Europa echa el tel¨®n cultural ante el avance de la segunda ola
El continente, con Francia, Reino Unido y Alemania a la cabeza, cierra cines, teatros y salas de conciertos y exposiciones para frenar los contagios en este incierto inicio de oto?o
Cierre de cines y teatros durante un mes. Exposiciones sin visitantes. Nada de conciertos, ni al aire libre. Un fantasma de par¨¢lisis cultural recorre Europa, donde medidas como las decretadas el jueves pasado en Catalu?a (que han acarreado la cancelaci¨®n de proyecciones de pel¨ªculas y de espect¨¢culos dram¨¢ticos y musicales) se extienden con la velocidad de una pandemia por el continente, mientras, de Mil¨¢n a M¨¢nchester, de Hamburgo a Par¨ªs, creadores y trabajadores culturales protestan y piden ayudas para superar el par¨®n de un sector laboralmente d¨¦bil.
Alemania: rock contra el par¨®n
Hoy se baja el tel¨®n en Alemania. El vertiginoso aumento de contagios de la covid-19 ha provocado el cierre restaurantes, bares, gimnasios¡ y de la cultura. Los museos y los cines paran, los conciertos se cancelan y en general las actividades culturales deber¨¢n colgar el cartel de ¡°suspendido¡± por lo menos durante un mes, seg¨²n anunci¨® el Gobierno alem¨¢n la semana pasada. S¨ª permanecer¨¢n abiertos los comercios y los colegios.
Varias asociaciones han criticado un cierre que empieza a generar una mayor resistencia que las restricciones de la llamada primera ola. Las instituciones culturales han dedicado mucho esfuerzo y recursos para adecuar sus instalaciones y sus eventos a la realidad pand¨¦mica y sienten ahora que ha sido en vano. El mi¨¦rcoles, miles de personas salieron a la calle bajo el hashtag #Alarmstuferot para pedir el rescate del sector de la organizaci¨®n de eventos y actos culturales, coincidiendo con la reuni¨®n del Gobierno federal y los l?nder en la que se pact¨® el cierre. Conocidos artistas como Campino, vocalista de los m¨ªticos Toten Hosen, secundaron la protesta. Argumentan que no se trata de oponerse a las medidas del Gobierno, sino de pedir que no dejen morir a esta industria.
Varias figuras del mundo cultural se han dirigido a la ministra de Cultura, Monika Gr¨¹tters, para pedir m¨¢s ayudas, y la semana pasada, el telediario de la televisi¨®n p¨²blica se hizo eco de manera especial de las demandas de los m¨²sicos. El noticiario reemplaz¨® su tradicional melod¨ªa por el desgarro de guitarras del grupo de rock Die ?rtze, cuyos miembros plantearon despu¨¦s en el estudio sus reivindicaciones.
El objetivo de las nuevas restricciones, seg¨²n declar¨® la canciller, Angela Merkel, es reducir al m¨¢ximo el n¨²mero de contactos, para frenar la propagaci¨®n del virus y que se puedan volver a rastrear los contagios. En las ¨²ltimas 24 horas se han registrado 14.177, seg¨²n el instituto Robert Koch. A pesar de que los organizadores de eventos y las salas de cines argumentan que es viable convocar actos si se respetan las medidas higi¨¦nicas, Merkel ha recordado que hasta ahora ha sido imposible saber d¨®nde se ha contagiado el 75% de los positivos y considera, por lo tanto, que reducir los encuentros es la ¨²nica manera de detener el crecimiento exponencial. A partir de hoy lunes solo 10 personas pertenecientes a un m¨¢ximo de dos familias podr¨¢n juntarse.
El s¨¢bado, Merkel se dirigi¨® en su videomensaje semanal a quienes se ver¨¢n afectados por el cierre en noviembre, entre ellos al sector de la hosteler¨ªa y los artistas y les asegur¨® que las ayudas ¡ªesta semana se ha aprobado una nueva partida de 10.000 millones de euros¡ª se distribuir¨¢n ¡°de forma r¨¢pida y sin burocracia¡±. As¨ª sucedi¨® durante la primera ola, cuando aut¨®nomos y artistas de todo tipo vieron con sorpresa c¨®mo los fondos llegaban a sus cuentas bancarias d¨ªas despu¨¦s de haberlos solicitado. Ana Carbajosa
Francia: un s¨ªmbolo se tambalea
No ocurr¨ªa desde 1914, cuando estall¨® la Primera Guerra Mundial. Por primera vez desde entonces, el Premio Goncourt, el m¨¢s prestigioso de las letras francesas, se ha aplazado. La Academia Goncourt, el c¨®nclave de 10 escritores que concede el galard¨®n a la mejor obra literaria publicada cada a?o en franc¨¦s, anunci¨® el jueves la decisi¨®n en ¡°solidaridad¡± con los libreros, forzados a cerrar en las pr¨®ximas semanas por el confinamiento de un mes decretado por el presidente, Emmanuel Macron. S¨ªmbolo de la excepci¨®n francesa, la cultura ¡ªlas librer¨ªas, pero tambi¨¦n los cines, los teatros, los museos¡ª sufre de nuevo, como en la pasada primavera, el golpe por las medidas restrictivas contra el coronavirus.
