Conciertos, s¨ª, pero bien ventilados y con aforo reducido
Investigadores alemanes realizan un experimento durante un concierto con 1.700 espectadores para determinar el riesgo de transmisi¨®n
Conciertos, s¨ª, pero bien ventilados, con los espectadores sentados y con aforo reducido. Un grupo de investigadores alemanes ha presentado los resultados preliminares de un ambicioso experimento realizado con asistentes reales el pasado agosto en una sala de conciertos en Leipzig, al este del pa¨ªs. Unos 1.700 espectadores se prestaron a participar en el concierto del conocido cantante pop Tim Bendzko. Los investigadores concluyen que durante la pandemia, ¡°los conciertos ...
Conciertos, s¨ª, pero bien ventilados, con los espectadores sentados y con aforo reducido. Un grupo de investigadores alemanes ha presentado los resultados preliminares de un ambicioso experimento realizado con asistentes reales el pasado agosto en una sala de conciertos en Leipzig, al este del pa¨ªs. Unos 1.700 espectadores se prestaron a participar en el concierto del conocido cantante pop Tim Bendzko. Los investigadores concluyen que durante la pandemia, ¡°los conciertos son posibles y el riesgo es bajo si hay buena ventilaci¨®n y se respeta el aforo limitado y el orden de asientos¡±, asegura Michael Gekle, decano de la Facultad de Medicina Martin-Luther Halle-Wittenberg, al frente de la investigaci¨®n. ¡°La ventilaci¨®n juega un papel fundamental en c¨®mo se propaga el virus en una sala de conciertos¡±, a?ade por tel¨¦fono Gekle.
Aquel 22 de agosto, cada espectador recibi¨® un peque?o aparato que se colgaron del cuello y que recogi¨® datos sobre su posici¨®n y duraci¨®n de las aproximaciones a otras personas, con una precisi¨®n de pr¨¢cticamente un cent¨ªmetro de distancia. Recrearon distintos escenarios, en los que variaba la distancia entre los asistentes. Uno, en condiciones pr¨¢cticamente prepand¨¦micas, aunque con mascarillas. Un segundo, con un n¨²mero m¨¢s reducido de personas y mayor n¨²mero de accesos y un tercero, con m¨¢s distancia todav¨ªa, distribuci¨®n de los asientos solo por parejas y m¨¢s entradas. ¡°El riesgo disminuye de forma dram¨¢tica entre los distintos escenarios¡±, indica Gekle.
Toda la informaci¨®n recogida aquel d¨ªa ha nutrido una simulaci¨®n inform¨¢tica que establece c¨®mo se propagar¨ªa el virus en los distintos escenarios y condiciones. Produjeron adem¨¢s artificialmente simulaciones de corrientes de aire, seg¨²n las cuales, el aire se intercambiaba m¨¢s o menos a menudo, parcialmente o en su totalidad y que les han permitido determinar la propagaci¨®n de aerosoles seg¨²n el sistema de ventilaci¨®n. ¡°Junto a una empresa de ingenier¨ªa, recreamos el Quarterback Immobilien Arena [el lugar del concierto] como un modelo inform¨¢tico y lo dividimos en peque?os cubitos. En ellos se pudo simular c¨®mo los diferentes escenarios de ventilaci¨®n afectan a la distribuci¨®n de las part¨ªculas de aerosoles¡±, detalla Stefan Moritz, director de la investigaci¨®n de la universidad de Halle en un comunicado.
