tierra de la pen¨ªnsula ant¨¢rtica est¨¢ protegida por el Tratado Ant¨¢rtico desde 1961, pero las aguas del Oc¨¦ano Austral pertenecen a alta mar, fuera de toda jurisdicci¨®n nacional.
Durante las pr¨®ximas dos semanas tendr¨¢ lugar la reuni¨®n anual de la Convenci¨®n para la Conservaci¨®n de Recursos Vivos Marinos Ant¨¢rticos (CCRVMA), La CCRVMA es el organismo internacional encargado de gestionar el uso y explotaci¨®n de los recursos marinos, y el que regula la actividad humana en la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica. Espa?a asumi¨® la Presidencia de esta Comisi¨®n entre 2019 y 2020. Uno de los puntos a tratar en esta reuni¨®n ser¨¢ la evaluaci¨®n de la propuesta para declarar las aguas de la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica Occidental como ?rea Marina Protegida. No es la primera vez que se pone esta propuesta sobre la mesa, pero anteriormente la CCRVMA rechaz¨® la propuesta de nuevas reservas marinas en la Ant¨¢rtida, anteponiendo los derechos de pesca de algunas naciones a los intereses del planeta. Aqu¨ª es donde Espa?a, a trav¨¦s de su diplomacia sostenida en la ciencia, tiene la oportunidad de continuar el legado hist¨®rico demostrado con la firma del Protocolo de Madrid de 1991 para la protecci¨®n del medio ambiente ant¨¢rtico y sus ecosistemas. Proteger el oc¨¦ano ant¨¢rtico es preservar un patrimonio que nos pertenece a todos.
Sus fr¨¢giles ecosistemas est¨¢n en peligro por la confluencia de cuatro amenazas: la pesca industrial, el cambio clim¨¢tico, el aumento del turismo, y la proliferaci¨®n de las infraestructuras cient¨ªficas
Junto a la propuesta de protecci¨®n de la pen¨ªnsula ant¨¢rtica hay otras dos que abogan por proteger la Ant¨¢rtida Oriental y el Mar de Weddell. CCRVMA deber¨ªa adoptar las tres propuestas y cumplir as¨ª con el compromiso que asumi¨® en 2002 de establecer una red de ¨¢reas marinas protegidas que abarque un conjunto representativo de ecosistemas. Sin embargo, la protecci¨®n de la pen¨ªnsula ant¨¢rtica es m¨¢s urgente, ya que sus fr¨¢giles ecosistemas est¨¢n en peligro por la confluencia de cuatro amenazas: la pesca industrial, el cambio clim¨¢tico, el aumento del turismo, y la proliferaci¨®n de las infraestructuras cient¨ªficas.
La pesca industrial de krill en el Oc¨¦ano Austral y especialmente en la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica ha crecido durante las ¨²ltimas d¨¦cadas para cubrir la demanda de alimento para piscifactor¨ªas y como fuente de omega-3 en suplementos diet¨¦ticos, triplicando las capturas entre los a?os 2000 y 2018. La sobreexplotaci¨®n del krill implica no solo la paulatina p¨¦rdida de la principal fuente de alimento de las especies ant¨¢rticas, como ballenas y ping¨¹inos, sino que tambi¨¦n afecta al ciclo de carbono y a la captura del mismo, esenciales para regular el clima terrestre. Se estima que el krill de la Ant¨¢rtida absorbe el carbono equivalente a 35 millones de coches cada a?o. Solo un manejo sostenible de las pesquer¨ªas en aguas australes proteger¨¢ estos ecosistemas, especialmente en el contexto del cambio clim¨¢tico.
El cambio clim¨¢tico amenaza la totalidad de los ecosistemas ant¨¢rticos, pero sus efectos son particularmente alarmantes en la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica, que ya se ha calentado tres veces m¨¢s r¨¢pido que la media mundial. El deshielo de los glaciares y del hielo marino, m¨¢s el calentamiento de los oc¨¦anos, alteran no solo la biodiversidad de la Pen¨ªnsula, sino tambi¨¦n la distribuci¨®n de calor por todo el oc¨¦ano a trav¨¦s de corrientes, lo que tiene consecuencias en el clima mundial. El posible colapso de glaciares en el Oeste Ant¨¢rtico provocar¨ªa, entre otras cosas, una subida del nivel del mar de hasta 5 metros, sumergiendo parcial o totalmente ciudades como Santa Cruz de Tenerife, Alicante, Bilbao, o Barcelona.
El turismo al lugar m¨¢s remoto del planeta tambi¨¦n tiene un gran impacto ecol¨®gico. En la ¨²ltima d¨¦cada el n¨²mero de visitantes se ha duplicado y tan solo el a?o pasado m¨¢s de 74.000 personas visitaron la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica. A pesar de las regulaciones establecidas por los pa¨ªses firmantes del Tratado Ant¨¢rtico y por la Asociaci¨®n Internacional de Operadores Tur¨ªsticos Ant¨¢rticos (IAATO por sus siglas en ingl¨¦s), los cruceros tur¨ªsticos a?aden presi¨®n a estos ecosistemas pr¨ªstinos vertiendo micropl¨¢sticos y aceites, generando contaminaci¨®n ac¨²stica, y exponiendo estos ecosistemas al riesgo de introducci¨®n de especies invasoras.
A pesar de que la actividad cient¨ªfica sigue estrictos protocolos para minimizar sus impactos, no est¨¢ exenta de generar contaminaci¨®n. La pen¨ªnsula alberga la mayor densidad de estaciones de investigaci¨®n del continente. Adem¨¢s, aunque todos los pa¨ªses tienen el compromiso de limitar el impacto de sus estaciones, existen proyectos de construcci¨®n liderados por Brasil, Reino Unido, China, y Australia que incluyen puertos y pistas de aterrizaje que tambi¨¦n a?adir¨ªan presiones a la regi¨®n.
Aunque la declaraci¨®n del ?rea Marina Protegida en la Pen¨ªnsula Ant¨¢rtica por s¨ª sola no es suficiente para revertir los efectos de la actividad humana ni del cambio clim¨¢tico, es el primer paso para garantizar un ecosistema saludable a largo plazo. La salud ecol¨®gica de la Ant¨¢rtida es esencial para mitigar el cambio clim¨¢tico y asegurar el abastecimiento sostenible de alimentos para todo el planeta. En este momento hist¨®rico en el que el multilateralismo est¨¢ en sus horas m¨¢s bajas, la Ant¨¢rtida representa un ejemplo de c¨®mo la cooperaci¨®n internacional y la ciencia informando la toma de decisiones son el ¨²nico camino para enfrentarnos a desaf¨ªos compartidos. Esta semana la diplomacia espa?ola tiene una oportunidad ¨²nica para actuar antes de que sea demasiado tarde.
Ana Payo Payo, Blanca Bernal, Anna Cabr¨¦, Alexandra Dubini, Laura Garcia, Marga Gual Soler, Adriana Humanes, Uxua L¨®pez y Alicia P¨¦rez-Porro son parte de Ellas Lideran, un colectivo de mujeres profesionales de la ciencia que visibiliza la necesidad de potenciar el liderazgo de mujeres por la acci¨®n clim¨¢tica, y teje puentes entre la ciencia, la pr¨¢ctica, y la toma de decisiones para un futuro m¨¢s justo y m¨¢s sostenible.
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