¡°Parec¨ªa evidente no conceder el Goncourt mientras las librer¨ªas estuviesen cerradas. Todo estamos en el mismo barco: los cr¨ªticos, los lectores, los escritores, los libreros¡ Es un todo. Hay que saber que las fiestas de Navidad y los premios literarios representan una gran parte de la cifra de negocios de las librer¨ªas¡±, explica Pierre Assouline, escritor y miembro de la Academia Goncourt. Las librer¨ªas independientes son una aut¨¦ntica se?a de identidad francesa: en ning¨²n otro pa¨ªs hay tantas: el n¨²mero ronda las 3.500, mil m¨¢s que en EE UU, con una poblaci¨®n cinco veces mayor.
Ahora est¨¢n en pie de guerra. Hasta el punto de haber forzado el cierre, por competencia desleal, de los departamentos de librer¨ªa de grandes superficies como FNAC o los hipermercados Leclerc, que s¨ª estaban autorizados, pese al confinamiento, a mantenerse abiertos como comercios de productos considerados necesarios por las autoridades. La situaci¨®n de estos d¨ªas subraya todas las paradojas para la cultura en los tiempos de la covid-19: el cierre total de las librer¨ªas f¨ªsicas deja como ¨²nica opci¨®n la compra por Internet ¡ªy refuerza al gigante Amazon¡ª, y obliga a los libreros a aguzar el ingenio. Este fin de semana, varias peque?as librer¨ªas de barrio en Par¨ªs ya ofrec¨ªan la posibilidad de recoger los libros en la puerta del comercio, sin entrar.
El sector del libro, sin embargo, no ha sido el m¨¢s perjudicado. Despu¨¦s del primer confinamiento, vivi¨® una recuperaci¨®n significativa: entre mayo y julio, los primeros meses de la reapertura, la venta de libros se dispar¨® casi un 20%. En la rentr¨¦e de septiembre, que marca con los premios el inicio del curso literario, se publicaron 511 novelas, solo 13 menos que en 2019. Otros sectores han salido peor parados: en particular el de los espect¨¢culos en directo, que con el primer confinamiento vio caer en un 72% la cifra de negocios, o el del cine, con una ca¨ªda del 70% en verano en la venta de entradas, seg¨²n datos citados por el portal All?-Cin¨¦. Las ayudas p¨²blicas previstas tras el primer confinamiento, que se elevan a unos 5.000 millones de euros, podr¨ªan completarse para atenuar el impacto del segundo.
El Goncourt de 1914 acab¨® atribuy¨¦ndose en 1916. Lo gan¨® Adrien Bertrand con L¡¯appel du sol, hoy olvidado. En cuanto al de 2020, Assouline espera que se entregue en cuanto hayan reabierto las librer¨ªas, y que esto suceda cuanto antes. En diciembre deber¨ªa de haber terminado el confinamiento, aunque el Gobierno ha prometido que a mediados de noviembre reevaluar¨¢ si los comercios pueden abrir y c¨®mo. ¡°Si las librer¨ªas reabren, pienso que nos permitir¨ªa conceder el premio a principios de diciembre¡±, dice Assouline. ¡°No hay que olvidar que una gran parte de los franceses solo compra un libro al a?o, y es el Goncourt. Y una gran parte de franceses regala un libro por Navidad, y es el Goncourt¡±. Marc Bassets
Italia: Riccardo Muti alza la voz
En Italia, cines, teatros y salas de conciertos, incluidas las que est¨¢n al aire libre, se clausuraron el pasado lunes. Estas restricciones han desatado las protestas del mundo de la cultura, que ha salido a la calle en varias ciudades para clamar contra los cierres con iniciativas como conciertos mudos o flashmobs.
Su m¨¢s conspicuo portavoz ha demostrado ser el director de orquesta Riccardo Muti, Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes 2011, que ha escrito una carta en Il Corriere della Sera al primer ministro, Giuseppe Conte, para defender la seguridad de los espacios culturales: ¡°Cerrar las salas de conciertos y teatros es una decisi¨®n grave. El empobrecimiento de la mente y del esp¨ªritu es peligroso y tambi¨¦n da?a la salud del cuerpo¡±. La decisi¨®n de bajar el tel¨®n, a?ad¨ªa, ¡°no tiene en cuenta los sacrificios, sufrimientos y responsabilidad ante la sociedad civil de miles de artistas y trabajadores que ahora, con raz¨®n, se sienten ofendidos y llenos de aprensi¨®n por el futuro¡±.