Todos los participantes se sometieron a una prueba diagn¨®stica 48 horas antes del concierto. Portaban adem¨¢s una mascarilla FFP2
Con una buena ventilaci¨®n, aseguran, no hay riesgo de infecci¨®n desde un punto de vista matem¨¢tico. ¡°Los expertos en ventilaci¨®n estudiaron c¨®mo se comportar¨ªa el aire en los distintos escenarios y c¨®mo afectar¨ªa en el caso de que hubiera una persona contagiada. Con el ordenador podemos calcular cu¨¢ntas personas tendr¨ªan contacto con el aire de esa persona¡±, detalla Gekle. Reconoce el decano que la ventilaci¨®n es un factor que inicialmente subestimaron, pero que el riesgo de contagio crece o decrece dependiendo de la calidad de la ventilaci¨®n. Por calidad se refieren a la frecuencia con que se intercambia el aire y se introduce aire fresco en la sala. Aluden tambi¨¦n a que ese intercambio debe producirse en toda la estancia, que no debe haber puntos muertos ni ¡°rincones oscuros¡± en los que se estanque el aire. ¡°Concluimos que los asistentes a un concierto sentados en una sala bien ventilada, mantienen un alto n¨²mero de contactos cortos y un n¨²mero reducido de contactos duraderos¡±, escriben en la prepublicaci¨®n.
Todos los participantes se sometieron a una prueba diagn¨®stica 48 horas antes del concierto, para evitar que el evento se convirtiera en un punto de propagaci¨®n. Portaban adem¨¢s una mascarilla FFP2. ¡°Despu¨¦s, no hemos recibido noticias de que nadie haya resultado infectado a ra¨ªz del experimento¡±, asegura Gekle. Despu¨¦s del experimento, sus autores realizaron adem¨¢s una encuesta, en la que el 90% de los participantes dijo no importarle tener que llevar una mascarilla durante un concierto.
Las conclusiones cient¨ªficas del llamado Restart-19, que a¨²n deben ser sometidas a revisi¨®n, indican adem¨¢s que la mayor parte de los contactos entre las personas se produjeron durante el acceso al evento y en las pausas. Aunque Gekle reconoce que ese es un factor que sobreestimaron desde el principio. ¡°Antes de empezar, la hip¨®tesis era que el n¨²mero y duraci¨®n de los contactos de personas que se acercan a menos de metro y medio era lo m¨¢s importante, pero nos dimos cuenta de que el n¨²mero de contactos lo suficientemente prolongados [al menos 15 minutos] en realidad era muy peque?o¡±. Eso, siempre que el aforo no se completara. Los autores recomiendan un escenario en el que como m¨¢ximo haya una ocupaci¨®n del 50%.
Los investigadores han publicado una lista de recomendaciones para los organizadores de eventos. En primer lugar, dicen, debe haber un sistema de ventilaci¨®n adecuado y un intercambio de aire regular. El uso de la mascarilla debe ser obligatorio y debe haber personas encargadas de controlar que se cumplen las normas higi¨¦nicas. El n¨²mero de asistentes y el orden en los asientos debe ajustarse a la incidencia del virus, por lo que el aforo completo no es una opci¨®n. Debe haber varias entradas para el acceso y la salida de los asistentes, con el fin de evitar aglomeraciones y las zonas de espera deben ser trasladadas al exterior. La comida deber¨¢ consumirse una vez sentados para evitar las concentraciones en los bares del recinto. ¡°Los grandes eventos de masas sin precauciones pueden tener una contribuci¨®n sustancial en la propagaci¨®n de la epidemia¡±, aseguran en la prepublicaci¨®n.
El concierto aquel 22 de agosto se celebr¨® en lo que en Alemania parec¨ªa entonces el pleno camino hacia la normalidad. La segunda ola sin embargo ha acabado por impactar tambi¨¦n en Alemania. M¨¢s tarde que en pa¨ªses como Espa?a, pero desde octubre, las cifras de contagios no han dejado de aumentar, alcanzando una incidencia de 128 nuevos casos en los ¨²ltimos siete d¨ªas por cada 100.000 habitantes. A partir de este lunes, los eventos y los conciertos como el de Leipzig quedaron cancelados durante un mes. Las conclusiones de los cient¨ªficos de Halle puede que sean de utilidad m¨¢s adelante, cuando baje la curva y los pol¨ªticos puedan plantearse reabrir nuevos ¨¢mbitos de la vida p¨²blica.
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