Muti recibi¨® contestaci¨®n de Conte al d¨ªa siguiente y en el mismo foro. Su misiva expresaba que la decisi¨®n de echar el cierre fue ¡°dura pero necesaria¡±, para contener una pandemia disparada en las ¨²ltimas semanas. ¡°Maestro, sus reflexiones me conmueven profundamente y no creo que hayan dejado indiferentes a los lectores. Tiene raz¨®n, la decisi¨®n de cerrar las salas de concierto y teatros es objetivamente grave pues constituyen alimento para el alma¡±, reconoc¨ªa el primer ministro. ¡°Nos hemos visto obligados a cumplir estos nuevos sacrificios pero no pretendemos de ninguna manera renunciar a la belleza, a la cultura, a la m¨²sica, el arte, el cine y el teatro¡±, agregaba Conte. El Gobierno ha aprobado una inyecci¨®n de 1.000 millones de euros de ayudas para los sectores de la cultura y el turismo afectados por las restricciones. Lorena Pacho
Reino Unido: reapertura en falso
La mayor¨ªa de teatros, cines y museos del Reino Unido reabrieron sus puertas a principios de septiembre, aunque algunos se aventuraron a hacerlo a finales de julio. Sin apenas tiempo para comenzar a recuperarse del hundimiento causado por el primer confinamiento, ha llegado la decisi¨®n del Gobierno de Boris Johnson de volver a clausurar los ¡°recintos de ocio y entretenimiento¡±, en el burocr¨¢tico t¨¦rmino utilizado en las nuevas directrices para combatir la pandemia.
El Gobierno brit¨¢nico ha destinado ya m¨¢s de 1.500 millones de euros al Fondo de Recuperaci¨®n de la Cultura, y al menos 35 de las instituciones art¨ªsticas m¨¢s importantes han comenzado a recibir esas ayudas. No todos las consideran suficientemente generosas, pero el mayor problema del sector reside m¨¢s en la incertidumbre futura que en las penurias actuales. Dos ejemplos: la National Gallery tuvo que hacer un esfuerzo de renegociaci¨®n de las obras prestadas y de log¨ªstica en la exhibici¨®n para salvar su exposici¨®n estrella de la temporada: Artemisia, dedicada a la pintora italiana del XVII. Las entradas est¨¢n pr¨¢cticamente agotadas hasta el 24 de enero, y sin embargo la pinacoteca deber¨¢ cerrar durante cuatro semanas.
Algunas cadenas de salas de cine se lanzaron a reabrir sus puertas desde el 4 de julio, pero con fuertes medidas de distanciamiento social que reduc¨ªan sus aforos hasta l¨ªmites no amortizables. Los peque?os teatros han sufrido mucho durante estos meses, incapaces de llevar a cabo la limitaci¨®n de representaciones al aire libre que ha mantenido el Gobierno en muchos casos. Los Teatros Nuffield, en Southampton, acabaron por echar el cierre, y el Royal Exchange Theater de Londres solo ha podido sobrevivir a costa de un importante n¨²mero de despidos. The Globe Theatre, la instituci¨®n que preserva el repertorio de Shakespeare, sigue todav¨ªa en el borde del precipicio de su supervivencia. Y su primer proyecto, una gira basada en las historias de los fantasmas que habitan la obra del bardo y los corredores del edificio, se ve amenazada por el fantasma presente de la segunda ola del virus. Rafa de Miguel
Portugal: se puede ir al cine y al teatro
Entre las muchas excepciones, tambi¨¦n se incluye la cultura. El primer ministro portugu¨¦s, Ant¨®nio Costa, anunci¨® el s¨¢bado un confinamiento parcial para todas las ¨¢reas con al menos 240 casos por 100.000 habitantes en los ¨²ltimos 15 d¨ªas. La medida afecta a unos siete millones de personas, es decir, el 70% de la poblaci¨®n, incluida la de Lisboa, impone el teletrabajo siempre que sea posible e invita a los ciudadanos a quedarse en casa. Se puede, aun as¨ª, salir a pasear, acudir a una farmacia, un restaurante o, tambi¨¦n, un cine. Como aclara el comunicado emitido por el Consejo de Ministros, ¡°los espect¨¢culos siguen estando permitidos de acuerdo con las reglas de la Direcci¨®n General de Salud¡±. ¡°Se puede ir a conciertos o al teatro¡±, resum¨ªa ayer Expresso. Tanto que en Twitter varios usuarios espa?oles compartieron el v¨ªdeo de la intervenci¨®n de Costa para sugerir la diferente importancia que se les otorga a las artes en uno y otro pa¨ªs de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. A la vez, la asociaci¨®n Aporfest record¨® con un reciente comunicado que de los 287 festivales musicales celebrados en Portugal en 2019, este a?o ¡°apenas se mantuvieron 134¡±. Tommaso Koch.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.